ASTURIAS

La autopsia revela señales de autolesiones en el brazo de una de las gemelas fallecidas de Oviedo

Las heridas no son recientes | Cobra fuerza la tesis de que una niña incitó a la otra al suicidio

La calle donde se produjo la muerte de las gemelas rusas, en Oviedo.

La calle donde se produjo la muerte de las gemelas rusas, en Oviedo. / LNE

Luis Rendueles | Chus Neira

La investigación policial sobre la muerte de las gemelas Anastasiia y Aleksandra descartó desde el primer día la participación de terceras personas y también estableció muy pronto que se trataba de un suicidio. Los agentes siguen, no obstante, tratando de proporcionar más luz sobre las circunstancias que pudieron llevar a dos niñas de 12 años a arrojarse por la ventana. En ese empeño, fuentes próximas al caso han indicado que la autopsia realizada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha aportado un dato importante al detectar lesiones de "naturaleza autolítica".

El término se refiere a heridas leves o moderadas en la superficie corporal (hematomas, sangrado, cortes) autoinfligidas. Estas lesiones solo se detectaron en uno de los dos cuerpos y se concentraban únicamente en uno de los brazos. Además, no eran heridas recientes. El dato refuerza una de las hipótesis en las que ya trabajaba la Policía, que fue una de las dos gemelas la que estaba obsesionada con quitarse la vida y arrastró a su hermana con ella.

En ese sentido, la inspección de los efectos personales de las menores recogidos en su domicilio encontró muchas referencias suicidas. En las libretas de las niñas había varios dibujos de ahorcamientos y varias alusiones al hecho de quitarse la vida, pero tanto estas anotaciones como las ilustraciones eran más abundantes y prácticamente exclusivas de una de ellas.

Aunque estas mismas fuentes no han aclarado a cuál de las dos gemelas pertenecen las lesiones detectadas en uno de sus brazos, todo apunta a que se trata de la hermana que efectuó también la mayor parte de los dibujos y las anotaciones suicidas.

La Policía no ha aportado más datos ni hipótesis que puedan aclarar el origen de estas lesiones y de la obsesión que llevó a una de las gemelas a convencer a su hermana de saltar juntas por la ventana. De momento, la posibilidad de que las menores sufrieran algún tipo de acoso o maltrato en el colegio o en el ámbito familiar no está en las líneas de trabajo de la investigación.

De la posibilidad de algún tipo de juego o reto viral relacionado con el caso no se ha hablado todavía, aunque sí ha trascendido que el juez instructor del caso aún no había autorizado el lunes a la Policía a acceder a los dispositivos electrónicos de las niñas, donde podría haber información que arrojara más luz sobre el trágico suceso.

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El sacerdote Andréy Kórdochkin fue enviado a España hace veinte años por el Santísimo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa como párroco en la Iglesia de la Natividad de Cristo. Oficia habitualmente en la Catedral de Santa María Magdalena, en Madrid, que pertenece al patriarcado de Moscú y desde donde se atienden las diócesis de España y Portugal. El templo, dicen, es uno de los pocos en los que, desde que estalló la guerra entre Ucrania y Rusia, los ciudadanos de uno y otro país todavía rezan juntos. Kórdochkin viajó precisamente el domingo a Oviedo para oficiar la ceremonia de despedida de Anastasiia y Aleksandra. En conversación con LA NUEVA ESPAÑA, el sacerdote ortodoxo aclaró que no conocía todas las circunstancias de la tragedia que ha conmocionado a la ciudad, pero quiso ofrecer algunas reflexiones sobre el suicidio entre adolescentes, algo, lamentó que "no son casos aislados". "La primera lectura es que nosotros, los adultos, hemos creado un mundo donde nuestros niños no quieren vivir". "Nuestros niños", alerta, "están más cerca de lo que pensamos de fronteras peligrosas y debemos ser muy atentos".

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