Las cifras de la última encuesta nacional de salud de España no ofrecen dudas: aproximadamente el 28% de la población infantil sufre exceso de peso. Concretamente, el 18,7% de los niños y de las niñas y de los adolescentes españoles de entre 2 y 18 años padece sobrepeso, mientras que el 8,9% tiene obesidad. Por este motivo, la Unión Europea ha impulsado un proyecto en el que participa la Universidad de Alicante para medir la influencia de la publicidad y de las campañas de marketing en la dieta de los más pequeños de la casa y, al mismo tiempo, intentar parar el aumento de los casos de obesidad infantil.

El proyecto «PolMark» –«Assesment of Policy options for marketing food and beverages to children»–, financiado por el programa de salud pública de la UE Executive Agency for Health and Consumer, cuenta con la participación de once países y, en concreto, España, Reino Unido, Bélgica, Chipre, República Checa, Dinamarca, Francia, Irlanda, Polonia, Suecia y Eslovenia. Las conclusiones del trabajo, que arrancó en junio de 2008 y concluirá en diciembre de este año, se trasladarán al Libro Blanco de la Comisión Europea «Estrategia sobre el sobrepeso y la obesidad», ya que Bruselas pretende reformular su estrategia en 2010. Por otro lado, en el caso de España, el estudio de la UA se ha centrado en la población infantil (hasta los 12 años) y juvenil (hasta los 18 años), y ello a pesar de que la mayoría de los grupos de investigación que participan se centra únicamente en los menores de 12 años.

En una primera fase del proyecto, los investigadores de la Universidad de Alicante, bajo la dirección de la profesora del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública Rocío Ortiz Moncada, revisaron el estado de la regulación sobre la comercialización de alimentos y bebidas a la población infantil. Para ello, estudiaron toda la normativa vigente y anterior sobre la materia en los estados miembros de la UE y, de forma particular, en España. En este sentido, prestaron especial atención al Código PAOS de autorregulación de la publicidad de alimentos dirigida a menores para prevenir la obesidad y promocionar la salud, liderada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y que se enmarca en la Estrategia NAOS –Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad– liderado por el Ministerio de Sanidad y Consumo.

El código PAOS, como explica Rocío Ortiz Moncada, «reúne técnicas de comercialización y promoción de alimentos para un público menor de 12 años, pero desde la autorregulación, es decir, cada empresa decide voluntariamente si se adhiere o no». El objetivo final, señala la profesora, «era tratar de revisar en cada uno de los países que forman parte del proyecto cuál es el tipo de regulación a la que está sometido el marketing de alimentos y de bebidas y cómo se está implementado». Posteriormente, los resultados de esa primera fase se trasladaron a un grupo de expertos creado para la ocasión para que revisaran esas primeras conclusiones. El informe técnico resultante se hará público en el mes de diciembre, una vez que finalice el proyecto.

En una segunda fase del estudio, la finalidad era conocer la opinión de informadores clave sobre esa regulación y la percepción que tenían de la incidencia de la obesidad entre la población infantil, así como las posibles oportunidades y barreras que existen en la elaboración de políticas en este ámbito. Para ello, se llevaron a cabo entrevistas a 14 informadores clave pertenecientes a 13 organizaciones públicas y privadas involucradas en las políticas de marketing de alimentos y bebidas a la población infantil en España. Entre ellos, se encuentran dos expertos académicos pertenecientes a sociedades científicas de la nutrición y de la obesidad, un representante de los defensores del consumidor, un profesional de la Salud Pública, un representante de los defensores de la salud, un representante de distribuidores de alimentos, dos representantes de la industria alimentaria, un defensor de la publicidad, un representante oficial del Gobierno, dos representes de asociaciones defensoras de los menores y la familia, y dos representantes de los medios de comunicación. Los cuestionarios estaban integrados por 25 preguntas que eran comunes al resto de países que participan en el proyecto. «La intención es que nos den una visión de las oportunidades y desafíos para el desarrollo de la política en este terreno», afirma la profesora de la UA.

Los informadores clave dieron sus opiniones sobre diferentes aspectos de la publicidad de alimentos para niñas y niños en televisión, sitios de internet, patrocinio en actividades deportivas, colocación de productos o marcas en películas o series de televisión y promoción de ventas. En este sentido, y aunque el informe definitivo se está elaborando en la actualidad, los primeros datos revelan que los informadores clave destacan el impacto de la televisión, con la puntuación más alta, seguida por Internet, en la compra de alimentos entre la población infantil, mientras que una puntuación media le dan al patrocinio de marcas en actividades deportivas y a la promoción de productos colocados en lugares estratégicos.

Además, la mitad de los informadores clave considera que, efectivamente, la televisión influye de forma decisiva sobre la compra y consumo de alimentos entre la población infantil. Por otro lado, todos coinciden en señalar que la obesidad ha aumentado en España y que, además, está por encima de la media europea.

Los informadores clave apuntan que, aunque la autorregulación de la publicidad no está mal, es insuficiente. Asimismo, opinan que entre las principales opciones disponibles para la regulación de la comercialización de alimentos y bebidas infantiles, sería necesario apostar por la regulación estatutaria y la autorregulación de la industria. Algunos informadores clave también concretan que la acción voluntaria es un método de regulación ineficaz que precisa de un marco legislativo o una vigilancia externa, y respaldan los controles estatutarios para determinadas acciones de marketing y bajo ciertas condiciones.

En este sentido, Rocío Ortiz Moncada explica que «España está apostando por una regulación y control de la publicidad de alimentos reflejada en el código PAOS. De hecho, los esfuerzos son cada vez mayores como lo muestra el reciente acuerdo firmado el pasado 7 de septiembre entre el Ministerio de Sanidad y Política Social y las cadenas de televisión, incluidas Forta y Uteca, para regular la publicidad sobre alimentos dirigida a niñas y niños. Precisamente los entrevistados reconocen estos esfuerzos, pero consideran que no es suficiente».

Finalmente, los informadores clave creen que los medios de comunicación y el Ministerio de Sanidad son las organizaciones que con más fuerza pueden influir en las políticas gubernamentales de comercialización de alimentos y bebidas entre la población infantil española, y apuestan por la práctica de actividades físicas y una mejora en la dieta.

En una tercera fase, los investigadores esperan, a partir de la información generada en las entrevistas, ampliar los análisis disponibles. Para ello, recurrirán a la metodología de la Valoración de Impacto en Salud –VIS– de la promoción de los alimentos de acuerdo con las opiniones de los informadores clave.