Nadie se hubiese imaginado hace un año que un alumno universitario tendría que recurrir al portátil para seguir una clase online a costa de su voluntad a pesar de tener el aula y a su profesor a tan solo dos metros. Es lo que le ha ocurrido a Carolina Calzada, y seguramente a otros tantos estudiantes que están intentando encajar un inicio de curso muy influenciado por la pandemia de coronavirus. Esta joven alicantina estudia segundo de Biotecnología en la Universidad Miguel Hernández de Elche y ayer se quedó sin asiento para asistir presencialmente a una de las clases.

El modelo de formación dual que ha establecido el campus permite a los alumnos reservar una plaza para acudir a las clases de forma presencial, con el objetivo de reducir los aforos y garantizar la seguridad mediante la distancia social. Sin embargo, los alumnos tienen que competir y ser muy ágiles para no quedarse fuera, como le ha ocurrido a esta joven, que al terminar una clase tuvo que salirse del aula, conectarse a la red y seguir la siguiente asignatura por la vía online, mientras sus compañeros sí que estaban dentro a sólo unos metros de ella. Este modelo supone que los alumnos que viven lejos del campus tienen que desplazarse con su portátil para alternar sesiones convencionales con otras a través de la pantalla.

La aplicación informática diseñada para organizar las clases también se ha bloqueado esta semana por problemas técnicos. Desde la delegación general de estudiantes de la UMH reconocen que han recibido quejas en este sentido y aclaran que se está trabajando para acabar con algunos errores, teniendo en cuenta que la plataforma es totalmente nueva y está continuamente actualizándose, explica María Teresa Valero Asencio, delegada general de estudiantes. Sin embargo, ese proceso de testeo conlleva que el alumno puede perder su reserva y tiene que volver a entrar al sistema para solicitar un nuevo lugar en el aula. «La gente habla por los grupos y dicen que hay que volver a coger reservas, y es un problema porque te puede pillar ocupado y cuando te das cuenta te han quitado el sitio», reseña Noel Carpe Lomas, estudiante de Psicología.

La segunda asignatura que tienen pendiente en la UMH es la apertura de las salas de estudio y bibliotecas, que en estos momentos solo funcionan para préstamo y devolución de libros. Sin esos espacios disponibles, el estudiante tiene que optar por sentarse en cualquier rincón del campus y seguir estas clases online como buenamente puede. Para mejorar este aspecto y ofrecer más servicios se está diseñando un protocolo de reserva previa de las salas que podría empezar a funcionar la próxima semana. Otro asunto es la eficacia de las clases online. Aunque generalmente se están resolviendo bien estos primeros días, es cierto que a algunos profesores les están fallando los medios técnicos, como los micrófonos, por lo que tienen que parar la clase hasta que se busca una solución para que el alumno en la red no se pierda. «Tenemos que acostumbrarnos a los medios técnicos pero me parece bien el sistema y es positivo que quiénes tengan dudas en casa puedan intervenir y se les escuche por el altavoz», explica Noelia Rodríguez, una de las docentes del grado de ADE.

SER NUEVO EN EL CAMPUS ENTRE PROTOCOLOS SANITARIOS


Los alumnos de nuevo ingreso de la UMH arrancan el curso con muchas dudas sobre la formación dual


Cientos de estudiantes de nuevo ingreso comenzaron ayer las clases en los campus de la Universidad Miguel Hernández. Se les dio la bienvenida en una jornada que estuvo muy acotada en cuanto al aforo para prevenir nuevos contagios. Para muchos ayer fue el primer contacto con el ámbito universitario, y sobre todo se veían muchas caras de ilusión, incertidumbre y motivación por arrancar una nueva etapa, aunque haya tenido que ser durante la crisis sanitaria. «Abruma un poco la universidad. Quería venir días antes para conocer un poco el campus pero me dijeron que no me arriesgara por el covid-19», señalaba Sergio Gómez, estudiante de Biotecnología. La jornada de ayer sirvió para presentar un poco las instalaciones y reseñar qué tecnologías y protocolos se van a emplear. Algunos no terminan de tener claro cómo les funcionará el modelo dual que ha establecido la universidad, por el que se permitirá la formación online y presencial por turnos o reservas, aunque esperan que todo se trate de tiempo para aclimatarse tras la bienvenida.

Otros alumnos se sentían ayer desubicados como Lucía Malonda, que venía de La Marina para iniciar Estadística Empresarial. Relata que tras acudir al aula donde iban a presentarles el grado se encontró que no había ninguna presentación y no sabía a quién acudir porque todos los despachos que encontraba estaban cerrados. Desmotivada finalmente acabó en el Rectorado para que le dieran una explicación.Desde la delegación de estudiantes indican que algunos grados tuvieron una presentación online como este mismo aunque la joven afectada reseña que la información sobre el arranque de curso la encontró dudosa.