Dos oficiales de la Guardia Civil que estuvieron destinados hace casi una década en Torrevieja, cuando uno era capitán y el otro teniente, se declararon ayer inocentes de las acusaciones de cohecho impropio, coacciones, falsedad documental y lesiones que les imputa la Fiscalía de forma diferente cada uno de ellos, hechos por los que se enfrentan a sendas peticiones de 7 y 3 años de prisión.

El juicio comenzó hace una semana en Elche con cuestiones previas planteadas por las defensas, que el tribunal resolverá en la sentencia. El abogado de uno de los mandos denunció la imparcialidad de la jueza instructora al llevar a cabo una actuación prospectiva que vulnera derechos fundamentales.

Invitaciones 

Una de las acusaciones del Ministerio Público sostiene que los dos mandos eran invitados a consumiciones en varios pubs del paseo marítimo de Torrevieja y a cambio paralizaban la tramitación de denuncias o inspecciones. Los dos mandos de la Benemérita negaron de forma tajante esta acusación.

El entonces capitán de la Compañía de Torrevieja, tras ser preguntado por la fiscal del caso si le invitaban a copas, aseguró que todo lo contrario y que realizaban inspecciones periódicas en los establecimientos «y todos fueron denunciados».

Según este oficial, salía en grupo y «unas veces pagaba yo y otras pagaban otras personas». El acusado ha reconocido que en algún local de ocio llegaron a tener alguna botella de alcohol reservada pero porque previamente la habían abonado. «No me fue sin pagar nunca», afirmó este mando, que actualmente es comandante.

El acusado negó igualmente que impidiera la inspección de un establecimiento de Torrevieja y precisó que únicamente habló con el teniente que iba a realizarle para comentarle que tal vez no era el más adecuado para hacerla, ya que su novia y la pareja de otro guardia habían sido despedidas como camareras de dicho local.

Por otro lado, el oficial negó haber agredido la noche del 1 de noviembre de 2014 al cliente de un pub al que sorprendió cuando se hacía una raya de cocaína en los aseos del local. Según el acusado, accedió a los aseos con un amigo cuando iba de paisano y tras sorprender a una persona con una bolsita con una sustancia blanca que podía ser cocaína se lo recriminó y tras contestarle que le dejara en paz se identificó como guardia civil.

Golpe

Según el acusado, le sujetó las muñecas, le dijo que no se preocupara porque solo era una denuncia administrativa y le pidió a su amigo que llamara al encargado del pub. A continuación se separó para llamar por teléfono para pedir la presencia de una patrulla y «él se golpeó contra la pared». Acto seguido le acusó de pegarle y cuando llegó la patrulla salieron a la calle y acabó denunciándole por desobediencia leve.

El oficial negó haber aportado un testimonio falso en el atestado para ocultar la presunta agresión denunciada por el cliente del pub, el cual ratificó ayer en el juicio que sí fue golpeado por el mando del Instituto Armado.

El exteniente jefe de la Patrulla Fiscal de Torrevieja, actualmente capitán, también negó en la vista oral que ordenara la inspecciones según sus intereses, a pesar de llevarlas a cabo en establecimientos que no eran de su competencia, según la acusación de la Fiscalía.

Fuentes judiciales han indicado que también declaró ayer un guardia civil que aseguró haber sufrido presión en el trabajo y que se pidió la baja, pero que desconocía si los acusados obtuvieron algún beneficio.

La vista oral aún no ha concluido y la Sección Séptima de la Audiencia, con sede en Elche, ha señalado dos días más para el próximo mes de diciembre.