Incautan 40 toneladas de carne y otros alimentos caducados en dos empresas de San Vicente y San Isidro

La Guardia Civil investiga por el fraude a un empresario de Alicante y a otro del municipio sanvicentero que produce hamburguesas y kebabs

La Guardia Civil incauta 40 toneladas de alimentos en mal estado en dos empresas de San Vicente y San Isidro

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Producían hamburguesas y kebabs con productos cárnicos caducados y falsificaban las etiquetas para comercializarlos en la provincia. Así operaban sendas empresas de San Vicente del Raspeig y Alicante cuyos dueños han sido investigados por la Guardia Civil por varios delitos tras la incautación de 40 toneladas de alimentos en mal estado en una mercantil del municipio sanvicentero y en una nave de San Isidro usada como almacén por la firma alicantina. Entre las mercancía caducada había carne para producir hamburguesas y kebabs.

La bautizada como "operación Repelo" ha permitido investigar a dos personas físicas y a dos empresas relacionadas con la distribución de alimentos en condiciones no aptos para el consumo. Los empresarios han sido acusados de delitos contra la salud pública, falsedad documental y contra el mercado y los consumidores.

Productos intervenidos por la Guardia Civil.

Productos intervenidos por la Guardia Civil. / INFORMACIÓN

La investigación comenzó el pasado abril, cuando la patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Alicante realizó varias inspecciones para combatir el fraude alimentario, enfocándose en prácticas ilegales como la falsificación, adulteración, etiquetado fraudulento, comercio y distribución irregular de alimentos.

Producción de hamburguesas y kebabs

Durante una inspección en una empresa de San Vicente del Raspeig, especializada en la producción de hamburguesas y kebabs, se detectaron varias irregularidades, como la existencia de materias primas sin la trazabilidad requerida para identificar su origen, productos cárnicos con la fecha de consumo preferente vencida y especias caducadas utilizadas en el procesamiento de alimentos.

El Seprona descubrió además una nave relacionada con esta empresa que operaba de forma clandestina. En su interior, las cámaras frigoríficas contenían productos caducados que habían sido etiquetados con fechas falsificadas para extender su vida útil y comercializarlos. Algunos de estos productos llevaban presuntamente congelados más de dos años, según la Guardia Civil.

El Seprona de la Guardia Civil en una de las inspecciones.

El Seprona de la Guardia Civil en una de las inspecciones. / INFORMACIÓN

Los agentes realizaron las inspecciones junto al Servicio de Inspección de Calidad Alimentaria del Centro de Salud Pública de Alicante y se procedió a la destrucción controlada de los productos incautados mediante un gestor autorizado.

Meses más tarde, el pasado septiembre, se llevó a cabo una nueva inspección en un centro de almacenamiento de San Isidro, donde detectaron nuevas irregularidades en alimentos almacenados por una empresa de Alicante, relacionadas con la trazabilidad, el etiquetado y la caducidad.

A raíz de estas actuaciones se ha investigado a los propietarios de las dos empresas implicadas de San Vicente del Raspeig y Alicante, dos hombres españoles de 44 y 54 años, por los delitos contra la salud pública, relativo al mercado y a los consumidores y falsedad documental. Asimismo, todas las infracciones detectadas han sido notificadas a la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana.

Una vez que los agentes finalizaron el atestado, el pasado noviembre remitieron las diligencias al Decanato del partido judicial de San Vicente del Raspeig.

La Guardia Civil afirma que han retirado del mercado 40.000 kilogramos de alimentos en mal estado o con deficiencias en su trazabilidad, principalmente productos cárnicos, que presuntamente habrían acabado en puestos de venta ambulante, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.

La Guardia Civil reafirma su compromiso con la salud y seguridad de los consumidores y asegura que continuará trabajando para garantizar que los alimentos que llegan al mercado cumplan con los estándares de calidad y legalidad establecidos.

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