El estudio de los oídos internos fosilizados de los antepasados de los mamíferos sugiere que la sangre caliente en este tipo de vertebrados podría haberse originado hace unos 233 millones de años, mucho después de lo que se pensaba hasta ahora.

Un equipo internacional de científicos ha descubierto que la endotermia, también llamada sangre caliente, surgió hace aproximadamente 233 millones de años, durante el Período Triásico, unos 20 millones de años más tarde de lo que se pensaba hasta ahora.

Investigaciones anteriores habían indicado que los ancestros de los mamíferos comenzaron a desarrollar sangre caliente hace unos 252 millones de años, alrededor de la época de la extinción del Pérmico, conocida como la "Gran Mortandad". La nueva investigación es mucho más precisa.

Un animal de sangre caliente es el que mantiene su temperatura corporal a un nivel aproximadamente constante, independiente de la temperatura del ambiente (homeostasis térmica).

La ventaja de un organismo homeotérmico es que su temperatura corporal favorece procesos como el pensar, moverse o digerir comida, por lo que presenta una ventaja evolutiva respecto a los animales de sangre fría.

 Sangre caliente

Los organismos de sangre caliente tienen también una desventaja: necesitan grandes cantidades de energía para mantener su temperatura corporal y corren el peligro de colapsar si su temperatura cambia, aunque sea ligeramente.

En general, todos los mamíferos poseen el metabolismo de sangre caliente, pero los científicos no han podido establecer con precisión en qué momento evolutivo la endotermia apareció por primera vez en los seres vivos.

La nueva investigación ha examinado la anatomía del oído de los mamíferos vivos y extintos, así como de sus parientes cercanos, para determinar cuándo surgió por primera vez la sangre caliente.

Oídos internos

En un artículo publicado en Nature, los autores de esta investigación, de la que es primer autor Ricardo Araújo, del Instituto de Plasmas e Fusão Nuclear, Instituto Superior Técnico, Universidade de Lisboa (Portugal), explican que el tamaño reducido de las estructuras del oído interno llamadas canales semicirculares (pequeños tubos llenos de líquido que ayudan a mantener el equilibrio) en fósiles de precursores de mamíferos, muestra claramente el momento evolutivo en el que emergió de la endotermia.

La viscosidad, o fluidez del líquido del oído interno, y de todos los fluidos, cambia con la temperatura. Este fluido en los animales de sangre fría es más frío y espeso, lo que requiere canales más anchos. Los animales de sangre caliente tienen un oído menos viscoso y canales semicirculares más pequeños.

Los investigadores compararon los canales semicirculares en 341 animales, 243 existentes y 64 extintos. El reducido tamaño de los canales semicirculares de los ejemplares analizados demostró que la endotermia llegó millones de años más tarde que algunas estimaciones anteriores.

Sinápsidos precursores

Las primeras criaturas que alcanzaron la endotermia se llaman sinápsidos de los mamíferos. Los sinápsidos son uno de los dos grandes linajes de amniotas que hicieron su aparición hace unos 320 millones de años, durante el período Carbonífero superior.

Los autores destacan que, aunque los primeros mamíferos verdaderos aparecieron aproximadamente 30 millones de años después, los sinápsidos comenzaron a adquirir mucho antes rasgos que luego se asociarían con los mamíferos.

Asimismo, explican que la endotermia evolucionó en un momento en que las características importantes de la arquitectura corporal de los mamíferos estaban encajando, como los cambios en la columna vertebral relacionados con la marcha, la presencia de un diafragma y una articulación de la mandíbula y un sistema auditivo más parecidos a los de estos vertebrados.

Momento evolutivo especial

La endotermia de los mamíferos llegó en un momento evolutivo lleno de acontecimientos, con dinosaurios y reptiles voladores que dominarían los ecosistemas durante mucho tiempo.

La endotermia apareció por primera vez en ese contexto, a partir de criaturas de sangre fría. Lo hizo relativamente rápido, tal vez en menos de un millón de años, en lugar de mediante un proceso gradual más largo, según los investigadores.

Los mamíferos desempeñaron papeles secundarios en los ecosistemas dominados por los dinosaurios antes de tomar el relevo después de la extinción masiva de hace 66 millones de años. Entre los animales de hoy, los mamíferos y las aves son de sangre caliente.

Referencia