La Audiencia de Alicante sentó este lunes en el banquillo a un indigente acusado de haber pegado fuego al menos a las tiendas de otros tres de sus compañeros de campamento la mañana del 8 de pasado 8 de marzo, junto al albergue municipal. La investigación apunta a que el hombre actuó por revancha porque el día anterior alguien le había quemado la suya, sin embargo, el procesado ha negado los hechos en el juicio y ha asegurado que en el último de los incendios lo que realmente estaba tratando de hacer era apagar las llamas y éstas se extendieron por accidente. Su defensa enmarcó los hechos en un escenario de tensión en la zona entre argelinos y marroquíes. En estos incendios no se registraron heridos.

Desde la Fiscalía se reclamaban penas de 12 años y tres meses de prisión por estos hechos, al entender que existió una situación de riesgo para los indigentes que pernoctaban en la zona. Los hechos ocurrieron en una zona en la que frecuentemente acampan grupos de indigentes en tiendas de campañas. El acusado fue detenido mientras se peleaba con uno de ellos que le estaba recriminando el que hubiera incendiado hasta tres de las lonas de otros sin techo. Sin embargo, tras el juicio, el fiscal redujo a siete años su petición de condena al entender que, aunque existió una situación de riesgo, éste fue menor de lo que se había apuntado en un principio. Los bomberos aseguraron que no se había usado ningún líquido acelerante para provocar estos fuegos.

Uno de los testigos había relatado que el acusado empezó a rasgar las tiendas y después las quemaba, un comportamiento que evidenciaría que sabía que estaban vacías. Sin embargo, desde el Ministerio Público se valoró que existía riesgo de propagación.

Testigo

Una de las tiendas quemadas estaba ocupada por un indigente que ni siquiera vivía allí. «La volcó mientras estaba durmiendo. Me fui de allí, porque había quedado en Alicante con una persona. Cuando regresé, estaba quemada», relató. Otro de los indigentes dijo que había pasado la noche fuera y cuando volvió se encontró la tienda reducida a cenizas. El arresto se produjo tras el incendio de la tercera tienda, donde otro sin techo reprochó al acusado que estuviera quemándola, manteniendo una pelea con él. En ese momento, llegó la Policía y procedió al arresto del sospechoso cuando éste le señaló como el autor de los incendios que se habían venido produciendo a lo largo de la mañana y que motivaron varios desplazamientos de los bomberos al recinto.

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El acusado había perdido su tienda de campaña anterior en otro incendio y en el que se le había quemado su documentación. El testigo aseguró que pretendía desquitarse prendiendo fuego a las demás. El procesado ha negado haber causado incendio alguno y ha dicho que en todo caso su participación fue accidental al tratar de apagar las llamas.

Desde la defensa, se incidió en que no se había hecho ninguna labor de investigación por parte de la Policía para determinar la autoría de los incendios y que todo se había basado en las manifestaciones de un único testigo. En caso de que el tribunal decidiera condenar el letrado pidió medidas para atemperar la condena.