Los científicos planetarios están ansiosos por traer rocas, suelo e incluso aire del Planeta Rojo a la Tierra, pero otros especialistas temen por una posible contaminación de la biosfera de nuestro planeta. Según este punto de vista, se debería crear una instalación de recepción de muestras de Marte fuera de la Tierra, para analizar los materiales antes de que lleguen a nuestro planeta y puedan derivar en una potencial catástrofe ecológica interplanetaria.

Según un artículo publicado en Scientific American, la llegada de muestras marcianas a la Tierra con fines científicos podría tener derivaciones negativas: muchos especialistas creen que existen riesgos de generar algún tipo de contaminación en nuestro planeta, debido a las desconocidas especies microbianas alienígenas que podrían introducirse en el ambiente terrestre. El debate es trascendente si tenemos que cuenta que la misión Mars Sample Return (MSR), de la NASA y la ESA, planea traer las primeras muestras marcianas a la Tierra sobre 2031.

El plan ya está en marcha

Aunque en términos oficiales Mars Sample Return es actualmente una campaña o misión en proceso de diseño, varios de los pasos planteados ya están en desarrollo. Principalmente, el rover Perseverance ya ha recolectado muestras y lo seguirá haciendo hasta que culmine sus tareas. Posteriormente, la Sample Return Lander (SRL) integraría una plataforma de superficie, un rover y un vehículo para salir de la superficie de Marte, con el propósito de recolectar, resguardar y luego transferir los tubos con las muestras a un elemento de contención preparado para orbitar, denominado Orbiting Sample (OS).

Por último, el contenedor de muestras será lanzado a la órbita de Marte, donde será capturado por el Earth Return Orbiter (ERO), destinado a conducir las muestras de rocas, suelo y hasta aire marciano hacia la Tierra. Se prevé que el orbitador recupere las muestras en orbita y las devuelva a nuestro planeta en 2031: de esta manera, el recipiente de retorno de muestras llegaría encapsulado dentro del módulo de reingreso a la Tierra en menos de 10 años.

¿Cuáles son los riesgos de introducir estas muestras en nuestro ambiente? Para algunos científicos, los peligros no existen: sostienen que en los más de 3.500 millones de años desde que apareció la vida en la Tierra, billones de rocas marcianas han ingresado en nuestra atmósfera y que no existen evidencias de algún tipo de consecuencias relacionadas. Según distintas estimaciones científicas, alrededor de 500 kilogramos de rocas marcianas aterrizan en nuestro planeta cada año.

Privilegiar la ciencia o la seguridad

Sin embargo, a principios de este año la NASA solicitó comentarios públicos sobre un borrador de declaración de impacto ambiental asociado a la llegada de las muestras marcianas, obteniendo 170 comentarios, la mayoría de los cuales fueron negativos. Muchos de los encuestados sugirieron que cualquier envío de materiales marcianos debería recibirse y estudiarse primero fuera de la Tierra, un enfoque prudente pero que podría ser muy complejo en términos logísticos y presupuestarios.

Para solucionar este problema, algunos expertos creen que no es necesario construir una instalación receptora muy sofisticada. Un modesto centro de análisis fuera de la Tierra podría verificar que las muestras sean seguras y luego enviarlas a laboratorios de todo el mundo, que ya cuentan con instrumentación más compleja. De esta forma, se evitarían los riesgos iniciales y, al mismo tiempo, no se seguirían retrasando los avances científicos que podrían estar ligados a la comprobación de algún tipo de vida extraterrestre en las muestras recolectadas. 

A pesar de esto, desde algunos sectores se sostiene que una central receptora básica no podría garantizar que las muestras no deriven en una posible contaminación global. Al mismo tiempo, China anunció recientemente sus propios planes independientes para traer material marciano directamente a la Tierra, quizás antes de la campaña de devolución de muestras de Marte liderada por la NASA y la ESA.

Considerando que la ciencia ya ha logrado determinar dónde y cómo probar la presencia de vida extraterrestre en Marte, y que las posibilidades de hallarla son altas, el debate es si este avance histórico en nuestra comprensión del Universo puede justificar asumir los riesgos de una probable amenaza para la salud del planeta y de la humanidad.