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Biología

La vida lleva el control de su propia existencia: por eso ha triunfado

Los seres vivos, desde sus orígenes más sencillos, son protagonistas activos y creativos de la dinámica evolutiva

Evolución con agencia: la vida, desde bacterias hasta animales y plantas, interactúa y toma el control de su destino evolutivo.

Evolución con agencia: la vida, desde bacterias hasta animales y plantas, interactúa y toma el control de su destino evolutivo. / IA/T21

EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21

EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE/T21

Madrid

El protagonismo evolutivo no es exclusivo de la mente humana: también lo ejercen bacterias, plantas y animales con sistema nervioso. Su agencia moldea la evolución, posibilitando nuevas formas de cooperación, autonomía y organización compleja. Los científicos españoles Álvaro Moreno y Juli Peretó consideran incluso que la agencia constituye el núcleo organizativo de la vida.

La “agencia” en biología es la capacidad que tienen los seres vivos para “hacer cosas por sí mismos”: actuar, tomar decisiones sencillas y modificar su entorno de forma activa para sobrevivir y evolucionar.

Por ejemplo, cuando una bacteria nada hacia una fuente de alimento, una planta orienta su crecimiento hacia la luz o un animal escoge un refugio, todos actúan con agencia. Estas acciones muestran la habilidad de los seres vivos para responder de modo flexible a los desafíos del entorno y, en cierto sentido, “tomar el control” de su propia existencia.

La idea de agencia ayuda a entender que los organismos tienen un papel activo en su evolución y transformación. También contribuye a explicar cómo han surgido nuevas formas de vida y comportamientos complejos, desde los primeros microbios hasta animales, plantas, hongos y humanos.

¿Intencionalidad de la vida?

El concepto de “agencia” comenzó a discutirse formalmente en la biología a partir de la segunda mitad del siglo XX, aunque sus raíces filosóficas son anteriores. Durante mucho tiempo, la ciencia evitó atribuir voluntad o “propósito” a los seres vivos, pero el debate cobró fuerza gracias a los avances en filosofía de la biología y al desarrollo del paradigma de la “Extended Evolutionary Synthesis” en los años 80 y 90.

Ya en el siglo XIX, Darwin y Lamarck reflexionaron sobre la autonomía y la “intencionalidad aparente” de los organismos. Sin embargo, fue hacia finales del siglo XX y especialmente en el XXI cuando la agencia se incorporó como concepto técnico en biología, para interpretar fenómenos como la construcción de nichos, la regulación interna y la capacidad de los organismos de impulsar cambios evolutivos propios.

Debate científico

Originalmente, la biología evolutiva consideraba la vida como producto pasivo de la selección natural y los mecanismos genéticos. Hoy se reconoce que la evolución trasciende la adaptación reactiva: es un proceso donde los seres vivos, desde sus orígenes más sencillos, se convierten en protagonistas activos y creativos de la dinámica evolutiva.

El libro de los científicos españoles Álvaro Moreno y Juli Peretó An Evolutionary Story of Agency. How Life Evolved to Act on its Own (Springer 2025) integra y profundiza este giro epistemológico: reconstruye el surgimiento gradual de la agencia desde las primeras formas vivas —protocélulas y bacterias— hasta la complejidad de la multicelularidad, el movimiento animal y la cognición avanzada. Para estos autores, la agencia constituye el núcleo organizativo de la vida: se expresa a través de la interacción recíproca entre organización interna y acción externa, y es fuente de causalidad capaz de modificar contextos y abrir nuevas trayectorias evolutivas.

Lo más significativo de la aportación de Moreno y Peretó es la definición evolutiva y funcional de la agencia, válida para todo el espectro biológico: desde bacterias que secretan moléculas para transformar su entorno, hasta plantas que dirigen su crecimiento y animales con sistemas nerviosos capaces de procesar información y anticipar el futuro. En este recorrido, la agencia se diversifica y complejiza con cada transición evolutiva; no es patrimonio exclusivo de la mente humana, sino una propiedad progresiva que estructura y dirige la historia de la vida.

Revolución conceptual

Según esta visión, la agencia surge de la evolución, pero también la moldea, haciendo posibles nuevas formas de cooperación, autonomía y organización compleja. Los autores insisten en distinguir entre procesos constitutivos (la organización interna que permite los actos de agencia) y procesos interactivos (la capacidad de alterar el entorno). Así, la agencia no depende sólo de cómo está formado el organismo; se expresa sobre todo en su poder para transformar el ambiente y reconfigurar la evolución de poblaciones enteras.

Referencia

An Evolutionary Story of Agency. How Life Evolved to Act on its Own. Álvaro Moreno, Juli Peretó. Springer Cham 2025. DOI:https://doi.org/10.1007/978-3-032-05644-3

Punto de encuentro interdisciplinar

Estas ideas se enmarcan en debates contemporáneos que vinculan biología sintética, neurociencia, robótica y filosofía de la ciencia. La agencia es ahora punto de encuentro para disciplinas que buscan no sólo explicar la vida, sino reinterpretar sus principios organizativos y su potencial creativo, tanto en contexto natural como artificial.

El valor científico y filosófico de Moreno y Peretó reside en mostrar que el protagonismo de los organismos —su capacidad para actuar y transformar el mundo— es esencial para comprender la diversidad biológica, la innovación evolutiva y los retos actuales de la investigación. Su marco teórico nutre la investigación básica y experimental: inspira nuevas formas de modelar la agencia en sistemas artificiales, explorar autonomía en organismos sintéticos y repensar la propia definición de vida y evolución.

¿Hay consenso?

No obstante, es importante destacar que el concepto de agencia propuesto por Moreno y Peretó no goza de consenso en la comunidad científica, lo que añade valor informativo y complejidad al debate. Aunque cada vez más expertos consideran relevante estudiar la agencia de los organismos, existen enfoques y definiciones divergentes: algunos critican que es una noción ambigua, difícil de probar experimentalmente y, a veces, innecesaria frente a los mecanismos genéticos y selectivos convencionales. Otros consideran incluso que es una herramienta eficaz para la educación evolutiva.

Gran parte del debate gira en torno a si la agencia aporta realmente un nivel explicativo sólido o revive ideas filosóficas que la biología ha evitado tradicionalmente.

La propuesta de Moreno y Peretó se encuentra dentro este contexto de discusión activa y sin consenso definitivo sobre su alcance y utilidad en las ciencias de la vida.

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