El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Alicante ha intervenido casi media tonelada de pez espada que se comercializaba de forma ilegal. El pescado fue descubierto durante una inspección de transporte y comercialización de pescado fresco en el mercado mayorista de pescado del puerto. El comerciante mayorista ha sido denunciado por infringir gravemente la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición y la Ley 5/2017 de Pesca Marítima y Acuicultura de la Comunidad Valenciana, infracciones que le pueden acarrear sanciones de hasta 60.000 euros.

Según ha informado este viernes la Guardia Civil, una patrulla del Seprona descubrió la comercialización ilegal de 400 kilogramos de pez espada cuando estaba realizando el pasado 19 de octubre una inspección rutinaria en colaboración con la Inspección de Pesca Marítima de la Generalitat Valenciana.

Sin etiquetar

En uno de los puestos del mercado localizaron siete ejemplares de pez espada (Xhipias gladius) que no estaba etiquetado, por lo que los agentes requirieron al comerciante que acreditara la trazabilidad del producto. Sin embargo, el mayorista no pudo aportar ningún documento que registrara el origen de las piezas de pez espada.

Uno de los ejemplares, que se encontraba ya seccionado y del que faltaba parte, se encontraba expuesto y a la venta, por lo que también procedieron a comprobar si poseía autorización sanitaria "para su manipulación y transformación, y la posterior gestión de los desechos, extremos que el comerciante tampoco pudo acreditar", según la Benemérita.

Los ejemplares intervenidos en Alicante.

La Guardia Civil afirma que el comerciante se enfrenta a dos infracciones graves: una a la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición, cuya sanción puede ser de 5.001 a 20.000 euros; y otra a la Ley 5/2017, de Pesca Marítima y Acuicultura de la Comunidad Valenciana, con posible sanción desde 3.001 hasta 60.000 euros.

Destrucción

Los ejemplares de pez espada pesaban 400 kilos y fueron intervenidos, aunque se dio un plazo al comerciante para que aportara la documentación requerida con posterioridad a la inspección. Sin embargo, pasó el plazo y siguió sin acreditarlo, por lo que la Sección de Pesca Marítima decretó la incautación definitiva para su destrucción.

La Benemérita explica que el etiquetado de los productos alimenticios es obligatorio y es donde se recoge la información sobre el origen del producto, la especie concreta, su frescura y fecha límite de consumo recomendado o de caducidad. Sirve para que el consumidor pueda acceder a la información necesaria sobre los productos que adquiere, evitando de esta forma cualquier fraude alimentario. En el caso de los ejemplares frescos adquiere mayor relevancia y los errores en la cadena de frío o en la conservación de los alimentos pueden tener efectos negativos sobre la salud.