Invertir en Justicia tiene impactos directos en la economía y en la competitividad de las empresas. Ésta es una de las tesis del libro "La factura de la injusticia" del abogado y economista Juan S. Mora-Sanguinetti que este jueves se presentó en Torre Juana a la Fundación Fide. El acto, presentado por el catedrático Andrés Pedreño, tuvo lugar en el marco del convenio que ambas entidades firmaron para sesiones y foros de debate con ideas de futuro. El autor de libro aportó datos con el objetivo de desgranar cuál es la incidencia de los tribunales en los bolsillos de los ciudadanos y en la marcha de la economía, aunque nunca hayan acudido a los tribunales.

«Reducir en un solo punto la congestión de los juzgados podrían liberar para el mercado de alquiler 3.400 viviendas en Madrid, 3.100 en Barcelona y 2.100 en València. Esto funciona y tiene unos impactos sociales», aseguró el autor durante su intervención, en la que aportó otros datos. Reducir la congestión permite aumentar el tamaño de las empresas del 0,6 al 2,8%, lo que se traduce en más empleo y más I+D. Las grandes empresas españolas reservan al año 12.000 millones para hacer frente a futuros litigios, una cifra similar a la que los Presupuestos Generales del Estado reservaron a infraestructuras en 2021. Por lo que considera que la seguridad jurídica es una de las bases del crecimiento de un país. 

En la media

A pesar de los problemas existentes en la Justicia española, aseguró que «los datos indicaban de forma sorprendente que España está en la media de los grandes países de Europa, tanto en lentitud, como en coste». "Hay margen de mejora pero no es cierto que seamos el furgón de cola mundial", señaló. A su juicio, los mejores sistemas judiciales del mundo se verían desbordados si tuviera un exceso de trabajo. "España fue en la época de la gran recesión el tercer o cuarto país más litigioso del mundo. Eso no lo soporta ni el mejor sistema del mundo", apuntó.

Según explicó, entre los principales problemas de los tribunales españoles están las grandes divergencias en las cargas de trabajo entre unas provincias y otras. "La Justicia necesita más medios pero no de forma indiscriminada. Hay que invertir con cabeza. No es que se invierta poco es que hay que hacerlo mejor", señaló. Uno de las claves a su juicio está en la digitalización, pero para que permita usar mejor la estadística judicial. El autor de libro apostó por acudir a sistemas como la mediación para fomentar la cultura del acuerdo y liberar los juzgados, así como apostar por la educación como herramienta para poder reducir la conflictividad social.

Imagen del público asistente a la mesa redonda. Hector Fuentes

En el mismo acto intervino también la magistrada del juzgado de Primera Instancia siete de Móstoles, Natalia Velilla, autora de otro libro con conclusiones muy parecidas a las de su compañero de mesa y titulado "Así funciona la Justicia".

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"Se invierte mal"

Según su opinión, uno de los problemas de la Justicia española es que "se invierte mal", cuando el problema es que el modelo está obsoleto. La magistrada rechazó la actitud de algunos profesionales que se excusan en la falta de medios para tapar "malas praxis". Entre los problemas apuntados por la juez está la falta de criterios reales para medir la carga de trabajo de los tribunales, la lenta tasa de reposición de los funcionarios y la falta de peritos en los juzgados, de cuyos informes dependen determinadas resoluciones.