Más profesionales sanitarios y que el sistema sea capaz de retenerlos. Es lo que reclaman los rectores de la Universidad de Alicante (UA), Manuel Palomar, y de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), Juan José Ruiz.

«La Generalitat es la que tiene que analizar la necesidad o no de implantar más estudios de Medicina o de ampliar los existentes y nuestra responsabilidad es demandar que estudie la situación y la empleabilidad en los distintos ámbitos sanitarios», aseguró Palomar. «Corresponde a la conselleria estudiar la oferta y demanda de estos estudios y corregirla, bien ampliando la oferta de plazas en la UMH o bien creando una facultad o estudios en la Universidad de Alicante», añadió. La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) ya ha autorizado el grado de Medicina en la UA, pero Palomar dio ayer la impresión de rebajar sus exigencias, quizá por la situación económica sobrevenida con la pandemia, y por primera vez habló de la posibilidad de ampliar plazas en la UMH que, indicó, «tiene una magnífica facultad».

Ruiz señaló que «con independencia de que se estudie o no la implantación de más titulaciones, que pueden ser diferenciadas o complementarias, el sistema requiere más médicos, eso es inapelable». En su opinión, el arma principal para corregir este problema es «aumentar las plazas MIR todos los años». Además, apeló a que el sistema sea capaz de retener a los profesionales. «Formar a un médico cuesta mucho y una vez hecha la inversión se van fuera porque no se les dan buenas condiciones ni en cuanto a plazas ni en cuanto a salario. «Es lamentable, estamos regalando recursos», añadió, cuando «tanto los médicos como los ingenieros son de los mejores formados de Europa». También dijo que los médicos «están desbordados con tareas administrativas, lo que supone un desperdicio enorme de recursos».

Los rectores participaron ayer en el ciclo «Converses de futur» organizado por el Club INFORMACIÓN para hablar del curso universitario que acaba de comenzar. La receta que van a aplicar ante este «atípico» año es la de «flexibilidad y seguridad» en los campus.

Los máximos responsables de las universidades públicas de la provincia mostraron su preocupación por las prácticas en caso de que la situación epidemiológica se recrudezca y las universidades se vean obligadas a aparcar la docencia dual e ir al 100% online. «No podemos llevar a la virtualización ciertas prácticas de tecnología, ciencias experimentales y ciencias de la salud, ahí podríamos flaquear si por la situación la docencia tornara al 100% online, así que debemos poner los mecanismos para desarrollar las prácticas», explicó Palomar, mientras Ruiz coincidió en que «la preocupación principal son las clases prácticas porque son las que más se pueden resentir en una docencia exclusivamente telemática».

Ambos consideran que la docencia teórica está garantizada. Las universidades optaron, en coordinación con la conselleria, por la docencia dual, es decir, que los alumnos pudieran seguir las clases al mismo tiempo desde las aulas y desde casa. Tras un accidentado arranque, que dio problemas los primeros días para seguir la docencia desde casa -la primera semana se desarrolló online para los alumnos con los profesores en las aulas- y después para cuadrar los horarios al tener los estudiantes una clase online y otra presencial a continuación sin tiempo para desplazarse, Palomar aseguró que son cuestiones que «ya estamos ajustando».

Ruiz recordó que las universidades tenían prevista en julio una presencialidad de entre el 50 y el 75% y que tras las recomendaciones del Ministerio de Universidades del 3 de septiembre «tuvimos que recalcularlo todo en un tiempo limitado» y la presencialidad se redujo a entre un 25 y un 40%. «La UA y la UMH lo hemos hecho. En otras universidades no han podido hacerlo por su dinámica o por su tamaño y siguen al 50% de presencialidad. «Lo importante es que podemos decir que universidad es un sitio seguro», concluyó el rector.

MÁS BECAS PARA QUE LA CRISIS ECONÓMICA LIGADA AL COVID NO AFECTE A LOS ALUMNOS


El próximo reto organizativo consiste en regular el teletrabajo, así como las bajas y cuarentenas en los campus


La Universidad de Alicante (UA) y la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) han aumentado sus becas propias, mediante ayudas covid o de emergencia, por la situación generada por la pandemia. El ministerio y la conselleria de Universidades también han aumentado la cuantía de las becas, como reconocieron los dos rectores.

«A partir enero seguramente se recrudecerá la situación económica de las familias. De la misma forma que se han dispuesto fondos covid para adaptación tecnológica, de seguridad e higiene con 25,8 millones para las universidades valencianas, no descartaría que el fondo europeo destinara ayudas también para becas. Somos universidades públicas y los alumnos no son responsables de la situación, así que no deben pagar por ello y debemos garantizar que puedan seguir estudiando», afirmó el rector de la UA, Manuel Palomar.

Una vez que el curso ha arrancado con todas las medidas de seguridad y con la docencia garantizada, aunque se tenga que ir adaptando a las circunstancias que marque la pandemia, el próximo reto de las universidades es la organización del trabajo de su personal. Palomar avanzó que la UA ha decidido desarrollar una normativa propia para «adaptar y resolver el teletrabajo». El servicio que servirá como piloto será el de Informática. «Vamos a estudiar el tema y esperamos tener desarrollada la normativa para que parte del personal pueda trabajar desde casa, aunque una parte no podrá por las condiciones de sus funciones de trabajo». Además, «también tenemos que resolver qué ocurre cuando tengamos personal en cuarentena o que se sea positivo en covid y cómo resolver la conciliación familiar si el trabajador debe hacerse cargo de hijos o padres en esta situación».

Por otra parte, Ruiz destacó que la «recuperación de la provincia pasa por que se articule y se aplique bien una buena transformación digital». Palomar señaló que las estrategias de Distrito Digital, la red Ellis, Alicante Futura y la alianza del Centro de Inteligencia Digital de Alicante (Cenid) entre las dos universidades y la Diputación de Alicante son «complementarias» para lograr el objetivo.