Después de estar más de nueve años procesado, un juzgado de Alicante ha absuelto a un ingeniero informático experto en ciberseguridad que estaba acusado de posesión de pornografía infantil por unos archivos que tenía en la memoria caché de su ordenador y que no llegó a visualizar, sino que fueron indexados por un programa que diseñó para rastrear en la red TOR webs ocultas de pedófilos y de otras actividades criminales como tráfico de drogas o venta de armas. Este «hacker ético» estaba en contacto con especialistas de la Guardia Civil, a los que incluso les facilitó de forma altruista su programa de rastreo de webs para localizar a pederastas y cualquier otro contenido de interés, pero su dirección IP apareció en los sistemas de alerta del FBI y fue detenido en abril de 2013 por la Policía Nacional de Alicante en una operación con más arrestos en España por posesión de archivos pedófilos.

De poco le sirvieron inicialmente todas las explicaciones que dio, que le situaban en un perfil totalmente contrario al de un pederasta que bucea en la Deep Web -internet profunda- en busca de material pedófilo.

Petición de 9 meses de cárcel

Este experto en ciberseguridad, defendido por el abogado Santiago Talavera Vico, se enfrentaba a una petición de la Fiscalía de nueve meses de prisión por un delito de posesión de pornografía infantil y el juzgado de lo Penal número 5 de Alicante ha acordado este mes su absolución. La sentencia ya es firme, después de que el Ministerio Público anunciara su intención de no recurrirla el mismo día del juicio.

Los hechos declarados probados en la sentencia se remontan al 14 de abril de 2013. Un juzgado de Madrid acordó el registro del domicilio de este ingeniero informático y la Policía Nacional intervino diverso material informático que fue analizado por los expertos de la sección de Ingeniería e Informática Forense de la Comisaría de Policía Científica. En la memoria caché localizaron unos archivos de contenido pedófilo, pero señala el juez que no consta que hubieran sido visualizados por el acusado y precisa que el acusado absuelto desarrollaba «un programa o aplicación para crear e indexar contenidos dentro de la red TOR de manera autónoma».

La Policía revisa un teléfono en un registro.

Añade la sentencia que este rastreo lo hacía con «fines meramente de investigación y en contacto con agentes de la Guardia Civil de la Policía Judicial, a quienes suministraba dichas herramientas informáticas».

Cursos y seminarios

El magistrado también resalta en el fallo que el acusado ha desarrollado su labor como profesor en «múltiples cursos de ciberseguridad y seminarios en la Universidad de Alicante y otros relativos a las redes ocultas, TOR y Deep Web».

Para el magistrado, los hechos acreditados no constituyen una infracción penal y destaca que los peritos de la Policía que hicieron el informe sobre el material con contenido pederasta desconocían que el acusado estuviera creando una aplicación informática para indexar contenido de la red oculta y que «eso deberían haberlo sabido para poder efectuar la pericial». Asimismo, recoge la sentencia que no consta que hubiera visualizado el contenido, que estaba en la memoria caché, no fue una selección manual voluntaria y su tamaño era «diminuto».

Varios testigos y agentes de la Guardia Civil corroboraron en el juicio que el informático juzgado inventó dicha aplicación y se la proporcionó a la Benemérita para poder realizar investigaciones, ya que en dicha fecha carecía de programas adecuados al efecto. Asimismo, señalaron que participó en numerosos congresos y seminarios y colaboró con instituciones y Fuerzas de Seguridad.

Prueba "rotunda" para el juez

El magistrado señala que «la prueba ha sido rotunda» y que «no se trata de excusas y pretextos del acusado», de ahí que acuerde su absolución.

El ingeniero informático absuelto es un reconocido experto en seguridad informática con más de 25 años de experiencia y ha impartido cursos orientados a miembros de las Fuerzas de Seguridad e incluso a formado a diferentes grupos policiales en la Academia de la Policía Nacional en Ávila, según alegó su abogado defensor, Santiago Talavera. El letrado planteó asimismo que ha sido un asiduo colaborador de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sobre todo en materias destinadas al descubrimiento y persecución de redes de distribución de pedofilia en internet.