Sergio Serrano lleva preocupándose desde hace años porque el asesoramiento financiero que ofrece a empresas y pequeños inversores se ajuste de la forma más eficaz a la realidad socioeconómica que les rodea. En tiempos de crisis sanitaria por la pandemia del Covid, ese esfuerzo se redobla.

Por ello, ofrece en esta entrevista algunas claves sobre cómo corporaciones y ciudadanos pueden afrontan estos momentos. Unas recomendaciones que ya ha transmitido en un taller especializado a los alumnos de 3º y 4º del grado de Dirección de Empresas del CEU de Elche.

Para este experto, en estos tiempos de crisis, una de las claves de futuro «es que las empresas inviertan en digitalización y mejoras tecnológicas, ya que supondrá un ahorro de costes a la larga». Al mismo tiempo, les recomienda que intenten preservar la liquidez, ya que es una de las claves para su supervivencia.

 

- En estos tiempos de crisis sanitaria, que está afectando a las empresas, PYMES y autónomos, ¿qué recomendaría o qué consejos les daría a estos profesionales sobre la gestión de sus finanzas corporativas con el horizonte de incertidumbre que se presenta?

Han sido y siguen siendo unos meses muy complicados en los que lo fundamental para la supervivencia de muchas empresas ha sido la preservación de la liquidez a toda costa ante un horizonte incierto y con una absoluta falta de visibilidad en algunos sectores. Para los próximos meses, aunque las perspectivas son algo mejores, este debe ser un punto fundamental.

 

- ¿Cuáles son las decisiones de inversión o de presupuesto de capital y decisiones de financiación que deben tener en cuenta las empresas en estos momentos y de cara al futuro?

Las compañías deben aprovechar las posibilidades que las nuevas líneas ICO ofrecen para alargar lo máximo posible los vencimientos de la deuda con el objetivo de generar liquidez en el corto medio plazo.

Con unos tipos de interés en niveles extraordinariamente bajos y facilidades para la concesión de créditos gracias al aval del ICO debe primar la estabilidad financiera ante un entorno de elevada incertidumbre. El coste financiero de este aumento de la deuda debe asumirse como un seguro de supervivencia.

Las compañías también deben aprovechar para acometer esas inversiones en digitalización y mejoras tecnológicas que en muchos entornos, sobre todo de pymes, se han ido posponiendo por las reticencias al cambio que siempre se dan. El entorno ahora es mucho más propicio y, además, se hace del todo necesario: a la larga supondrán un enorme ahorro de costes.

 

- ¿Qué deben hacer los particulares en estos momentos de crisis con sus ahorros?

Pues la realidad es que esta crisis sanitaria ha golpeado de forma muy desigual, mientras algunos sectores han visto su actividad totalmente paralizada otros, por el contrario, la han visto totalmente disparada. Obviamente, las decisiones de inversión de uno y otro no pueden ser iguales.

Para aquellos particulares con dificultades, la preservación de los ahorros es fundamental y, por desgracia, en el actual entorno de tipos cero o negativo, las alternativas son limitadas o casi inexistentes ya que no existen productos sin riesgo que den rentabilidades aceptables.

Para aquellos particulares a los que la actual crisis no les haya afectado en demasía y puedan asumir cierto riesgo la realidad es que como cualquier otra crisis las oportunidades que se generan son importantes y diversas.

 

- ¿Cuál es su opinión sobre los mercados financieros en este contexto tan complicado que vivimos actualmente?

La verdad es que el comportamiento de los mercados en estos meses ha sido sorprendente y ha mostrado una fortaleza que al menos en un primero momento no cabía esperar. Es cierto que la recuperación de los mercados no ha sido homogénea y, como ha ocurrido en la economía, se ha centrado en aquellos sectores a los que la crisis sanitaria no les ha afectado o inclusos les ha beneficiado (tecnología, salud, alimentación). Sectores, además, que tenían mucho peso en las bolsas (sobre todo el tecnológico), lo que ha ayudado en gran medida a tirar de los índices de forma general.

Para los próximos meses, el inicio de la vacunación supone un claro punto de inflexión que, sin duda, va a permitir que sean también propicios para los mercados por los positivos flujos de noticias que se van a ir sucediendo por la progresiva apertura de las restricciones de movilidad, la mejora de los datos económicos, las ingentes cantidades de dinero que se pondrá en circulación para reactivar la economía, lo que junto a unos tipos negativos en la mayoría de países desarrollados, hacen a las bolsas la alternativa de inversión más adecuada.