Una joven británica ha ratificado este lunes desde su país, a través de videoconferencia, que en 2016 fue víctima de una violación grupal mientras estaba de turismo en Benidorm con su familia y que está convencida de que la drogaron previamente porque la agredieron sexualmente mientras estaba inconsciente y esa noche sólo consumió tres o cuatro bebidas alcohólicas. Los tres acusados niegan la violación grupal que les imputa la Fiscalía, que inicialmente solicita penas que suman 29 años y tres meses de prisión para cada uno como autores de tres delitos continuados de abuso sexual y uno de robo.
Según la acusación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron la madrugada del 2 de octubre de 2016 en Benidorm, cuando los procesados entablaron conversación con una joven de 24 años en un pub y aprovechándose de su estado de embriaguez, se la llevaron a un parque próximo en el que los tres mantuvieron relaciones sexuales con la víctima. Posteriormente, fueron en coche hasta un descampado donde repitieron la acción, sin contar con el consentimiento de la mujer, que se encontraba en un estado de semiinconsciencia, según el Ministerio Público. A la víctima, que pudo huir del lugar, le robaron un reloj y un anillo valorados en 497 euros.
Droga en la bebida
La joven ha ratificado la denuncia y ha dejado claro que debieron echarle droga en la bebida porque estaba inconsciente y se despertó tumbada semidesnuda en un coche y vio a tres o cuatro hombres fuera del vehículo. La turista ha asegurado además que no accedió a tener relaciones sexuales con los acusados y ha afirmado que aún se medica porque padece ansiedad y miedo a salir de casa sola. Por su parte, su madre ha explicado que su hija llegó a casa esa noche y dijo que la habían violado.
Uno de los acusados, que sólo ha contestado a las preguntas de su abogado, Aitor Esteban Gallastegui, ha reconocido en el juicio que él mantuvo una relación sexual consentida con la víctima y que desconoce si los otros dos acusados le hicieron algo dentro del coche. Sin embargo, en sede judicial declaró en su día que los otros dos normalmente abordaban a mujeres en estado ebrio para robarles y tener relaciones con ellas.
Otro procesado, defendido por el abogado José Soler Martín, ha contestado a la fiscal y a su defensa y ha vuelto a negar que tuviera relaciones con la víctima. Ha afirmado que sólo llevó en su coche a la joven y a los otros procesados a una discoteca.
El tercer acusado, defendido por Antonio Gascón Castillo, se ha acogido a su derecho a no declarar, pero se han leído sus manifestaciones en el juzgado, donde reconoció que los tres tuvieron sexo con la joven y aseguró que fue consentido.