Seis años por acuchillar a su compañero de piso en Benissa

La Audiencia de Alicante accede a expulsar al acusado del país cuando lleve cuatro años en prisión

El acusado en el banquillo  el día que se celebró el juicio.

El acusado en el banquillo el día que se celebró el juicio. / Hector Fuentes

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Un acusado de apuñalar a su compañero de piso en Benissa ha sido condenado a seis años de prisión, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El fallo le condena por un delito de intento de asesinato, ya que aunque la víctima sobrevivió a la embestida con el cuchillo, esta se produjo de manera sorpresiva e inesperada. La defensa había planteado una eximente por enajenación mental, aunque la sala solo la ha aplicado de manera parcial al estimar que no ha quedado probado cuál era su estado mental cuando cometió los hechos.

El acusado padece un trastorno límite de la personalidad y otro por abuso de alcohol. En lugar del internamiento en un centro, la Audiencia ha acordado que procede la expulsión del acusado, de nacionalidad marroquí, del territorio nacional cuando haya cumplido cuatro años de la condena y la prohibición a entrar en el país durante nueve años. Una medida reclamada por la defensa.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 27 de agosto de 2023 cuando el acusado llegó en estado de embriaguez a la casa que compartía con otros tres compatriotas. El hombre comenzó a gritar desde el balcón de su habitación a todas las personas que pasaban por la vía pública. Uno de sus compañeros de piso, despertado por los ruidos, se levantó a recriminarle lo que estaba haciendo, diciéndole que dejara de gritar porque quería dormir.

Intención de matar

Un poco más tarde, cuando la víctima salió al pasillo a oscuras fue atacado por sorpresa por el acusado con un cuchillo y sin que hubiera existido provocación alguna. A continuación y tras enfrentarse a él otros residentes en el piso, se dio a la fuga saltando por el balcón.

Los compañeros de piso declararon en el juicio que el acusado era una persona conflictiva y que solía dar problemas de convivencia, hasta el punto de que era natural que estuviera bebido. Los jueces concluyen que el agresor atacó a la víctima de manera sorpresiva con un cuchillo de doce centímetros de hoja y en una zona como es el abdomen donde existía un riesgo vital para la víctima. El fallo señala que el asesinato no se consumó por circunstancias ajenas a la voluntad del procesado

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