Un acusado admite que ofreció 10.000 euros para que asesinaran a su expareja en Torrevieja

El acusado utilizó las aplicaciones WhatsApp y Telegram para intentar contactar con los presuntos sicarios

El acusado sentado este lunes en el banquillo al inicio del juicio.

El acusado sentado este lunes en el banquillo al inicio del juicio. / Hector Fuentes

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Un asesinato por encargo que afortunadamente no llegó a ejecutarse. La Audiencia de Alicante ha sentado este lunes en el banquillo a un hombre acusado de ofrecer entre 7.000 y 10.000 euros a varios conocidos a cambio de que mataran a su expareja sentimental en Torrevieja. El juicio se cerró con una conformidad, en la que el procesado ha admitido los hechos y ha aceptado seis años de cárcel por un delito de proposición de asesinato.

El procesado ha asumido las acusaciones durante su declaración en el juicio, señalado ayer en la Audiencia Provincial, tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, por el que se le aplicó una rebaja respecto a la condena solicitada inicialmente, de trece años y medio. El hombre ha sido condenado por un delito de proposición de asesinato con la agravante de parentesco.

Tras el reconocimiento de los hechos, el tribunal de la Sección Primera responsable de enjuiciar los hechos y que tiene la competencia en el enjuiciamiento de los casos de violencia machista, ha dictado sentencia condenatoria in voce, en los mismos términos pactados entre la acusación y la defensa.

Los hechos objeto del proceso ocurrieron en junio de 2022 cuando el procesado ofreció entre 7.000 y 10.000 euros a cuatro personas para que acabaran con la vida de la mujer con la que había mantenido una relación sentimental durante seis años, en la ciudad de Torrevieja. 

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el encausado se comunicó con los diferentes interlocutores a los que pretendía contratar para matar a su mujer a través de aplicaciones de mensajería para teléfonos móviles como WhatsApp o Telegram, con el propósito de disponer de mayor anonimato. En esas conversaciones ofreció la mitad del dinero a esos presuntos sicarios antes de que ejecutasen el crimen. Fuentes cercanas al caso señalaron que algunos de los receptores no recibieron un solo mensaje, sino que se puso en contacto con ellos varias veces e interesado en saber cuáles habían sido los avances.

Control de movimientos

En la vista ha testificado la expareja del acusado y víctima, quien apuntó que tuvo conocimiento de los planes del encausado después de que se lo contase una de las conocidas con las que, supuestamente, había contactado el procesado, informó Efe. 

«Me dijo que se había hecho amiga mía para conocer dónde estaba en cada momento y que le pagaban por ello», añadió poco antes de que el procesado hiciera uso de su derecho a la última palabra para pedir disculpas y asegurar que está «muy arrepentido».

Unos ofrecimientos que en el propio juzgado se habían tomado muy en serio, dado que el procesado estaba en prisión. Los mensajes en las dos redes sociales estaban aportados a la causa y eran lo suficientemente expresivos como para que se haya pactado una conformidad, en la que el procesado ha conseguido por lo menos una rebaja de la condena. En la causa, los forenses que reconocieron al acusado no encontraron ningún síntoma que apuntara a la existencia de patologías que limitaran su responsabilidad penal. Es decir, era perfectamente imputable.

Además de la pena de privación de libertad, el acuerdo de conformidad pactado entre las partes incluye alejamiento siete años a más de 300 metros por el que no se podrá acercar ni contactar con la víctima, así como también la retirada de la patria potestad de la hija, menor de edad, que el encausado compartía con ella. La sentencia ya es firme y contra ella no cabe recurso alguno. 

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