Cuando en mayo de 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordó por unanimidad declarar 2020 como el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona nadie imaginaba que los profesionales de la Enfermería iban a estar en la primera línea de la lucha contra una pandemia. Todas las campañas mediáticas y sociales que colegios y asociaciones profesionales preparadas para sensibilizar sobre la importante labor de las enfermeras nunca habrían logrado el reconocimiento que la sociedad está dando en estos días a un colectivo profesional que pone en riesgo su vida a diario para cuidar a los demás y garantizar la salud y la seguridad de las personas.

En la mitad de la segunda semana de confinamiento en España, seis profesores de Enfermería del CEU de Elche que viven los efectos del Covid-19 en diferentes centros sanitarios de la provincia donde trabajan cuentan cómo el coronavirus ha cambiado sus vidas, tanto en el ámbito profesional como personal, y ensalzan la labor de «una profesión donde prima la parte humanitaria, que es por la que estamos dispuestos a jugarnos la vida», enfatiza la enfermera en planta en el Hospital General de Elche y profesora del CEU, Carmen Berenguer.

Sobre la situación en este centro hospitalario, esta enfermera explica que en estos momentos no están desbordados por casos de pacientes afectados por coronavirus pese a ser consciente de que durante esta semana es previsible un aumento de pacientes afectados por el Covid-19. Con respecto al material de protección individual, Carmen Berenguer explica que «lo tenemos muy restringido y muy contabilizado, por lo que son los supervisores quienes se encargan cada día y en cada turno de controlar quién coge qué y para qué lo coge, evitando que se haga un mal uso de ellos».

Debido a la escasez de material de protección y a la necesidad de un mayor abastecimiento en el futuro, la profesora del CEU de Elche destaca la capacidad de los enfermeros de reinventarse y de ser originales para ofrecer la mejor atención posible manteniendo la seguridad.

«A los profesionales de la Enfermería nos han mandado a la guerra y nos están quitando los fusiles, que es el material de protección, pero debemos de tener la capacidad de adaptarnos y de ganar con tirachinas, haciéndonos batas con bolsas de plástico, utilizando gafas de buceo, mascarillas con material de oficina,... Los enfermeros debemos tener esta capacidad de lucha a pesar de no tener los recursos necesarios», reflexiona Carmen Berenguer quien ensalza que el Covid-19 «ha puesto de manifiesto lo que es la Enfermería: cuidar a los demás a pesar de poner en riesgo nuestra salud y a pesar de tener muchas deficiencias».

Su compañera en planta Begoña García Pastor, coincide con Carmen Berenguer en que el hospital está «bajo mínimos» en cuanto a material de protección y explica que reutilizan todo el material que pueden para alargar la vida útil de los mismos. «Ante esta pandemia cada uno pone su granito de arena: nosotros trabajando y la población quedándose en casa, que es lo que más puede frenar la expansión», opina.

Isidro García Abad, del Servicio de Medicina Preventiva en el mismo Hospital de Elche, explica que la actividad en el centro ha cambiado sustancialmente, matizando que el estado actual no es de «caos» y no tiene nada que ver con lo que está sufriendo Madrid. «Lo primero que hicimos fue montar talleres de formación sobre protección para los profesionales sanitarios y ahora compaginamos este trabajo con el que dedicamos a frenar el avance del coronavirus».

Sobre la disponibilidad de material y la forma en la que está actuando el centro, Isidro García explica que «desde un primer momento previmos que iba a haber una falta de material porque teníamos el ejemplo de China e Italia con el Covid-19, el caso de EE UU con la afección del SARS en el 2004 o la pandemia de Gripe A de 2009», por lo que la experiencia les decía que iba a haber un déficit en mascarillas de alta eficiencia.

«Sabiendo esto desde un primer momento estamos reutilizando todo el material que se puede reutilizar garantizando la seguridad de los sanitarios y pacientes como, por ejemplo, hemos hecho con protectores oculares o mascarillas,... Sin embargo, hay otro tipo de material al que es más difícil alargar la vida como son los guantes, mascarillas quirúrgicas o soluciones alcohólicas cuya escasez notamos día a día».

Sobre el comportamiento de la población ante esta pandemia, el profesor del CEU asegura que lo que ha visto en el Hospital de Elche le ha impresionado positivamente. «Me está encantando la disciplina con la que la gente está aceptando que no tiene que estar en el hospital para visitar a familiares o amigos y es impresionante las medidas de seguridad que veo y que toman quienes entran en nuestro entorno sanitario y hospitalario».

En cuanto a la prevención a seguir por parte del personal sanitario, el profesor del CEU explica que una de las recomendaciones es que «antes de irnos tenemos que darnos una buena ducha y hacer un cambio de ropa correcto para evitar contaminar a nuestros familiares en casa».

Más estrés y condiciones extremas

Begoña García y Carmen Berenguer, durante un turno de Enfermería en el Hospital de Elche.

