La Guardia Civil detecta robos de barcos en la Costa Blanca para alijar droga y abandonarlos

Los narcos ya no saben qué inventar para ahorrarse costes en sus actividades ilícitas o evitar ser descubiertos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. A los cada vez más extendidos «vuelcos» de droga, donde narcos fuertemente armados roban alijos a otras bandas y obtienen suculentos beneficios sabiendo que las víctimas no les van a denunciar, aunque sí se arriesgan a una venganza mortal, la Guardia Civil ha detectado últimamente varios casos de robos de embarcaciones de recreo en la Costa Blanca que son usadas de forma rápida en operaciones de introducción de hachís vía marítima y luego son abandonadas. Aquí no hay riesgo de ajustes de cuentas entre criminales, pero sí el de ser sorprendidos por las Fuerzas de Seguridad.

Así ocurrió hace varias semanas cuando el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Murcia, con base en Cartagena, sorprendió a cuatro hombres con antecedentes por tráfico de drogas a bordo de una valiosa embarcación robada en Altea.

La lancha fue detectada en aguas de Cabo de Palos, en Cartagena, y la Guardia Civil sospecha que los arrestados pretendían alijar droga, ya que disponían de equipos usados habitualmente por grupos de narcos para introducir droga por la costa.

Este no es el primer caso descubierto en el litoral de la Región de Murcia, ya que han detectado con anterioridad varios barcos robados en la Costa Blanca que son usados por narcos para alijar droga o también llevar combustible a narcolanchas que traen de Marruecos alijos de varias toneladas de hachís y tienen que repostar antes de la travesía de regreso.

Los cuatro implicados ingresaron en prisión preventiva tras pasar a disposición del juzgado de guardia de Cartagena como presuntos autores de un delito de robo y uso de embarcación.

Barco devuelto

La embarcación, de once metros de eslora y equipada con tres motores fueraborda de 400 cv de potencia, fue robada el día antes de la intervención de la Guardia Civil en un puerto deportivo de Altea y está valorada en 400.000 euros. El Instituto Armado ya ha procedido a devolver la lancha a su legítimo propietario.

La actuación se llevó a cabo en aguas de Cabo de Palos cuando guardias civiles de una patrullera del Servicio Marítimo Provincial de Murcia, con base en Cartagena, se encontraban realizando labores de vigilancia y detectaron la presencia de una embarcación sospechosa que navegaba alejada de la costa.

La patrullera del Instituto Armado inició maniobras de aproximación a la embarcación hasta alcanzarla al infundirles sospechas a los agentes y al proceder a la identificación de sus tripulantes, cuatro varones, comprobaron que todos tenían antecedentes por delitos de tráfico de droga.

Equipos de posicionamiento

Los guardias civiles constataron que se trataba de una embarcación de recreo sustraída el día antes de un puerto deportivo de Altea y al examinar la nave localizaron, entre otros efectos, varios equipos de posicionamiento, teléfonos satelitales e inhibidores de frecuencia de los habitualmente empleados por grupos de narcotraficantes para la introducción de droga por vía marítima.

Tras confirma el robo de la lancha la Guardia Civil detuvo a los tripulantes, cuatro hombres de entre 28 y 51 años y vecinos de Cádiz, Almería y Granada. Tres de ellos tenían nacionalidad española y uno venezolana.