"A pesar de las medidas de ahorro que pusimos en marcha desde este curso por el incremento del coste de la luz, hemos pagado más que nunca".
El vicerrector de Infraestructuras y Seguridad de la Universidad de Alicante, Salvador Ivorra, detalla que la factura de electricidad en el campus alicantino asciende este pasado mes de enero a 600.000 euros "cuando lo habitual venía siendo al rededor de 200.000 euros, y a pesar de que con las medidas ahorro hemos consumido algo menos".
El escaso margen de maniobra que reconoce para la Universidad en estas circunstancias, ha llevado al equipo rectoral a decidir medidas drásticas pero necesarias ante la crítica situación.
Desde este mismo martes la Universidad está desconectada, subraya. La semana pasada ya se adoptó de forma provisional la supresión de la climatización a partir de media mañana, pero se ha optado por prescindir por completo de los aparatos de aire caliente y o de frío.
Salvo en servicios críticos en los que resulta imprescindible, como es el centro de cálculo para la proceso de datos y algunos laboratorios, el resto de las instalaciones no dispondrán de climatización salvo nueva orden.
Colaboración
El Rectorado ha informado a la comunidad universitaria al respecto, no solo para que estén sobre aviso, sino también para que alumnos, profesores y personal de administración y servicios colaboren en la medida de sus posibilidades a reducir al máximo el consumo de energía.
"A pesar del esfuerzo ya realizado" en apagar ordenadores al acabar su uso o en reducir el volumen de luces, y habiendo consumido algo menos, la proyección llevada a cabo desde el Rectorado sobre lo que iba a suponer el coste de energía este año "nos ha llevado adoptar medidas", precisa el vicerrector.
El gasto calculado hasta fin de año es tremendo, como si dejáramos de construir cuatro edificios completos
De hecho, los cálculos llevados a cabo predicen un coste de 10,5 millones de euros hasta final de año solo en electricidad para las arcas de la UA, "como si dejáramos de construir cuatro edificios completos, el gasto es tremendo y además no queda nada tras ese gasto", lamenta Iborra.
Uno de los edificios de laboratorios del campus, completamente equipado, ha costado, efectivamente 2,5 millones de euros.
También han comparado el presupuesto de la UA destinado a electricidad, que habitualmente acapara entre el 1% y el 1,2% del presupuesto total y que con la desorbitada subida de precios se puede disparar al final del año hasta el 4,8% del total.
Ante esta situación Ivorra concreta que los edificios se han monitorizado por completo, para ir sabiendo cuánto se ahorra a partir de adoptar medidas más drásticas.
Temor
Por otra parte desde la UA también indican que los últimos eventos nivel internacional, en referencia a la guerra, "han provocado una escalada del precio de la energía y del gas extremadamente preocupante y de incierta solución a corto plazo".
Y que la referida volatilidad de precios se ha traducido en el temor de las empresas a no poder asumir determinados contratos. De hecho, de las tres licitaciones que han realizado recientemente de forma conjunta las universidades de Alicante, Elche y de Valencia en las contratas de energía eléctrica, gas y contratos menores de energía, "se han quedado desiertas tanto para los contratos menores de energía eléctrica como para suministro de gas natural".
Esta última contrata, incluso una vez decidida la empresa, se ha retirado a la hora de la firma, concretan desde el vicerrectorado. "Las empresas no se quieren arriesgar ante la volatilidad del precio de la energía", lamentan en el campus.
De forma que por su parte, también se ven "obligados a adoptar medidas de racionalización para asegurar que la actividad que nos es propia, la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento, no se vean perjudicadas", concluye el vicerrector.
