Investigadoras de la Universidad de Alicante han logrado financiación de la Generalitat para un proyecto inédito con el que plantean reivindicar a al menos medio centenar de arquitectas relevantes de la provincia y "ocultas" al gran público, y en general de las publicaciones más prestigiosas, a consecuencia de la discriminación de género de la que las protagonistas no han sido conscientes en muchos casos, como destaca Elia Gutiérrez, investigadora principal de "Miradas Situadas: Arquitectura de Mujer en España desde Perspectivas Periféricas, 1978-2008".
El grupo que lidera ampliará durante este año y el próximo su investigación al conjunto de la Comunidad y aun de todo el país, como parte de un proyecto en el que esperan tener continuidad por el valor del quehacer y profesionalidad con el que las arquitectas han contribuido a la conformación de la sociedad desde la Transición.
La Generalitat, a través de la convocatoria de la Consellera de Innovación para grupos consolidados, financia con 86.000 euros un proyecto que, entre otros datos "puramente científicos", como detallan las autoras, revela que en apenas diez años se duplicó el número de arquitectas, y que, a consecuencia de la crisis, como en el resto de profesiones, se han visto forzadas a reinventarse porque se vieron relegadas de las obras hacia el diseño o el paisajismo, por ejemplo.
Pioneras
Gutiérrez subraya que las profesionales pioneras en la arquitectura a partir de la transición democrática, han ido poniendo en práctica aun sin saberlo los Objetivos de Desarrollo Sostenible que están ahora tan en boga en todos los ámbitos, y que lo que van a hacer con la citada investigación es poner en valor este trabajo y darles el sitio que merecen.
Queremos rescatar a las pioneras a partir de un muestreo representativo
El estudio abarca tres décadas, desde 1978, porque lo consideran un punto de inflexión. Es cuando surge como tal la primera generación de arquitectas de la democracia española, ya que su número hasta ese momento era testimonial. "Queremos rescatar a las pioneras a partir de un muestreo representativo porque en 1998 había 4.572 colegiadas, un 17% del total de la profesión, y en 2008 aumentó el número a 13.267, el 28% del total".
Paridad
Casi se triplicó el número de profesionales arquitectas que, curiosamente, apenas aumentan en la siguiente década, hasta 2018, en que la cifra de colegiadas se sitúa en 14.978, el 37% del total. Elia Gutiérrez explica que no es que dejaran de formarse profesionales, ya que lo se consigue entonces es precisamente la paridad en las aulas universitarias en esta carrera, pero se produce una diáspora con respecto a la colegiación.
"Para trabajar en obras hay que colegiarse", puntualiza, y las profesionales se desvían con la crisis hacia otras formas de ejercicio profesional relacionadas con el diseño o el paisajismo, que permiten una mayor conciliación como también sucede con la Administración, en la que acaban refugiándose muchas de estas profesionales.
"Se estima que en 2008 titulan el doble de arquitectas que se colegian pero el muestreo de profesionales nos parece suficiente hasta esa fecha para el proyecto", explica.
Se interioriza el paisajismo y el interiorismo como algo femenino pero es necesario ponerlo en valor
Esas "otras formas" del ejercicio profesional son en las que profundiza la investigación, el trabajo desempeñado por arquitectas ejemplares desde la década de los 80 y los 90 como comisarias de exposiciones por ejemplo. "Eran amantes de estudiar la arquitectura, y la exposición se avenía a las nuevas formas de trabajar".
Interiorismo
Gutiérrez cita entre otras a Pilar Insausti o a la catedrática Carmen Jordá como pioneras en su forma de ejercer la profesión. "Se interioriza el paisajismo y el interiorismo como algo femenino pero es necesario ponerlo en valor", subraya, frente al "entendimiento masculino de un ladrillo sobre otro y cuanto más alto, mejor".
Es en la segunda década del siglo XXI cuando podemos hablar de una etapa histórica completamente distinta por la brutal caída del sector inmobiliario, abunda Gutiérrez, desde la quiebra de Lehman Brothers que supuso un antes y un después en la actividad profesional y cuyo impacto fue más brutal entre las mujeres arquitectas, como sucede en el resto de ámbitos.
Analizamos cómo han sobrevivido sus obras en el tiempo y cómo los usuarios se apropian y las disfrutan o incluso inventan usos
"Analizamos cómo han sobrevivido sus obras en el tiempo, el estado de conservación y de mantenimiento, y cómo los usuarios se apropian de estas obras y las disfrutan o incluso inventan usos imprevistos", detalla la investigadora principal. "Es algo que favorece la buena arquitectura", subraya, y como ejemplo cita a Lola Alonso y la Escuela de Arquitectura de Valencia, convertida en un espacio de relación e intercambio; o a Pilar Vázquez Carrasco, autora de la Facultad de Ciencias de la UA y de la delegación de Educación de Alicante.
"Son arquitecturas más que dignas que están fuera del circuito oficial y que trataremos de desvelar lejos de los grandes clanes de la arquitectura relacionados con el poder económico y el prestigio social".
Humanizar
El equipo que además integran Ana Gilsanz Díaz y José Parra Martínez, también profesores de Arquitectura de la UA, junto a investigadores de las universidades de Málaga, Oviedo, Zaragoza, Sevilla, las politécnicas de Madrid y Barcelona y la universidad privada Cesuga en Coruña, tratan de "humanizar la arquitectura" aportando parámetros "de corte cualitativo mas que cuantitativo, porque ya hay mucha producción sobre la obra de las mujeres los últimos años, pero pocas veces se nos cuenta el esfuerzo ímprobo que les supuso, por eso interesa contextualizar, rodear el perfil profesional de sus circunstancias", precisa la profesora Gutiérrez desde el Instituto de Investigación de Estudios de Género de la UA.
Cuestionan, por otro lado, lo que los cánones con un significativo sesgo de género muestran como calidad en la arquitectura, "marcada fundamentalmente desde Madrid y Barcelona como fuentes principales de producción de publicaciones" sobre lo que está bien o mal. Gutiérrez se ha propuesto empoderar la arquitectura femenina desde la periferia, en concreto desde la Comunidad para extenderlo al resto de España. "Quizá sea menos brillante y glamurosa, pero es más humana. Sin afán de salir en revistas pero sí de ser útil, sostenible, amable, con eficiencia energética y demás objetivos de desarrollo que ya cumplían", afirma.
Incluso sugiere que se podrían establecer rutas turísticas en la Comunidad bajo el leit motiv de estos trabajos "para poner la mirada en otras obras", concluye.
