La muerte a tiros de un hombre a plena luz del día mientras paseaba a su perro en las proximidades de una zona residencial de la playa de Muchavista en El Campello en septiembre de 2019 desencadenó la llamada Operación Beautiful, uno de los mayores golpes de las Fuerzas de Seguridad a las redes de narcos que operan en el Levante español. La víctima era uno de los investigados en esta operación y la Policía seguía sus actividades desde hacía meses. Para los investigadores todo apunta a un ajuste de cuentas por el robo de un cargamento de droga. El fallecido era el presunto miembro de una organización dedicada a robar con violencia alijos de bandas rivales.
Ante el temor de que el asesinato pudiera causar que alguno de los investigados pudiera darse a la fuga, la Policía tuvo que adelantar las detenciones. La presunta red de narcos y el asesinato se han investigado por separado. Las pesquisas se llevaron durante más de un año por la Guardia Civil y ahora la Fiscalía ha pedido llevar al banquillo a tres personas por el crimen.
Los tres acusados se sentarán ante un jurado popular en la Audiencia Provincial acusados de asesinato, tenencia ilícita de armas y falsedad. Entre ellos se encuentran un presunto sicario de nacionalidad colombiana que sería la persona que efectuó los disparos y otras dos personas acusadas de haberle ayudado a cometer el crimen. El segundo sería la persona que la contrató y un tercero que habría colaborado la preparación del crimen, aunque el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso este diario, no concreta el grado de participación de cada uno en los hechos. Para los tres se piden penas que suman 23 años y nueve meses de cárcel, aunque solo uno de ellos está en prisión: la persona acusada de ser el autor material.
En una prisión colombiana se encuentra un cuarto implicado, hermano del hombre encarcelado en España y quien también habría admitido su participación en el crimen. Su entrega a las autoridades españolas todavía se está tramitando, pero mientras se culmina el proceso la Fiscalía quiere celebrar el juicio con el resto de los acusados. Las fuentes consultadas por este diario precisaron que desde el Ministerio Público no se descarta que el recluso colombiano esté pretendiendo encubrir a su hermano o entorpecer la marcha del juicio al asumir la autoría.
La investigación apuntaba a que los dos hermanos habrían venido desde Madrid el 9 de septiembre para cometer el crimen, donde los otros acusados les habrían facilitado una vivienda de alquiler muy cerca de la casa de la víctima y desde la que pudieron vigilar estrechamente todos sus movimientos. El asesinato se cometió a las 14.15 horas del 14 de septiembre de 2019 cuando Mario José S. C. estaba paseando a su perro. Sus asesinos le estaban esperando, porque ya sabían que éste aparecería por allí. De manera sorpresiva y sin que pudiera reaccionar, le descerrajaron dos disparos en la cabeza que le causaron la muerte de forma inmediata. A continuación, se dieron a la fuga con el coche con el que se habían desplazado a la zona. Este vehículo había sido robado el 26 de junio de ese año en Madrid y le habían colocado unas placas de matrícula falsas. Este coche fue hallado un mes de después, pintado de negro abandonado en parking de tierra ubicado en Sant Joan d'Alacant. La pistola utilizada para cometer el asesinato, una Glock de nueve milímetros, tenía los números de serie manipulados, a fin de dificultar su identificación.
El juzgado de Instrucción número ocho de Alicante está a punto de cerrar el caso para enviarlo a la Audiencia para que se celebre el juicio. Tras el escrito de acusación presentado por la Fiscalía, es el turno de las defensas que en breve serán emplazadas para que presenten sus escritos de conclusiones provisionales. En la Audiencia solo bastará poner fecha.
Paralelamente, en la Audiencia Nacional se culminó el pasado enero el proceso a la organización a la que supuestamente pertenecía el hombre asesinado. El magistrado ha procesado a un total de 79 personas por su presunta pertenencia a una red de narcos dirigida desde Alicante y con ramificaciones en litoral Mediterráneo español y hasta en Galicia. En el marco de esta operación se intervinieron hasta 3.800 kilos de cocaína que podrían haber alcanzado en el mercado un valor de 268 millones de euros.
