Las galaxias disponen de una zona de abastecimiento de combustible estelar ubicada a su alrededor: desde estos depósitos ocultos fluyen nubes de gas que las nutren y provocan su crecimiento, formando así nuevas estrellas y planetas. 

La mayoría de las galaxias, incluida la Vía Láctea, crecen acumulando nuevo material y convirtiéndolo en estrellas. Sin embargo, se desconoce de dónde proviene ese nuevo material y cómo fluye hacia las galaxias para crear estrellas. Ahora, una nueva investigación desarrollada por el astrónomo Sanchayeeta Borthakur de la Universidad Estatal de Arizona, en Estados Unidos, concluye que existen depósitos de combustible que rodean a las galaxias: el combustible cae sobre ellas y les permite formar nuevas estrellas y sistemas planetarios.

Las vitaminas de las galaxias

En líneas generales, la formación estelar es el proceso a través del cual enormes masas de gas, en ocasiones denominadas "guarderías estelares", colapsan para formar estrellas. Según una nota de prensa, el científico estadounidense se preguntó por qué se ha detectado que las galaxias del universo cercano crecen y se desarrollan a un ritmo tan acelerado, mayor a aquel que indicaría su nivel de reservas internas de gas formador de estrellas. 

En consecuencia, pensó que las galaxias deben estar recibiendo más gas desde algún lugar no identificado, que les permite complementar sus reservas propias y continuar produciendo nuevas estrellas. En otras palabras, las galaxias necesitan “vitaminas” que complementen su nutrición y hagan posible continuar su crecimiento acelerado.

El escenario planteado desemboca en algunas preguntas lógicas: ¿de dónde proviene ese gas “extra”? ¿Cómo alimenta a las galaxias? ¿Dónde están localizados los depósitos de combustible estelar? Para resolver estas incógnitas, Borthakur acudió a datos de sondeos de distintas zonas del cosmos realizados con el telescopio de Arecibo y el telescopio espacial Hubble. A partir de estas investigaciones previas, pudo reconstruir el entramado cósmico que permite alimentar a las galaxias, desde depósitos de combustible estelar que las rodean y que no se dejan ver fácilmente. 

Pistas en la oscuridad

Para el astrónomo, su trabajo fue similar a apreciar una ciudad desde el cielo, en medio de la oscuridad de la noche. Solamente podremos observar las luces de las casas y los edificios, pero una gran zona de oscuridad permanecerá oculta para nuestros ojos. Es probable que en esas regiones oscuras existan granjas, campos e instalaciones que sustentan la dinámica de la ciudad durante el día. En las galaxias ocurre algo similar: el brillo de las estrellas no deja ver los depósitos de gas que se ubican en los alrededores. Precisamente, desde esas zonas ocultas llega el combustible complementario que las nutre. 

A partir de los datos previos y el empleo de un método estadístico denominado correlación cruzada, que permite medir la asociación entre dos cantidades, el científico estadounidense pudo identificar la ubicación de los depósitos de combustible estelar y explicar cómo desde esas áreas contiguas a las galaxias llegan nubes de gas, multiplicando el efecto de las reservas internas y permitiendo incrementar la producción de estrellas.

Ahora, el autor del nuevo estudio, publicado en The Astrophysical Journal, se propone un nuevo desafío: identificar las vías específicas a través de las cuales las nubes de gas de los depósitos externos pueden llegar a las regiones internas de las galaxias. Sabiendo que las galaxias como la nuestra seguirán creciendo y formando muchos más sistemas solares en función del ingreso de nuevo material, el astrónomo cree que es vital identificar la fuente del combustible estelar para predecir si se formarán nuevas estrellas en el futuro.

Referencia

How are Lyα Absorbers in the Cosmic Web Related to Gas-rich Galaxies? Sanchayeeta Borthakur. The Astrophysical Journal (2022). DOI:https://doi.org/10.3847/1538-4357/ac3133