La rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro, se ha estrenado con el traje académico que identifica su cargo con motivo de la investidura de los doctores y doctoras que leyeron sus tesis doctorales en el curso 2018/2019, y que no habían podido recibir hasta ahora los atributos que simbolizan su estatus: el birrete y los guantes blancos.
El tradicional acto académico se pospuso debido a la pandemia y un total de 54 nuevos doctores han pasado por el escenario del Paraninfo donde recogían los guantes de una bandeja y la rectora les colocaba el correspondiente birrete.
Como subrayó durante su intervención en la laudatio del acto la directora de la Escuela de Doctorado de la Universidad de Alicante (EDUA), María Ángeles Sirvent, fueron en realidad 194 los que leyeron su tesis doctoral durante el curso 2018/2019.
El de doctor es el máximo título académico que otorgan las universidades
Ha destacado el «gran esfuerzo de la EDUA para adaptarse a la nueva normalidad y el establecimiento de procedimientos telemáticos en el depósito de las tesis con todas las garantías jurídicas, así como la excepcional defensa por videoconferencia de las mismas» y también ha reclamado que todo ese avance tecnológico «permanezca para facilitar los procedimientos».
El acto de investidura previsto el curso pasado tuvo que posponerse por la pandemia y se celebró ayer en el Paraninfo.
De hecho puntualiza que debido al aumento significativo de solicitudes, y a la posibilidad de defensas de forma semipresencial, se habilitaron dos nuevas salas con mayor capacidad para dar servicio a los actos manteniendo las distancias requeridas porque en la última quincena de julio se presentaron «más de 70 tesis doctorales, frente a una media mensual de trece tesis, con las dificultades consiguientes para la tramitación regular de las mismas con el personal con el que se contaba para ello».
Sirvent subraya su deseo como directora de la EDUA, de que los procedimientos puestos en marcha durante una etapa excepcional a consecuencia de la pandemia «tengan continuidad y se puedan usar libremente por los doctorandos en cualquier situación».
70 tesis presentadas en quince días en julio cuando la media mensual es de 13
A los nuevos doctores les instó a «no conformarse con la titulación» porque «la tesis supone una oportunidad de penetrar en el mundo del saber, de plantearse retos, nuevas iniciativas y resolver problemas con rigor científico».
Vocación
La rectora cerró el acto dirigiéndose a los nuevos doctores y doctoras reivindicando el nuevo grado. «Es un orgullo para mí poder presidir este acto y acompañaros como rectora en un momento tan importante en vuestras vidas, después de un tiempo cargado de incertezas. La de doctor, -dijo- es la máxima titulación académica que las universidades podemos otorgar», e implica, añadió «la materialización de una vocación que rara vez surge en la adolescencia o la primera juventud».
«Las vocaciones -concluyó- nacen y se desarrollan en su máximo esplendor durante la etapa universitaria, cuando se decide consagrar la vida profesional al estudio, la ciencia y el magisterio, en el sentido más amplio de los términos».