La privacidad o, más bien, la falta de ella es uno de los grandes debates de la sociedad actual. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos se limitaron las libertades personales en aras de la seguridad y también se incrementó la presencia de sistemas de seguridad basados en la vigilancia activa a través de cámaras. Y, aunque existen leyes que regulan su uso y aplicación, no son iguales en todos los países.

Esa sensación de vigilancia es una constante en diferentes espacios de la sociedad y también se da entre las personas mayores. En este caso, la vigilancia tiene como objetivo su cuidado. Las cámaras y micrófonos suponen, sin duda, un gran aliado para la seguridad de un colectivo tan importante socialmente. Pero, sin embargo, conlleva un debate, en este caso relacionado con cuestiones legales, sociales y éticas.

Y este campo es, precisamente, el que aborda el proyecto Goodbrother coordinado por el profesor Francisco Florez Revuelta, del departamento de Tecnología Informática y Computación de la Universidad de Alicante. GoodBrother-International Network on Privacy-Aware Audio- and Video-Based Applications for Active and Assisted Living (Red internacional sobre aplicaciones basadas en audio y video para la vida activa y asistida), tiene como objetivo principal promover colaboraciones entre expertos de diferentes disciplinas y países para compensar la sensación de continua vigilancia de un sistema basado en micrófonos y cámaras para el cuidado de personas mayores.

La Sede de Alicante de la UA ha sido escenario recientemente del encuentro del comité directivo y de los diferentes grupos de trabajo del proyecto en el que participan más de un centenar de expertos de 37 países europeos, Canadá, Estados Unidos y Túnez. La reunión se celebró en dos días y en ella han participado 25 de estos expertos de forma presencial y los restantes miembros a través de videoconferencia. En las dos jornadas han abordado las cuestiones legales, sociales y éticas asociadas con el empleo de micrófonos y cámaras para monitorizar personas mayores o en situación de fragilidad, los métodos para preservar la privacidad de las personas monitorizadas, y las soluciones basadas en vídeo y audio para un envejecimiento activo y saludable que tengan en consideración la privacidad los usuarios.

La Sede de Alicante de la UA ha sido escenario del encuentro del comité directivo y de los diferentes grupos de trabajo del proyecto.

El profesor Florez, coordinador del proyecto, señala algunas de las cuestiones que se han abordado en este encuentro como la importancia de «integrar a los usuarios finales en el diseño de estos servicios de monitorización», de forma que esto incremente su aceptación.

Otra de las cuestiones que suscitan un mayor debate, explica el profesor de la Universidad de Alicante, se refiere a los «desafíos éticos de estas tecnologías». Quién, cómo y cuándo tiene acceso a las imágenes o qué ocurre si el sistema reconoce algo para lo que no fue concebido.

La reunión también sirvió para señalar la importancia de que estos sistemas cumplan los requisitos del reglamento General de Protección de Datos de la UE y también de reducir costes de estas soluciones de monitorización «para evitar que esto impida su adopción por parte de personas con recursos limitados», señala Florez.

GoodBrother está financiado con alrededor de 600.000 euros a través del programa Cooperación Europea en Ciencia y Tecnología, COST (European Cooperation in Science and Technology), una de las redes europeas intergubernamentales de coordinación de la investigación científica y técnica europea. Este es el primer proyecto COST que coordina la Universidad de Alicante.