Camila murió acuchillada a los 23 años de edad en El Campello el 13 de noviembre de 2020 cuando se dirigía a estudiar a su instituto en un crimen que dejó conmocionada a la población. Su agresor no la conocía de nada y no había motivo aparente para que aquella mañana la esperara en el portal y le asestara un total de 26 puñaladas. El acusado es inimputable por estos hechos, que cometió en medio de un brote psicótico y su defensa está negociando un acuerdo por conformidad en el juicio que desde el lunes juzgará un jurado popular en la Audiencia de Alicante. La magistrada Maria Eugenia Gayarre presidirá la vista oral.
Durante las últimas semanas, la Fiscalía, la acusación particular que ejercen los padres de la joven asesinada han estado negociando una posible conformidad para determinar el número de años que el acusado estará encerrado en el Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent. Una conformidad que hubiera evitado la constitución del jurado a partir del lunes. Sin embargo, no ha sido posible ya que mientras que la Fiscalía y la acusación reclaman la condena por asesinato, la defensa pide homicidio. La diferencia entre una calificación jurídica y otra determinará el número de años al que el acusado puede ser condenado. La Fiscalía reclama hasta 18 años de internamiento, pero esta pena podría modificarse si finalmente se logra cerrar el acuerdo.
Inicialmente, la acusación particular negaba la existencia de la eximente por enfermedad mental y reclamaba la condena por un asesinato. Todas las partes dan por acreditado ya que el procesado tenía alteradas sus facultades a causa de un episodio psicótico agudo que sufrió a causa del trastorno esquizofrénico que padece. A causa de su enfermedad mental se le considera inimputable por estos hechos, por lo que procedería su absolución. Aunque le corresponde una medida de seguridad para que el acusado esté internado en un centro psiquiátrico penitenciario recibiendo tratamiento y para evitar que se cometan nuevos hechos similares.
A lo largo de estos meses, el acusado ha sido reconocido psiquiatras para determinar su estado mental y que tendrán que declarar en el juicio. Tanto la psiquiatra que lo examinó en el momento de su encarcelamiento, como de la facultativa que ha hecho el seguimiento de su estado mental durante este tiempo. Asimismo, también han sido citados los médicos forenses que hicieron el informe de salud mental del procesado.
La víctima tenía dos hijos de cuatro y dos años de edad y vivía con sus padres, donde compaginaba sus estudios con el trabajo. Entre el agresor y su víctima no había ninguna relación. Desde el primer momento, la Guardia Civil descartó la existencia de un móvil machista en el crimen. La víctima fue la primera persona que se le cruzó cuando sufrió el brote psicótico, El procesado tenía antecedentes por otros hechos violentos a causa de su enfermedad mental y, de hecho, había llegado a enfrentarse en alguna ocasión con agentes de la Guardia Civil.
Agenda
El lunes está previsto el arranque del juicio con la selección del jurado y la declaración del acusado. Aunque el juicio se pueda cerrar con una conformidad, una de las primeras dudas que se deberán despejar es si el procesado se encuentra en condiciones para entender lo que supone declararse culpable por estos hechos.
Para la jornada del martes está prevista la declaración de los testigos, entre quienes se encuentran los padres de la víctima, como los de su asesino, así como las Fuerzas de Seguridad que intervinieron en los hechos. El miércoles será el turno de los informes periciales y de las conclusiones de las partes; mientras que el jueves se ha reservado para la deliberación del veredicto. Sin embargo, si las negociaciones para cerrar la conformidad llegan a buen puerta, esta agenda podría aligerarse y prescindir de buena parte de la lista de testigos.
