Microbiología

Descubren un organismo microscópico que come virus

Una “dieta” basada únicamente en virus puede respaldar el crecimiento de estos organismos e incluso el aumento de la población

Una variedad de organismos microscópicos no solo pueden consumir virus, sino que también logran crecer y dividirse únicamente consumiendo virus.

Una variedad de organismos microscópicos no solo pueden consumir virus, sino que también logran crecer y dividirse únicamente consumiendo virus. / Crédito: Masum Ali en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

Los científicos han descubierto que algunos animales han aprendido a comer ciertos virus y usarlos como alimento y energía: una especie de Halteria, que son ciliados microscópicos que prevalecen en los hábitats de agua dulce de todo el mundo, puede consumir una cantidad considerable de clorovirus infecciosos, desarrollándose en forma individual y colectiva a partir de ellos.

Científicos de la Universidad de Nebraska-Lincoln, en Estados Unidos, han comprobado que una variedad de organismos microscópicos que proliferan en ambientes acuáticos tienen la capacidad de “alimentarse” a través de virus: no solo logran sobrevivir gracias al consumo de los virus, sino que además pueden multiplicar su población únicamente a partir del consumo de patógenos. 

Según una nota de prensa, los investigadores descubrieron que una especie de Halteria, ciliados microscópicos que pueden encontrarse en los hábitats de agua dulce en todo el planeta, puede comer grandes cantidades de clorovirus infecciosos que comparten su ambiente acuático. El clorovirus, también denominado virus Chlorella, es un género de virus de ADN de doble cadena, que se destaca por su gran tamaño.

Los virus, un alimento “completo”

El nuevo estudio, liderado por el científico John DeLong y publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), supone la primera comprobación mediante experimentos de laboratorio que una dieta exclusiva de virus, que el equipo de investigadores llamó "virovoria", es suficiente para impulsar el crecimiento fisiológico e incluso el aumento de la población de un organismo determinado.

Históricamente se creyó que los virus no formaban parte de la alimentación de otros organismos, o por lo menos de la gran mayoría de ellos, pero esta nueva investigación parece indicar que es necesario revisar este concepto. Al parecer, esta extraña “dieta” elegida por la variedad de Halteria estudiada tendría una influencia crucial en el ciclo global del carbono, hasta ahora inadvertida. 

Aunque la dieta "virovoria" había sido postulada previamente, existen escasos antecedentes sobre estudios que intentaran verificarla. Sin embargo, DeLong y su equipo conocían que los virus estaban hechos no solo de carbono, sino también de otros componentes esenciales para la vida, como fósforo, nitrógeno y ácidos nucleicos. De esta manera, entendieron que no podían ser considerados como una “comida chatarra” ni mucho menos: ¿por qué, entonces, no podrían formar parte de la alimentación básica de ciertos organismos? 

¿Una nueva visión sobre el ciclo global del carbono?

Se sabe que los clorovirus infectan a las algas verdes diminutas, para finalmente “explotar” en el interior de sus anfitriones unicelulares como si fueran globos: en ese momento, liberan carbono y otros componentes esenciales para la vida en el océano circundante. Ese carbono, que podría derivarse hacia los depredadores de las diminutas algas, es aspirado por otros microbios y patógenos, conformando un "programa de reciclaje" en miniatura.

Sin embargo, los ciliados podrían estar equilibrando el reciclaje de carbono que llevan adelante los virus, al alimentarse con estos mismos patógenos. Al nutrirse con los virus, estos organismos microscópicos estarían facilitando el ascenso del carbono desde la parte inferior de la cadena alimenticia hacia estratos superiores, al darle una movilidad ascendente que los virus normalmente impedirían, gracias al mencionado "reciclaje". 

De acuerdo a los investigadores, los ciliados presentes en un pequeño estanque podrían consumir aproximadamente 10 billones de virus al día. Al realizar un simple cálculo que tenga en cuenta cuántos virus y ciliados existen y cuánto espacio de agua dulce está disponible en la Tierra, puede advertirse claramente que, de comprobarse finalmente esta tendencia, estaríamos en presencia de una enorme cantidad de transferencia de energía en el marco de la cadena alimenticia. 

En concreto, los científicos creen que si esto está sucediendo a la escala indicada, el descubrimiento podría cambiar por completo nuestra visión sobre el ciclo global del carbono.

Referencia

The consumption of viruses returns energy to food chains. John P. DeLong et al. PNAS (2022). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2215000120