Al banquillo por violar a una joven en una playa de Benidorm

La víctima sostiene que el procesado la penetró mientras ambos se encontraban bañándose en el mar apartados del resto del grupo

Los hechos ocurrieron en la Cala del Tío Ximo de Benidorm.

Los hechos ocurrieron en la Cala del Tío Ximo de Benidorm. / Axel Álvarez

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La Audiencia de Alicante sentó este martes en el banquillo a un joven acusado de violar a otra adolescente mientras ambos se estaban bañando de madrugada en la Cala del Tío Ximo de Benidorm, junto al paraje de Sierra Helada. La Fiscalía mantuvo para él una petición de condena de cinco años de prisión por un delito de abuso sexual, mientras que la defensa reclamó la absolución alegando que se trató de una relación consentida. Los hechos ocurrieron la noche del 10 de junio de 2021 cuando los grupos de amigos del procesado y de la víctima, que se habían conocido esa misma noche, coincidieron de fiesta. La joven estaba celebrando que habían acabado los exámenes de bachillerato y de la Selectividad.

Los dos grupos acabaron yéndose a bañar al mar en plena noche para culminar la fiesta. La joven aseguró que aunque esa noche había bebido se encontraba bien y no estaba afectada por el alcohol. La presunta agresión sexual se produjo cuando el acusado y la víctima se quedaron solos en el agua, a una distancia de entre cinco y diez metros de sus compañeros.  

"No sé cómo, me quedé a solas con él y empezó a besarme", relató la víctima al tribunal muy afectada en una declaración en la que se detuvo a llorar varias veces y en la que estuvo acompañada de una psicóloga para prestarle apoyo emocional.

Testimonios contrapuestos

La joven ha dicho que cuando él la empezó a penetrar le dejó claro que le dijo que parara en varias ocasiones y que se quedó en shock sin poder reaccionar. Hasta el punto de que cuando el otro se salió del mar, ella se quedó bloqueada e inmóvil en el agua y tuvo que ir un amigo para ayudarle a salir. Según su testimonio, le contó lo que acababa de pasar y éste le respondió que tenían que marcharse allí cuanto antes. Aunque se fueron todos del lugar en el mismo coche. Al día siguiente, la joven se lo contó a sus padres y pusieron la denuncia. 

Por su parte, el acusado aseguró que la víctima en ningún momento ella le dijo que no quería tener la relación. "Si ella me lo hubiera dicho, yo hubiera parado", aseguró. El procesado insistió en que se trató de una relación consentida, aunque señaló que notó que la víctima estaba "rara y distante" cuando volvían en el coche a casa. 

En el juicio, declararon los amigos del entorno tanto del acusado como de la víctima para responder lo que vieron aquella noche. Aunque ninguno se enteró de lo ocurrido hasta mucho después cuando la víctima, que está personada con acusación particular en la causa, relató la presunta agresión. La Fiscalía se ha basado en el testimonio de la joven para mantener su acusación y pedir la condena. El juicio quedó visto para sentencia en la Sección Tercera de la Audiencia.

Otro caso en la Marina Baixa

Mientras, en otra sala de la Audiencia se celebraba otro caso de abusos sexuales a una menor de edad. Concretamente de un abuelo a su nieta, en un municipio de la Marina Baixa.

El acusado de hacer tocamientos a su nieta aceptó este martes una pena de dos años de prisión. La acusación particular y la defensa cerraron un acuerdo de conformidad antes del juicio y al que posteriormente se adhirió la Fiscalía. 

El hombre estaba acusado de someter a tocamientos a su nieta, menor de edad, entre los años 2022 y 2023 cuando se quedaba con ella a solas en el domicilio familiar, situado en un municipio de la comarca de a Marina Baixa. La Fiscalía solicitaba inicialmente para él 8 años de prisión por un delito continuado contra la libertad sexual, pena que se vio rebajada tras el acuerdo alcanzado entre las partes.

Las acusaciones mantenían que el hombre sometió a tocamientos en sus partes íntimas la niña, cuando ésta tenía entre 9 y 10 años. La menor sufrió secuelas psicológicas como consecuencia de esos hechos.

Poco antes de la vista, el procesado abonó una cantidad de 4.000 euros en concepto de indemnización para la víctima por los daños morales. Las fuentes consultadas por este diario explicaron que tras este acuerdo se ha suspendido la pena al procesado, por lo que no tendrá que ingresar en prisión. Sin embargo, se le impondrá una orden de alejamiento que le impedirá acercarse a la víctima durante cuatro años.

El acuerdo provocó que la vista apenas durara unos minutos. El procesado admitió los hechos y las partes expusieron al tribunal los términos del acuerdo que habían alcanzado. Una conformidad que evitó que la víctima tuviera que testificar. 

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