Dos acusados por una violación en Benidorm durante el toque de queda en la pandemia

El fiscal rebaja las penas que pedía para los acusados al considerar que con la nueva ley son más bajas. La víctima declara que solo recuerda que se despertó en casa de los procesados mientras uno la penetraba

El juicio se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Alicante.

El juicio se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Alicante. / Jose Navarro

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La Audiencia Provincial de Alicante sentó este miércoles en el banquillo a dos hombres acusados de violar a una mujer en su piso de Benidorm en pleno toque de queda durante la pandemia aprovechando su estado de embriaguez. Los hechos ocurrieron el 27 de marzo de 2021 después de que la víctima hubiera acudido a la fiesta de cumpleaños de una amiga en la playa de Poniente de la localidad turística y donde coincidió con los dos acusados que se la acabaron llevando al piso donde éstos residían.

Los acusados sostienen que solo uno de ellos tuvo relaciones sexuales con la joven y que fueron consentidas, que ella estuvo bailando y bebiendo con ellos y que se marchó al piso voluntariamente. Por su parte, la víctima aseguró que estaba con ellos en la playa y que, sin recordar cómo, se despertó en su piso con los dos acusados en un dormitorio. En su declaración deslizó la posibilidad de que pudieran haberle puesto alguna sustancia en la bebida, pero ni lo dijo claramente, ni en su día se le hizo analítica alguna para detectar la presencia de tóxicos.

Inicialmente la Fiscalía reclamaba penas de 28 años de prisión para cada uno por dos agresiones sexuales consumadas. Sin embargo, esta petición se ha reducido tras el juicio al considerar que una de las dos fue una tentativa y no se consumó. También se rebajaron los años solicitados al entender que las nuevas penas que contempla la Ley de Libertad Sexual, conocida como la ley del "sí es sí", son ahora inferiores, reclamando ocho años por la violación consumada y tres por la tentativa. Alternativamente les acusó de un delito de abuso sexual aprovechándose del estado de embriaguez de la víctima, y por los que pidió las penas de seis años para uno y dos años y tres meses para el otro. La defensa reclamó la libre absolución.

Acusados y víctima se encontraban en dos grupos distintos aquella noche en la playa de Poniente de Benidorm. La joven aseguró que había ido al cumpleaños de una amiga y que coincidió con los acusados mientras terminaban las copas frente al mar. Durante esos días todavía estaba vigente el estado de alarma a causa de la pandemia, motivo por el que el grupo de amigos de la víctima decidió marcharse a casa una hora antes de que empezara el toque de queda. "Yo me quedé porque quería rellenar una botella de agua e irme a mi casa andando", explicó.

"Hablé un momento con ellos (los acusados) y no recuerdo qué pasó. Me desperté apoyada contra un armario y uno de ellos estaba penetrándome, mientras el otro le daba indicaciones", dijo. La víctima asegura que también recuerda que uno de ellos le cogió de la cabeza para intentar que le hiciera una felación, pero no recordaba si lo hice o no. La mujer aseguró que no había bebido mucho, un gin tónic y un chupito de ron. "Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando yo solo quería salir de allí e irme", dijo.

Policías

La Policía Nacional la encontró andando por la calle pasada la una de la madrugada en pleno toque de queda, motivo por el que le dieron el alto para preguntarle por los motivos de estar en la calle. Los agentes dijeron que olía a alcohol y la vieron la ropa desgarrada, motivo por el que le preguntaron por su presencia en la calle. "Nos respondió que había estado en casa de unos chicos y que se le había hecho tarde", explicó uno de los policías que añadió que siguieron preguntando al ver alguna contradicción en lo que ella les decía. "Nos dijo que había tenido relaciones con un chico y que había entrado otro en la habitación, situación que no le había gustado nada, se había puesto nerviosa y por eso se había ido", señaló el policía.

Trataron de hacer más averiguaciones al comprobar que había lagunas en el relato, llegando incluso a llamar a los acusados. "Nos extrañó que no quisieran darnos la dirección", dijeron los policías. Sin embargo, la víctima no les dijo nada de una presunta violación y la dejaron marcharse cuando vino a recogerla una amiga a la que había llamado. La víctima se presentó a denunciar en Comisaría al día siguiente. Preguntada por qué no dijo nada a los policías esa noche respondió que estaba nerviosa y que solo quería irse a casa.