Estudiar puede resultar una tarea difícil y aburrida para muchos adolescentes. Sin embargo es posible ayudarles a aumentar su rendimiento mediante la creación de estancias en las que logren concentrarse con mayor facilidad. En ocasiones no se le da la importancia suficiente al lugar donde realizan sus tareas o estudian, aunque puede influir mucho en cómo aprovechan su tiempo y, finalmente, esto se verá reflejado en sus notas.

Cómo organizar y decorar una habitación para adolescentes

Cuando comienza el nuevo curso escolar, los adolescentes llegan a casa cargados de deberes y exámenes que afrontar. Si no disponen de una estancia en la que poder concentrarse y por el contrario están rodeados de elementos que puedan distraerles, como la televisión o el móvil, es muy probable que su rendimiento no sea el mejor. Por muy raro que parezca, incluso el color o la forma en la que se disponen los muebles de la habitación puede estar afectando a su tiempo de estudio. Por eso es importante tener presentes algunos consejos sobre cómo crear una estancia que les permita estudiar de forma correcta.

Consejos para conseguir un mejor ambiente de estudio

- No es necesario que dispongan de una habitación exclusivamente para el estudio. Pero sí es conveniente que en sus cuartos tengan todo lo necesario para estudiar cómodamente, y que el entorno sea apacible y propicio para que hagan sus tareas.

- Lo ideal es que se cree una atmósfera relajante, por lo que se recomienda que los colores de la habitación sean aquellos que transmitan calma, como pueden ser el blanco, el beige, colores pastel, etcétera. Esto puede influir en cómo se sienten las personas; el verde, por ejemplo, es uno de los colores que más favorecen la concentración, por lo que optar por esta tonalidad es una buena opción.

- Es imprescindible que haya orden en la habitación y que no haya cosas de por medio, ya que esto puede ocasionar distracciones. Asimismo, es mucho más sencillo estudiar si el ambiente está despejado y no hay nada que entorpezca la tarea. Esto debe llevarse a cabo, sobre todo, en la zona del escritorio. Además, se recomienda que solo se utilice para la realización de actividades relacionadas con los estudios, como los deberes o trabajos de clase. De esa forma asociarán ese lugar a un espacio en el que trabajar.

- La colocación y ubicación del mobiliario influye en el estudio. Si no hay una estancia dedicada exclusivamente al trabajo y al estudio, es recomendable delimitar espacios dentro del dormitorio. Para ello los muebles pueden ayudarnos, ya que nos permitirán establecer qué lugar de la habitación está destinado al estudio y cuál a dormir o llevar a cabo otras actividades.

- También es importante colocar el escritorio justo delante de una ventana, ya que así podrán recibir la luz natural del exterior. La luz natural es muy importante, e influye positivamente en la concentración y el estudio. Además, evita dolores de cabeza o el forzar la vista en exceso. Sin embargo, si no queda más remedio que estudiar con luz artificial, se recomienda que se trate de luces nítidas y no anaranjadas, ya que las primeras ayudan a estudiar y las otras pueden incrementar la fatiga.

- La decoración no debe estar muy sobrecargada, o también podría causar distracciones. Además, puede causar sensación de agobio, por lo que es preferible que haya lo menos posible alrededor. Una decoración más simple les ayudará a centrar la atención en lo que tienen delante. Pueden utilizarse muebles para organizar los elementos de estudio, como por ejemplo estanterías o cajoneras. De esta forma lograrán organizar mejor sus materiales y no perderán ninguno de ellos.

- Se debe destacar que la tecnología es uno de los elementos que más distraen a los adolescentes. Ordenador, televisión, tableta o móvil son parte de sus vidas diarias y, de hecho, herramientas útiles para el aprendizaje. Sin embargo, su uso debe moderarse y enfocarse al rendimiento, ya que si no pueden convertirse en uno de los grandes enemigos a la hora de estudiar. Por este motivo es preferible que el uso de aparatos electrónicos se limite durante las horas de estudio, e incluso que se mantengan alejados para que no caigan en la tentación de usarlos.

- Por último, es in portante favorecer su comodidad. La silla en la que se sientan para estudiar debe ser cómoda y garantizar una postura correcta, ya que en caso contrario puede causarles problemas musculares y afectar a su rendimiento. La espalda debe estar pegada al respaldo y los pies deben rozar el suelo; por ello, es conveniente elegir una silla ergonómica que garantice una total comodidad.

En suma, la creación de una estancia óptima para el estudio puede favorecer las notas de cualquier adolescente, y no se trata de algo costoso o que requiera de un gran esfuerzo. No está de más ponerse a ello cuanto antes.