La Guardia Civil y la Policía Nacional han desmantelado en una operación conjunta organización afincada en El Campello dedicada al envío de droga oculta en el doble fondo de vehículos. La investigación se ha saldado con seis detenidos y cerca de 90 kilos de hachís intervenidos, droga que se enviaba desde El Campello a otros países europeos oculta en el doble fondo de distintos vehículos. Pero no era la única sustancia con la que traficaban, ya que también se les imputa el envío internacional de anabolizantes.

La Operación Krabas, como ha sido bautizada esta investigación, se ha saldado con la detención de seis personas, una de las cuales han ingresado en prisión provisional sin fianza y que sería uno de los presuntos cabecillas de la organización. Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil informaron ayer del balance de esta operación con ramificaciones internacionales.

Las investigaciones tuvieron su origen, en el mes de abril de 2022, cuando la Policía de Lituania por medio de EUROPOL dio conocimiento a la Guardia Civil de que un grupo criminal, dedicado al tráfico de drogas, se había asentado en la localidad de El Campello. Desde este municipio de la costa alicantina se estaban realizando envíos de droga a este país y que llegaba camuflada para tratar de eludir los controles aduaneros. Los vehículos estaban modificados para albergar un compartimento oculto y con un sistema de cierre hidráulico, que pretendía dificultar la detección por parte de las Fuerzas de Seguridad.

Una vez obtenida toda la información y con la finalidad de esclarecer estos hechos y de dar con los supuestos miembros de la banda, tanto la Guardia Civil por medio del Área de Investigación del Puesto Principal de El Campello como la Policía Nacional por medio del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO LEVANTE), dieron inicio a la Operación Krabas.

En una primera fase de la operación, los agentes identificaron a todos los miembros del grupo criminal, siendo estos seis personas de nacionalidad lituana, ucraniana, cubana y marroquí, dos mujeres y cuatro varones, todos ellos entre 35 y 45 años de edad. Aunque la base de operaciones de la banda estaba ubicada en El Campello, una de las mujeres estaba afincada en Roquetas de Mar, y era quien proporcionaba el hachís a la banda, que posteriormente era ocultado en el doble fondo de vehículos para su posterior transporte a países europeos.

Imagen de la droga intervenida durante la operación conjunta. Información

Durante el transcurso de las investigaciones se pudo acreditar que el grupo criminal tenía vínculos fuera de la localidad y de la provincia, por lo que llevó a los agentes a trasladarse hasta las localidades de Benidorm, Valencia, San Pedro del Pinatar (Murcia) y Roquetas de Mar (Almería).

En la fase de explotación de la Operación Krabas, el día 30 de mayo del 2022, se procedió a realizar la entrada y el registro en cuatro viviendas en las localidades de El Campello, Valencia y Roquetas de Mar (Almería).

Las investigaciones concluyeron con la detención de los seis miembros de la banda, siéndoles imputados los delitos contra la salud pública por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. En los registros se han intervenido casi 90 kilogramos de hachís, diversas sustancias anabolizantes, tres vehículos de gama alta, dos furgonetas que habían sido modificadas para ocultar la droga, dos motocicletas, 9.145 euros en efectivo, diversos terminales de telefonía móvil, varias máquinas para envasar al vacío y útiles para el cultivo de marihuana.

El Juzgado de Guardia e Instrucción de Elche decretó el ingreso en prisión para uno de los principales miembros de la banda, mientras al resto se les ha impuesto la prohibición de salir del territorio nacional, así como la presentación periódica en los Juzgados.

Con esta operación, la Guardia Civil y la Policía Nacional, consideran que se ha dado otro golpe a una banda criminal de origen lituano, especializados en este tipo de delincuencia en la zona del levante alicantino. También destacaron que la operación se ha desarrollado gracias a la colaboración de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) de Lituania, que fue quien dio la alerta que puso a las Fuerzas de Seguridad tras la pista de la organización.