La Audiencia de Alicante juzga a un joven por abusar de tres de niñas de doce años amigas de su hermana

Las víctimas declaran que el procesado las abordó por separado y en días diferentes de madrugada aprovechando que se habían quedado a dormir en la casa mientras él solo admite algún roce involuntario

El acusado sentado en el banquillo al comienzo del juicio en la Audiencia Provincial.

El acusado sentado en el banquillo al comienzo del juicio en la Audiencia Provincial. / Hector Fuentes

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a un joven acusado de abusar de tres amigas de su hermana, cuando estas contaban con doce años de edad. Los abusos se habrían producido de madrugada en días diferentes con cada una de ellas, aprovechando que se habían quedado a dormir en su casa, sita en el municipio de Novelda. La Fiscalía reclama penas que suman 22 años de cárcel por la agresión sexual a las jóvenes, que ya tienen 19 años. Estas sostuvieron que tienen secuelas psicológicas por estos hechos.

Los interrogatorios a acusado y víctimas centraron la primera jornada de este juicio, que tiene una duración prevista de tres días, y en ellos ofrecieron versiones diametralmente opuestas sobre los hechos. El procesado, que contaba con 18 años de edad, acogiéndose a su derecho a contestar a su abogado., negó cualquier tipo de contacto con las víctimas, salvo algún roce involuntario con alguna. En cambio, las tres jóvenes han mantenido de forma categórica sus acusaciones de abusos, que se habrían producido mientras la hermana de su agresor estaba durmiendo al lado sin saber lo que ocurría. Todas declararon tras una mampara para no tener contacto visual con el presunto agresor.

El interrogatorio tuvo momentos de tensión cuando la defensa intentó buscar contradicciones en el testimonio de las denunciantes. Los hechos ocurrieron en distintos fines de semana entre octubre y noviembre de 2018. Todas las víctimas han hecho un relato muy similar de cómo el acusado se había metido con ellas en la cama en plena noche y había intentado hacerles tocamientos en sus partes íntimas, así como a colocarle una mano en sus genitales para que le masturbaran. A una de ellas además le habría obligado a hacer una felación.

Una vez que las jóvenes pusieron sus historias en común y descubrieron que les había pasado lo mismo, acabaron presentando la denuncia en enero de 2019. Hecho que les hizo perder la amistad con la hermana del procesado. En el juicio trascendió que pudo haber una cuarta afectada, pero esta nunca llegó a presentar denuncia, ni al acusado se le imputa nada por ella.

Relación fraternal

Con la primera víctima sobre la que se centraron los interrogatorios, el acusado tenía una relación casi fraternal. Tanto él como la joven, llegaron a asegurar que eran «como hermanos» y se conocían desde muy pequeños, siendo habitual que ella se quedara a dormir en casa. El acusado dijo que la noche del 17 de noviembre, en que dormían en el piso del padre, se metió con su hermana y la amiga a dormir porque su cama estaba ocupada y que como tiene costumbre de dormir abrazado a la almohada, en sueños acabó cogiendo a su amiga y que la rozó involuntariamente el trasero. Según dijo, al despertarse los dos y darse cuenta de lo ocurrido, se rieron y no le dieron más importancia porque «era una tontería».

Sin embargo, la joven relató que al recibir el abrazo se sorprendió, pero no se alarmó «porque para mí era como mi hermano mayor». Sin embargo, pronto empezó a notar cómo el acusado le intentaba meterle la mano por detrás. «No lo consiguió porque yo no me dejaba», dijo. En un momento dado, notó cómo el acusado le cogió su mano y se la llevó a los genitales para que le masturbara mientras la decía que «mi hermana no se va a enterar».

Segunda agresión

Otra de las víctimas hizo un relato similar por hechos ocurridos el 19 de octubre, cuando un grupo más grande se quedó a dormir, esta vez en casa de la madre. El acusado dijo que se quedó con ellas un rato y que a la denunciante solo le acarició el pelo. La joven en cambio dijo que al llegar a la vivienda en plena noche dijo «¿con quién puedo quedarme a dormir para no hacerlo solo?» y que aunque nadie respondió se tumbó con ella en el colchón.

La víctima sostuvo que en plena noche intentó tocarla en sus partes íntimas y que trató de llevarle la mano a los genitales para que le masturbara. «Para mí en ese momento, la víctima era su hermana porque no sabía como decírselo», aseguró.

Felación

La tercera de las denunciantes sostuvo que los hechos ocurrieron el 13 de octubre, también de madrugada. Según su relato, el acusado le llamó para que subiera a su habitación. «No era consciente de lo que pasaba, hasta que entré y me hizo cerrar la puerta», aseguró, sosteniendo que no solo le cogió la mano para masturbarse con ella, sino que después le obligó a hacerle una felación.

Sobre esta víctima, el acusado aseguró que ni siquiera tuvo contacto con ella y que no sabía por qué le acusaba. En su declaración deslizó que esa noche se quedaron a dormir otros amigos suyos en la casa, aunque la víctima identificó al procesado como su agresor.

Mensajes en el móvil y en redes

El acusado aseguró que tiempo después empezó a notar que el instituto le empezaban a retirar el saludo y que le llegaron rumores de lo que le acusaban. «No entendía qué pasaba», señaló, asegurando que una noche le dieron una paliza y que alguien en Instagram se había hecho pasar por él para poner mensajes en su nombre.

Mientras que este miércoles los interrogatorios se van a centrar en el entorno del acusado y las víctimas, para este jueves está previsto analizar el contenido de los teléfonos móviles y las redes sociales de los implicados en el transcurso de las pruebas periciales.

En los momentos previos a que se presentara la denuncia hubo mensajes de WhatsApp en el entorno de ambos y también fotos en lnstagram. El acusado dice que alguien puso mensajes en dicha red social en su nombre con una cuenta falsa.

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