Abusos sexuales

Un hombre acepta cinco años de cárcel por abusar sexualmente de su sobrina "desde que era muy pequeña" en Gijón

El procesado logra una rebaja en su condena al abonar antes del juicio 10.000 euros de indemnización

Vista del Palacio de Justicia de Gijón.

Vista del Palacio de Justicia de Gijón. / MARCOS LEON

S. F. L.

Cinco años de cárcel y el pago de una indemnización de diez mil euros es la condena aceptada esta mañana por un gijonés nacido en 1982 que abusó sexualmente de su sobrina, de 2002, durante varios años, desde que la niña “era muy pequeña y hasta que cumplió los 13 años”, señala el Ministerio Fiscal. El procesado reconoció los cargos y alcanzó un acuerdo con la acusación particular y la fiscalía, que rebajaron sus pretensiones iniciales al aplicar la atenuante “muy cualificada” de reparación del daño al abonar 10.000 euros antes de la vista.

Explica el escrito de acusación que este individuo aprovechaba que la menor pasaba algunos fines de semana en su domicilio en Gijón. “Le realizaba tocamientos sin utilizar violencia ni intimidación, aprovechando que ella se quedaba adormecida. El procesado llegó a introducirle la mano por dentro del pantalón del pijama y de la ropa interior y, en ocasiones, a introducirle los dedos en la vagina”, describe la Fiscalía. Estos hechos, prosigue el relato, “ocurrían cada vez que la niña pasaba el fin de semana con sus tíos”. La última vez fue cuando la menor tenía 13 años, en agosto de 2015, momento en el que decidió no volver a la casa, pero sin contar a nadie el motivo real. “No se atrevió a decir nada hasta marzo de 2020, cuando decidió interponer la denuncia”, describe la acusación.

El procesado, durante la vista oral celebrada este miércoles en la sección octava de la Audiencia, reconoció los hechos y aceptó los cinco años de cárcel. Además, también se le impone la medida de diez años de libertad vigilada, que incluye la prohibición de acercamiento a menos de 200 metros a la menor, de su domicilio, centro de estudios o trabajo o cualquier otro en el que se encuentre, así como prohibición de comunicar con ella por cualquier medio. Y otros diez años de prohibición para desempeñar actividades que puedan ofrecerle o facilitarle la ocasión de cometer hechos de naturaleza similar. Durante un año deberá someterse a programas formativos. 

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