Paleontología

El animal más grande de la historia pudo haber sido un ictiosaurio superdepredador del Triásico

Los científicos creen que la extinción masiva del Pérmico-Triásico redujo la diversidad en los océanos, creando una oportunidad única para que evolucionaran animales gigantes

Porción del esqueleto de un ictiosaurio hallado en 1812.

Porción del esqueleto de un ictiosaurio hallado en 1812. / Créditos: Casa Everard / Wikimedia Commons.

Pablo Javier Piacente

Los nuevos descubrimientos de fósiles muestran que los reptiles marinos depredadores de hace 200 millones de años pueden haber sido más grandes que las ballenas azules de hoy, consideradas hasta el momento como la especie animal de mayor tamaño de todos los tiempos. Además, los estudios muestran que estos enormes reptiles del Triásico, conocidos como ictiosaurios, evolucionaron con una rapidez asombrosa. 

Una serie de nuevos hallazgos y la reinterpretación de otros más antiguos ha llevado a una parte importante de la comunidad científica a considerar seriamente que los animales más grandes en la historia del planeta no son las ballenas azules de la actualidad: al parecer, los enormes reptiles conocidos como ictiosaurios, superdepredadores que habitaron la Tierra hace aproximadamente 200 millones de años, podrían haber alcanzado un mayor tamaño. 

Los gigantes del Triásico

Se sabe que la ballena azul alcanza los 30 metros de largo y pesa 199 toneladas: a lo largo de 500 millones de años de evolución animal nada se le acerca, ni siquiera los dinosaurios más grandes. Sin embargo, durante varias décadas se han acumulado diferentes pruebas de la existencia de un superdepredador realmente enorme, capaz de rivalizar con los imponentes cetáceos: se trata de un gigantesco reptil que nadó en los mares de la Tierra prehistórica hace entre 200 y 250 millones de años.  

Según un artículo publicado en New Scientist, los datos son contundentes a favor de la hipótesis de que algunos ictiosaurios, nombre científico dado a estos voluminosos reptiles, crecieron lo suficiente como para poner en duda la supremacía de la ballena azul en términos de tamaño. Los ictiosaurios se definen como un orden extinto de saurópsidos (Sauropsida), que vivieron desde el Triásico Inferior hasta el Cretácico Superior, en los actuales territorios de América, Europa y Asia.

En 2004, Elizabeth Nicholls y su colega Makoto Manabe descubrieron enormes huesos fosilizados de un ictiosaurio cerca del río Sikanni Chief en Columbia Británica, en el oeste de Canadá. La nueva especie fue bautizada como Shonisaurus sikanniensis: vivió durante el Triásico, hace unos 218 millones de años, y tenía una longitud estimada de 21 metros, siendo reconocido como el reptil marino más grande de todos los tiempos. Los científicos aclararon que solo se identificó entre un 50 y un 60 por ciento del esqueleto.

En tanto, en 2016 fue descubierto en Lilstock, en el suroeste de Inglaterra, un gigantesco trozo de hueso de 96 centímetros de largo. Posteriormente se comprobó que era parte de un hueso surangular de la mandíbula inferior de un ictiosaurio. El científico Paul de la Salle verificó que tiene unos 205 millones de años de antigüedad, lo que significa que el animal al que pertenecía vivió cerca del final del Triásico. Si solo una parte de la mandíbula tenía casi un metro de largo, es fácil imaginar la increíble magnitud que podría haber alcanzado este animal

Un rápido y fuerte crecimiento

En el mismo sentido, dos estudios publicados en 2021 y 2022 en las revistas Science y Journal of Vertebrate Paleontology, respectivamente, muestran por qué es factible que los ictiosaurios hayan sido loa animales más grandes que existieron en la Tierra. El paleontólogo Martin Sander, que lideró ambas investigaciones, sostiene que las ballenas no fueron los primeros gigantes marinos en evolucionar. Sander y sus colegas describen un ictiosaurio fósil de 244 millones de años de antigüedad, que habría rivalizado en tamaño con los cetáceos modernos.

El animal existió como máximo 8 millones de años después de la aparición de los primeros ictiosaurios, lo que sugiere una expansión de tamaño mucho más rápida, que puede haber sido impulsada por procesos posteriores a la extinción masiva del Pérmico. Al comienzo del Triásico, los océanos habían sido virtualmente despojados de vida animal: los ictiosaurios se sumergieron en este mundo marino de aspecto poco prometedor, pero encontraron una situación inmejorable para desarrollarse al máximo potencial, dada la escasa biodiversidad existente y, por consiguiente, la menor competencia para la obtención de recursos

Ahora, nuevos estudios deberán seguir en la búsqueda de fósiles que finalmente confirmen el tamaño definitivo que alcanzaron los ictiosaurios, que al parecer podrían destronar a las ballenas azules como los animales más grandes de todos los tiempos, resurgiendo luego de cientos de millones de años desde las profundidades de la Tierra. 

Referencias

Early giant reveals faster evolution of large body size in ichthyosaurs than in cetaceans. P. Martin Sander et al. Science (2021). DOI:https://doi.org/10.1126/science.abf5787

Giant Late Triassic ichthyosaurs from the Kössen Formation of the Swiss Alps and their paleobiological implications. P. Martin Sander et al. Journal of Vertebrate Paleontology (2022). DOI:https://doi.org/10.1080/02724634.2021.2046017