La empresa de base tecnológica de la Universidad de Alicante (UA) Applynano se va a lanzar en breve a la producción industrial de grafeno para el sector productivo y será capaz de obtener unos 150 kilos al año de este nanomaterial que mejora la resistencia y conductividad de los materiales y que tiene múltiples aplicaciones, muchas de ellas aún por descubrir.

La responsable de la empresa, Iluminada Rodríguez, explica que «hasta ahora producíamos a demanda en función de lo que nos pedían las empresas pero trabajamos ya en el escalado y en cuanto nos instalemos en el Parque Científico empezaremos la producción a mayor escala». La cantidad puede parecer escasa, pero el grafeno es como el caviar y no sólo por su tonalidad y su precio, sino porque con muy poca cantidad, apenas un 1% añadido a un plástico, ya produce una importante mejora de sus propiedades.

Desde que se descubrió en 2010, hito que les valió el premio Nobel a Andre Geim y Konstantin Novoselov, investigadores y empresas de todo el mundo se han lanzado a la carrera para desarrollar aplicaciones llamadas a revolucionar la industria del plástico, la tecnológica, la aeroespacial, la de automoción o la náutica. En la UA el departamento de Ingeniería Química que dirige Ignacio Martín ya estaba por aquel entonces investigando este nanomaterial por lo que partían con cierta ventaja en la línea de salida y decidieron crear Applynano.

«El grafeno aún es caro y falta desarrollar la aplicación tractora que haga que despegue del todo, pero ya se utiliza en multitud de sectores. Nosotros nos hemos centrado en los polímeros o plásticos porque vemos que es la aplicación más tangible e inmediata», afirma Rodríguez. Además, como detectaron que algunas empresas querían introducir el grafeno en su línea de producción pero fallaban al realizar las mezclas, se han especializado en ese paso clave, el del mezclado, para suministrar directamente materiales con grafeno ya incorporado. Así, ya trabajan con empresas del sector eólico para mejorar la resistencia de las palas de los aerogeneradores, de la industria de plásticos, de pinturas con conductividad térmica y del sector deportivo y náutico, entre otras. Las firmas de palas de pádel están especialmente interesadas y en los barcos se pueden crear superficies resistentes al rayado. «Pero también serviría para deshelar las alas de los aviones o para calzado de seguridad porque es capaz de disipar la energía», indica la investigadora. Sin olvidar al sector tecnológico o de la microelectrónica. De hecho, Rodríguez destaca que la iniciativa Graphene Flagship de la Unión Europea invierte un billón de euros para impulsar el desarrollo de aplicaciones del grafeno, lo que da una idea de su potencial.

En paralelo esta empresa trabaja en el proyecto europeo Mastro, en el que participan dieciséis países, que busca materiales inteligentes para el sector del transporte y que está liderado por Acciona.

Applynano está formada por los investigadores Ignacio Martín como socio mayoritario, Iluminada Rodríguez, Noelia Arnaiz, Blanca Calderón, María Dolores Romero, Ana Penalva y José Javier Delgado.