Una nueva investigación ha podido determinar que, si existieran, otras civilizaciones de miles de mundos allende nuestro sistema solar pueden vernos y seguir nuestra evolución en la Tierra, valiéndose de los mismos conocimientos del universo que tenemos nosotros.

Nuestro Sol es sólo una de las aproximadamente 200 mil millones de estrellas que existen en nuestra galaxia. Y hemos descubierto que hay también al menos 3.200 sistemas planetarios ocultos en esa miríada de soles que pueblan la Vía Láctea, en torno a los cuales basculan 4.171 exoplanetas.

Las distancias que nos separan de esos exoplanetas, llamados así porque están situados fuera de nuestro sistema solar, son considerables: el más cercano, llamado Próxima Centauri b, está a 4,23 años luz de la Tierra, en la constelación de Centaurus.

El exoplaneta más lejano conocido hasta la fecha se llama OGLE-2005-BLG-390Lb y orbita un sol que está a 21.526 años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario, cerca del centro de la Vía Láctea. En el momento del descubrimiento era el exoplaneta más parecido a la Tierra.

Hemos sabido de ellos observando regularmente el brillo de las estrellas que orbitan: en determinado momento delatan el paso de un exoplaneta entre nosotros y ese remoto sol.

Observación inversa

Observación inversa Una nueva investigación, desarrollada en la Universidad de Cornell, ha calculado si, de la misma forma que nosotros hemos localizado exoplanetas, alguno de ellos podría haber observado o estar observando la Tierra.

Y la sorpresa ha sido mayúscula: identificó un total de 2.034 sistemas solares próximos, en un ámbito de 326 años luz de nosotros, en los que, si algunos de sus exoplanetas estuvieran habitados y con una tecnología equivalente o superior a la nuestra, alguien podría haberse dado cuenta de que la Tierra está habitada por otra civilización.

La Tierra ha estado expuesta a la observación de 1.715 sistemas estelares desde hace 5.000 años (algo después de la aparición de las ciudades) y lo estará para otros 319 sistemas estelares más en los próximos 5.000 años más, según los cálculos de esta investigación.

Por este motivo, si alguna civilización hipotéticamente habitara uno de esos exoplanetas, habría tenido suficiente tiempo para darse cuenta de que estamos aquí, y, si todavía no lo ha hecho, le sobra tiempo para darse cuenta en el futuro.

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Pueden percibirnos

Pueden percibirnos Otro dato significativo de esta investigación: de los 2.034 sistemas solares identificados, 117 de los mejor situados para observarnos están a menos de 100 años luz de la Tierra.

Es más, 75 de esos 117 sistemas solares están en la primera fila para vernos de la mejor forma posible desde que comenzamos a transmitir ondas de radio en 1879, clara firma de nuestra civilización que algunos exoplanetas podrían haber captado.

Cuarenta y seis de los exoplanetas han tenido incluso un tiempo de observación extenso de nuestro en los últimos 100 años. Sin embargo, 313 de ellos han perdido la capacidad de obtener imágenes de la Tierra.

“Nuestro análisis muestra que incluso las estrellas más cercanas generalmente pasan más de 1.000 años en un punto ventajoso donde pueden ver el tránsito de la Tierra”, explica una de las investigadoras, Lisa  Kaltenegger, en un comunicado.

«Si asumimos que lo contrario es cierto, eso proporciona una línea de tiempo suficiente para que las civilizaciones nominales identifiquen a la Tierra como un planeta interesante», añade.

Muchas posibilidades

Muchas posibilidades Esta investigación concluye que en la gran mayoría de los 2.034 sistemas solares analizados se podrían detectar los tránsitos de la Tierra en la actualidad, con matices significativos.

En el 66% de las estrellas, los tránsitos de la Tierra observables durarían al menos 10 horas, lo que aumentaría las posibilidades de detección. Solo en 868 de esos sistemas solares pasarán más de 10.000 años antes de que los tránsitos de nuestro planeta puedan ser detectados.

La conclusión de esta investigación señala, por un lado, algo de lo que no nos habíamos dado cuenta: de la misma forma que nosotros buscamos desesperadamente señales de vida inteligente dentro y fuera del sistema solar, otras hipotéticas civilizaciones podrían estar también registrando nuestra presencia en este rincón de la Vía Láctea.

Por otro lado, concluye también que, por donde quiera que se mire, las posibilidades de que alguien fuera de nuestro sistema solar haya podido notar que estamos aquí, son realmente considerables, si es que la vida inteligente existe más allá de nuestro planeta.

¿Otra inteligencia observándonos?

¿Otra inteligencia observándonos? Cuestión aparte es saber si en esos lugares privilegiados para observar nuestro planeta hay posibilidad de que exista la vida. Los investigadores destacan que alrededor del 10 por ciento de los sistemas solares identificados, son similares a nuestro Sol.

Otras cien estrellas son enanas marrones, con escasas posibilidades de acoger vida (al menos en la forma conocida), ya que su zona habitable es muy estrecha. El resto son estrellas más grandes y pequeñas, incluidas 75 enanas blancas, que están ya en estado terminal.

Sobre los exoplanetas que orbitan muchas de estas estrellas, los autores de esta investigación calculan que habrá más de 500 con la capacidad de ser similares a la Tierra. Y destacan que siete estrellas, dentro del radio de 325 años luz, tienen planetas confirmados.

Referencia

Referencia Past, present and future stars that can see Earth as a transiting exoplanet. L. Kaltenegger & J. K. Faherty. Nature volume 594, pages505–507 (2021). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-021-03596-y

Foto superior: La Tierra vista desde dentro del Sistema Solar. NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute