Condenado por abusar de una joven mientras dormía durante una fiesta en Sax

La sala considera probada la falta de consentimiento y dice que el acusado provocó la situación

Fachada de la Audiencia Provincial de Alicante. / Jose Navarro

Europa Press

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La Audiencia de Alicante ha condenado a cuatro años de prisión a un acusado de abusar de una joven mientras se encontraba durmiendo durante una fiesta de cumpleaños en casa de un amigo en la localidad de Sax, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. Los hechos ocurrieron entre las cinco y las seis de la madrugada del 26 de julio de 2021 cuando agresor y víctima se encontraban en una fiesta de cumpleaños. A esas horas de la noche se fueron a dormir todos a una habitación con colchones dentro de la finca en la que se encontraban.

El fallo considera probado que el acusado se aprovechó de que la víctima estaba durmiendo para empezar a tocarla. Comenzó por la espalda y fue bajando hasta la zona vaginal, llegando a introducir sus dedos. La víctima se despertó de repente al sentir un gran dolor y darse cuenta de lo que estaba pasando. La joven pudo zafarse y comenzó a gritar al acusado para reprocharle lo que estaba haciendo. La sentencia señala que estos abusos se produjeron por parte del acusado a sabiendas de que la víctima no había prestado su consentimiento.

El procesado había alegado que entre los dos había habido cierta atracción mientras se encontraban en la fiesta, donde habían pasado un rato en un jacuzzi. Según la versión, del acusado la joven se había despertado cuando la tocaba la espalda y nunca llegó a introducirle los dedos en la vagina, sino que se trató de un tocamiento superficial por encima de las bragas. Fue en ese momento cuando le dijo «¿qué haces?» y se quedó muy confundido porque pensó que tenía su consentimiento. 

La víctima, por el contrario, aseguró que no recordaba nada del jacuzzi y que tras dormirse notó que le tocaban la espalda. De repente, notó un dolor muy fuerte en la zona vaginal y vio que algo le estaba tocando ahí abajo y que eran los dedos del acusado. Tras quedarse en shock, finalmente reaccionó preguntándole qué es lo que estaba haciendo y diciéndole que le iba a denunciar. La víctima tuvo problemas de autoestima tras este episodio y señaló que anteriormente no había tenido relaciones sexuales. 

Declaración persistente y creíble de la víctima

Los magistrados consideran que la declaración de la víctima resulta creíble y se ha mantenido firme y persistentemente en la misma versión a lo largo de todas sus declaraciones. La sentencia incide en que hay otros testimonios que corroboran la denuncia de la víctima. Sobre todo por el hecho de que había más personas dentro de la habitación cuando ocurrieron los hechos, aunque estaban durmiendo.

Uno de ellos es un joven que estaba durmiendo al lado de la víctima y a quien el acusado pidió que le cambiara el sitio, aunque en ese momento no sabía para qué. La reacción de la joven fue vista por todos los que se encontraban en la habitación.

La sala considera que no es de recibo la explicación del acusado de que hubo consentimiento porque no lo rechazó expresamente. «El procesado aprovecha una situación buscada por él, de cambiar el sitio a otra persona para conseguir un acceso sexual que no se limita a meras caricias superficiales, sino que van in crescendo hasta el punto de llegar a introducir los dedos en la vagina de la víctima, a la que acaba de conocer, actuando por la vía de hecho sin preocuparse u ocuparse de recabar el consentimiento, pues ni cruzó palabra alguna con la perjudicada que estaba durmiendo de espaldas a él y que no respondió de forma complaciente a las caricias previas en la espalda y en la cabeza», concluye el fallo.

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