Bajo el lema «World Watchers», estudiantes de todos los grados y facultades de los tres campus trabajarán en la sostenibilidad desde distintos ámbitos de conocimiento de la mano de expertos en cada sector. Entre los ponentes de la Semana de la Sostenibilidad del CEU están expertos como Henar L. Senovilla, responsable de Responsabilidad Social Corporativa en Ferrovial Servicios, Eduardo García Ribera, Responsable de Alianzas con Empresas de la Fundación InteRed ONGD y Fernando Álvarez Alonso, Jefe de Comunicación Relaciones Institucionales y Sostenibilidad Comunidad Valenciana de Coca Cola.

Estos profesionales coinciden en destacar el papel que tienen las empresas a la hora de difundir e implantar una sensibildiad ambiental en la población. Sin embargo, este debe ser un trabajo global y transversal en el que, entre otros, la Universidad también debe entrar. Por ello, Eduardo García considera que «las universidades deben ser el motor de toda esta reflexión» y asegura estar convencido de que «tienen un papel irremplazable».

Desde su punto de vista, estos centros educativos «son los que están formando a los próximos líderes económicos y sociales de nuestra sociedad y es urgente que las cuestiones sociales y medioambientales ‘transversalicen’ todos los planes de estudio».

La investigación, la formación y la sensibilización en estas temáticas debe tener un gran movimiento en la universidad y, según destaca, «siempre de la mano del resto de los actores del desarrollo: las empresas, las entidades sociales y las administraciones» porque «tenemos que aprovechar lo que se investiga para llevarlo a la práctica lo antes posible».

Expertos en RSC participan en la Semana de la Sostenibilidad del CEU y destacan el papel de las universidades a la hora de concienciar a los estudiantes

Henar Senovilla, de Ferrovial Servicios, está de acuerdo con el papel de las universidades y cree que los contenidos que se imparten actualmente han de transformarse «porque estamos en un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) en continuo cambio».

Esta profesional recuerda que «el CEU en el que yo estudié no es el CEU de ahora, y esto es un signo de salud», poniendo en valor el papel de las universidades «en la preparación del alumnado para el mundo actual y futuro». Por ello, formar en cuestiones éticas, de buen gobierno, en la igualdad, en la diversidad, en conocimientos mínimos sobre descarbonización, huella de carbono, huella hídrica, emprendimiento, Agenda 2030… son contenidos que deben introducirse y, para hacerlo, no duda en la idoneidad de que las universidades les provean de «actividades altruistas y transformadoras como el voluntariado universitario». Para ella, «estos contenidos deben ya ser obligatorios para formar ciudadanos del siglo XXI».