En el Servicio de Urgencias del Hospital de la Vega Baja trabaja Ana Belén Riera, quien asegura que la dinámica del servicio ha cambiado en las últimas semanas. «A la dinámica hay que sumar que existe más estrés entre los profesionales sanitarios por la pandemia, unas condiciones de trabajo extremas y unas probabilidades de contagio más altas», argumenta esta enfermera y profesora del CEU.

«Desde hace un par de semanas hemos pasado de una situación en la que atendíamos sobre todo caídas y gripes a una en la que todos los que vienen llevan mascarilla, lo que genera una psicosis general entre el personal», sostiene.

Esta tensión se extiende al ámbito doméstico, ya que estos profesionales sanitarios deben extremar aún más la protección. En el caso de Ana Belén Riera «en el momento en el que entramos en casa todo se queda en la puerta, nos lavamos continuamente y si salimos a comprar el pan nos cambiamos de ropa. El contacto con el exterior es mínimo porque la mejor forma de luchar contra el Covid-19 es el aislamiento». Todos los profesores del CEU coinciden en concienciar a la población de la necesidad del confinamiento y evitar el mayor contacto humano posible.

Inés González, enfermera en Quirófano en el Hospital de Alicante, explica que «en casa me mantengo aislada, usando mi habitación y el cuarto de baño. Ni siquiera coincido con mi familia para cocinar». Carmen Berenguer, por su parte, cuenta con dos viviendas y ella se ha aislado de su familia trasladándose a una de ellas porque «es recomendable que los que estamos en activo nos alejemos, en la medida de lo posible, de las personas más cercanas para minimizar riesgos», declara.

«La situación que vivimos los enfermeros conlleva una carga emocional muy grande», sentencia Inés González, quien valora la habilitación de hoteles para alojar a personas en cuarentena o para que los profesionales sanitarios puedan descansar sin poner en riesgo a sus familiares.

En cuanto a la provisión y gestión de los medicamentos, Andrés Navarro, farmacéutico en el Hospital de Elche, explica que ahora están centrados más en regular la utilización de medicamentos como antivirales, antimaláricos y antibióticos, que son los que más están siendo utilizados para atender a los pacientes del Covid-19. Al ser preguntado sobre qué cree que cambiará esta pandemia una vez superada, Andrés Navarro opina: «Va a cambiar radicalmente muchas cosas y la manera de comunicarnos. Utilizaremos mucho más los medios telemáticos, algo que creo que no es malo, y dejaremos los encuentros presenciales para lo imprescindible».

Reconocimiento humano

«Creo que esta pandemia es algo para lo que nadie está preparado y se está empezando a poner en evidencia la labor del sanitario, quienes nos jugamos la vida por atender a un paciente. Nadie puede pensar que vayamos a dejar que muera un paciente por no llevar el material de protección». Esas palabras de Ana Belén Riera ponen el foco en la labor humanitaria del trabajo de las enfermeras, por lo que agradece las muestras de apoyo que la sociedad está dando a diario a su colectivo.

«Es muy reconfortante. Para nosotros lo más importante es que nos den las gracias por algo que hemos hecho, mucho más de lo que podamos cobrar a final de mes. Con nuestra labor nos jugamos la vida y eso es algo que no está pagado, por lo que espero que esto sirva para que mucha gente quiera estudiar Enfermería o Medicina, una profesión que te llena y enriquece».

Un alumnado expectante

Isidro García, en un taller de formación para que el personal sanitario entrene la forma de poner y quitar los EPI.

Todos estos profesionales de la Enfermería combinan su trabajo en sus respectivos centros sanitarios con la formación en la Universidad Cardenal Herrera CEU de Elche. Gracias a los canales online, los alumnos mantienen el ritmo de las clases, mostrando, por un lado, su interés por conocer el estado personal de sus profesores y, por otro, profundizar sobre cómo están afrontando una situación de emergencia sociosanitaria excepcional. Todos los docentes coinciden en que en el futuro la formación relacionada con el Covid-19 entrará en las aulas.

En opinión de Ana Belén Riera «todo este conocimiento se pondrá en valor en asignaturas de infecciones y prevención», mientras que Carmen Berenguer ya piensa de cara al futuro en analizar con sus alumnos «qué soluciones hubiéramos dado ante problemas como la falta de material, cómo hacer los aislamientos, dónde montar las zonas los aislamientos y ver cómo la Enfermería puede ayudar en situaciones como la que estamos viviendo».

De la misma opinión es Inés González, quien señala que en la parte de Pensamiento Crítico «podremos pararnos a pensar y ver en qué cosas se podría haber mejorado a nivel sanitario ante una epidemia de estas características».

Isidro García, por su parte, cree que el Covid-19 «va a ser un refuerzo muy importante para nuestros estudiantes porque no podemos olvidar la parte vocacional de la Enfermería» y asegura estar convencido de que «esta generación va a salir con muchas ganas de trabajar».