La promotora Corisa, propietaria también del inmueble que gestiona NH el hotel de la calle Méjico, han iniciado las obras en el edificio que se convertirá en el segundo hotel de lujo de Alicante con 50 habitaciones, pegado al Ayuntamiento y, curiosamente, a pocos metros del Amérigo, el otro establecimiento de cinco estrellas de la capital de la provincia. El hotel ocupará también otro edificio anexo al de la calle Altamira. El edificio de la calle Altamira 19 perteneció a la familia Montesinos. Siempre fue un edificio de viviendas y en sus bajos estuvo la Mueblería Just, uno de los comercios de la historia de la ciudad. El 31 de julio de 1943, el inmueble fue uno de los grandes afectados por la explosión de la armería El Gato, trágico suceso que dejó 17 muertos y 62 edificios derruidos, por lo que hubo que rehabilitarlo. La intención de los promotores es dar la gestión del establecimiento a una cadena. Husa, Hesperia y Eurostars son ahora mismo las candidatas.
Ahora comienza una nueva rehabilitación resueltos los reparos que había puesto la Concejalía de Urbanismo en diciembre de 2017. En total, se actuará sobre una superficie útil de 3.352 m2. Se han realizado trabajos de saneamiento y en la zonas del interior del inmueble que se pueden modificar.
Corisa adquirió el inmueble en 2016 al ganar la subasta municipal por 1,6 millones de euros y la inversión para reconvertir el edificio en hotel ronda los dos millones. Contará con 50 habitaciones y un restaurante en la planta baja. El plazo de ejecución es de unos dos años con un diseño del arquitecto Javier García Solera. Ya se han superado todos los trámites municipales y arrancan las obras que deberán respetar las normas de protección vigentes en el casco antiguo.
Alicante ha sufrido un crecimiento espectacular de su planta hotelera en los últimos años y en estos momentos cuenta con 28 hoteles abiertos, al margen de los edificios de apartamentos reglados. En la oferta de la ciudad hay de todo, desde los grandes establecimientos gestionados por cadenas como Meliá, NH o, entre otras AC, a pequeños establecimientos con encanto que se han ido repartiendo por el casco antiguo, algunos en inmuebles que se han recuperado. En total, la ciudad ofrece unas 6.500 plazas hoteleras, con una ocupación media anual del 70%.
Al hotel que construye la promotora Corisa junto a la plaza del Ayuntamiento también se unirán a medio plazo otros dos establecimientos con encanto. Uno ocupará el edificio que hasta el pasado sábado acogió durante más de 30 años la sala Desafinado en el casco antiguo y el otro la escolanía de la Concatedral de San Nicolás, tras el acuerdo de alquiler del inmueble al que ha llegado el Obispado con el empresario Luis Castillo, que ya gestiona otro hotel en la parte trasera de la concatedral.
