El análisis de los genomas de 13 neandertales que vivieron en dos cuevas separadas por 70 kilómetros en la actual Siberia hace unos 55.000 años, ha permitido establecer el perfil de una de las últimas familias neandertales antes de su extinción. Vivía en pequeños grupos, evitaba la endogamia y fomentaba el parentesco.

Los neandertales, homínidos extintos de Eurasia, formaron pequeñas comunidades de individuos emparentados, aunque hasta ahora no había sido posible conocer bien cómo era su vida antes de su completa desaparición.

El reciente premio Nobel sueco Svante Pääbo descifró el genoma de un neandertal por primera vez en 2010, seguido de otros 17 genomas de esta especie humana.

Sin embargo, eso no fue suficiente para obtener información sobre las conexiones familiares, debido a que los restos examinados provenían en su mayoría de diferentes épocas y regiones, mientras que la tecnología requerida para descubrir esas conexiones solo ha sido desarrollada en los últimos años.

Ahora, gracias a la genética, se han averiguado más cosas sobre cómo se organizaban estos grupos, quiénes eran sus miembros y quién era nuevo en el clan.

Dos cuevas neandertales

Investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania) recuperaron el ADN de 17 restos neandertales, el mayor número de restos neandertales jamás secuenciados en un solo estudio, informan en un comunicado.

Los 17 restos procedían de 13 individuos neandertales, 7 hombres y 6 mujeres, de los cuales 8 eran adultos y 5 niños y jóvenes encontrados en dos cuevas en las montañas de Altai, Siberia (Rusia).

Los neandertales ocuparon brevemente estos sitios hace unos 54.000 años, y de sus depósitos se recuperaron asimismo múltiples restos de neandertales potencialmente contemporáneos.

El estudio genético, el más grande conocido de esta especie humana hasta el momento, reconoce a un padre con su hija adolescente, un par de parientes de segundo grado que podrían ser tíos, abuelos o primos, y mujeres de otros grupos.

Cueva de Chagyrskaya, donde vivía la última familia neandertal conocida antes de la extinción. Bence Viola

Familia neandertal más antigua

Publicado en la revista Nature, el estudio retrata la familia humana más antigua conocida que ha sido identificada por sus vínculos genéticos.

Once de los nuevos genomas corresponden a restos de individuos encontrados en la estrecha cueva Chagyrskaya, mientras que los otros dos fueron desenterrados en otra cueva distante unos 70 kilómetros, Okladnikov.

Los neandertales de Chagyrskaya y Okladnikov cazaban cabras montesas, caballos, bisontes y otros animales que migraban a través de los valles de los ríos que dominan las cuevas.

Recolectaban materias primas para sus herramientas de piedra a decenas de kilómetros de distancia, y la presencia de la misma materia prima en ambas cuevas confirma los vínculos genéticos entre los habitantes de ambas cuevas.

Contemporáneos

La combinación de heteroplasmias y de individuos relacionados sugiere además que los neandertales encontrados en ambas cuevas desarrollaron su vida en el mismo momento temporal. Eran todos aproximadamente de la misma edad.

También se ha observado que la diversidad genética era extremadamente baja dentro de estas comunidades neandertales, que estarían formadas por pequeños grupos de 10 a 20 individuos.

Esto sugiere que, posiblemente, eran grupos al borde de la extinción (los neandertales se extinguieron hace unos 40.000 años), aunque las duras condiciones de vida siberianas podrían explicar también el reducido tamaño de los grupos neandertales que habitaban ambas cuevas.

Vínculos entre cuevas

Los datos genéticos señalan asimismo que esos neandertales no vivían en comunidades completamente aisladas: al comparar la diversidad genética de ambas comunidades en el cromosoma Y, que se hereda de padres a hijos, con la diversidad del ADN mitocondrial, que se hereda de las madres, los investigadores descubrieron que esta herencia materna era mucho mayor.

Esto sugiere que eran las mujeres las que emigraban con frecuencia de una cueva a otra, mientras que los hombres tendían a permanecer en su familia nuclear originaria.

Esta práctica, frecuente en el 70% de los grupos cazadores-recolectores modernos, permite el intercambio genético para reducir la endogamia y la creación de redes de parentesco, destacan los investigadores. Sin embargo, el nivel de consanguinidad de estos neandertales era similar al de los gorilas actuales que están en peligro de extinción.

Referencia

Genetic insights into the social organization of Neanderthals. Laurits Skov et al. Nature, volume 610, pages519–525 (2022). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-022-05283-y