«Soy consciente de que esta semana está siendo complicada y convulsa, con acontecimientos inciertos constantes, y pido disculpas siendo consciente también de que saldremos reforzados para afrontar mejor el futuro tomando como base la seguridad y salud de la comunidad universitaria». El rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, ha pronunciado estas palabras en su informe ante el Claustro Universitario, tras un comienzo de curso accidentado. El viernes 11 el equipo de gobierno decidió que el lunes empezaban las clases con un «turno 0» en la nueva modalidad de docencia dual, lo que implicó que durante esta semana todos los alumnos han seguido las clases desde sus casas. La decisión provocó el desconcierto inicial de profesores y alumnos y ha puesto a prueba la capacidad informática para la docencia 100% online.

Palomar se ha referido a la herramienta propia desarrollada por la UA, una app que sirve de aula virtual, como «más versátil, intuitiva y sencilla» y ha destacado que el servicio de informática la ha desarrollado «en tiempo récord» sin poder probarla con garantías. «Esta semana se ha visto sometida a estrés de accesos, pruebas, ajustes y mejoras que debe permitir que sea la herramienta de referencia», ha indicado.

Efectivamente esta semana se han producido picos de acceso a las 9 de la mañana que han provocado que se colgara al intentar reiniciar las sesiones a la vez. No obstante, ha conseguido mantener conectados a más de 15.000 alumnos en 400 clases simultáneamente.

El rector ha repasado las dificultades de adaptar una universidad presencial al modelo dual que combina la asistencia presencial con la telemática y dijo ser consciente de «los problemas que afectan a no pocos estudiantes y a la incertidumbre ante los nuevos métodos de enseñanza y evaluación o de conexión inadecuada a internet. También de los que afectan al profesorado dado el sobreesfuerzo que implican los nuevos métodos de aprendizaje».

Un momento de la votación Pilar Cortés

Elección para el Consejo de Gobierno

La reunión del Claustro ha servido para elegir a los once representantes del profesorado, cinco del alumnado, dos de Personal de Administración y Servicios, uno de profesor no doctor y otro de profesor asociado que se integrarán en el Consejo de Gobierno. En su primera reunión, a final de mes, este consejo convocará las elecciones al Rectorado y su modalidad, ya que aún no está decidido si se celebrarán de forma presencial o telemática. 

La elección de estos representantes tiene una lectura preelectoral, ya que puede ser interpretada como una especie de test de hacia donde pueden inclinarse las urnas. Por los nombres resultantes, a falta de una última comprobación del recuento, las elecciones a rector se prevén reñidas.

Esta votación no aclara lo que ocurrirá en las urnas, pero si se extrapolaran los resultados a las votaciones a rector sería el alumnado el colectivo que tendría la llave para inclinar la balanza y resultaría decisivo, algo que pocas veces ocurre.

En estas circunstancias será importante conocer si las votaciones serán presenciales o telemáticas ya que la participación del alumnado, que suele ser escasa, podría aumentar en caso de poder votar online.

Financiación

 «Desde el inicio del estado de alarma la tesorería se encuentra en estado precario. Mes a mes la conselleria de Universidades nos remite los fondos justos para atender los pagos pendientes, por lo que no contamos con ningún excedente. Confiemos en que la conselleria cumpla su palabra y todos los meses dispongamos de recursos suficientes para atender nuestros pagos». Así resumió la situación el rector Manuel Palomar.

La UA inicia el año con un presupuesto de 206 millones, de los que casi 156 proceden de la conselleria de Universidades. «Hasta el momento y pese a grave crisis económica el Consell no ha modificado esa cuantía», añadió el rector, aunque aseguró que «el gasto en principio no sufrirá recortes». De cara a los próximos prespuestos de 2021, Palomar informó de que la conselleria ya les ha advertido de que «difícilmente podremos contar con más recursos, a excepción de fondos europeos», por lo que reclamó de nuevo un plan de financiación para las universidades.