Aunque la Navidad es un momento en el que el estrés está a flor de piel, este año será completamente diferente, ya no solo por la limitación de comensales, si no porque puede ser el momento idóneo para organizar menús más sanos y dar un nuevo aire al espíritu navideño de los excesos. Conforme los días se hacen más cortos y la luz del sol brilla por su ausencia, hay mucha gente que pierde la motivación. Con la agitación del trabajo, los regalos navideños y la presión de la pandemia, es fácil saltarse el ejercicio diario y descuidar nuestra salud.

Al mismo tiempo, ésta es justo la época en la que la alimentación pasa a un segundo plano, dando prioridad a unas comidas navideñas de excesos y a unas cenas contundentes. Si a esto le sumamos menos deporte, no es difícil que tengamos la receta perfecta para ganar peso, perder la forma física, volvernos más infelices y ansiosos. Pero este año va a ser diferente.

Planifica, prepara y divide

La mejor forma de controlar lo que comemos es planificar con antelación las comidas y los aperitivos. Al planificar o preparar alimentos cuidadosamente y dividirlos en recipientes más pequeños, es posible que ahorres tiempo, dinero y tendrás la confianza de que estás comiendo bien y todo controlado.

Obtén el equilibrio que necesitas

Una alimentación correcta puede hacer maravillas en el cuerpo y en la mente, proporcionándote energía para que puedas funcionar y mejorar. Para asegurarte de que el cuerpo funcione de manera óptima, debes comer regularmente durante el día, considerando los alimentos como un combustible que impulsará al cuerpo y te permitirá rendir al máximo.

Por esa razón, es importante seguir una dieta equilibrada que combine hidratos de carbono, proteínas, y grasas. Estos nutrientes esenciales son también increíblemente importantes para tu salud, ayudando a reducir el riesgo de padecer enfermedades e infecciones. La base de una dieta equilibrada se encuentra en alimentos pobres en grasas y azúcares innecesarios y ricos en vitaminas, minerales y otros nutrientes. La fruta, la verdura, los cereales, los aceites y las fuentes de proteínas saludables son buenos ejemplos.

Hidrátate

Nada más levantarte es recomendable beber un vaso de agua. Esto ayudará a despertar los órganos y a volver a hidratar de forma inmediata el organismo. «Te sentirás más despierto y preparado para afrontar el día. Y, recuerdo que hay que intentar beber alrededor de 2 litros de agua al día», matiza el especialista de Freeletics.

Llena el plato con más frutas y verduras

Según un estudio reciente, existe una correlación entre comer frutas y verduras y sentirse positivo, y esta es una de las razones por las que es recomendable llenar la mitad del plato con frutas y verduras en cada comida. Los beneficios de las frutas y de las verduras son infinitos, cuanto más colorido es el alimento, más valor nutricional contiene.

El consumo de alimentos de color azul y morado como las berenjenas y los arándanos mejoran la digestión, reducen el colesterol, aumentan el sistema inmune y ayuda a combatir la inflamación. Los alimentos rojos como los tomates contienen licopenos, un fitonutriente que ayuda a combatir enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer, y los alimentos de hojas verdes son una fuente excelente de calcio, hierro, antioxidantes y carotenoides, que fortalecen los huesos, controlan la presión sanguínea y mejoran el metabolismo y la función cognitiva.

Dale un toque de sabor

Mejora la comida para mejorar tu estado de ánimo. Las especias pueden ser una gran fuente de antioxidantes y muchas tienen propiedades antiinflamatorias. El cacao contiene magnesio y la canela puede ayudar a equilibrar el azúcar en sangre.

Intenta añadir estas especias a los cereales o al smoothie que tomas en el desayuno. Para esos platos sabrosos, prueba a añadir un poco de romero fresco ya que tiene propiedades protectoras para el cerebro o espolvorea un poco de cúrcuma para combatir la inflamación.

Come con atención y relajación

Comer con atención es simplemente prestar atención mientras comes, dedicar tiempo a concentrarte en los alimentos que estás comiendo y cómo te hacen sentir.

Tomarse un tiempo para comer y digerir los alimentos también puede ser útil para perder peso, ya que ayuda al cuerpo a identificar cuándo está lleno y a evitar comer en exceso. Para animarte a comer con atención, come lejos de distracciones como el teléfono móvil, la computadora o la televisión, y dedica tiempo a comer, en lugar de estar picando todo el día o almorzar en tu escritorio mientras trabajas. Esto es especialmente importante si trabajas desde casa. En lo posible, no comas en la misma habitación donde trabajas y planifica horarios durante el día para comer sin estar delante de la computadora.

Elimina los alimentos procesados

En la mayoría de los casos, los alimentos procesados ofrecen poco o ningún beneficio nutricional. Normalmente están llenos de calorías vacías y deberían evitarse en la medida de lo posible. Si tu propósito es llevar a cabo el cuidado personal a través de tu dieta, entonces intenta realmente limitar los alimentos procesados preparando y planeando las comidas con antelación.

Una de las maneras más fáciles de hacerlo es preparar comidas saludables en grandes cantidades, para que no tengas que perder el tiempo cocinando todos los días. La preparación de comidas es un hábito fácil de adoptar. No necesitas ser muy organizado y muchas personas piensan que cocinar también puede ser terapéutico, o bueno para meditar y reflexionar sobre uno mismo.

Tal y como explican desde Freeletics, «puede parecer mucho esfuerzo, pero prestar atención a tu nutrición siempre vale la pena y es una parte importante del cuidado personal». Recuerda que llevar una dieta saludable y equilibrada puede mejorar tu estado de ánimo, tu bienestar mental y tu salud física en general.