Caminos de mármol en Alicante

Investigadores de la UA presentan un innovador proyecto para reciclar los residuos de las canteras en la construcción de terraplenes de carretera

Imagen de las pruebas en una parcela de Pinoso para el uso de este material en la construcción de terraplenes.

Imagen de las pruebas en una parcela de Pinoso para el uso de este material en la construcción de terraplenes. / Información

J. A. Martínez

J. A. Martínez

De residuos de difícil tratamiento para los responsables de las canteras a material para la construcción de terraplenes de carreteras. Éste es el innovador proyecto presentado este viernes por investigadores de la Universidad de Alicante bautizado como “Revalorización de Residuos del Mármol para la Construcción de Terraplenes de Carretera” (RESIMACO). En este proyecto, que ahonda en la línea de la economía circular de residuos, se han estado realizando pruebas en una parcela de Pinoso para medir la resistencia y la rigidez de este material, una prueba que no sólo se ha culminado con éxito, sino que también se ha acreditado que deja una huella de carbono menor. Ahora sólo es cuestión de que alguna administración decida utilizar la marmolina como material en alguna obra pública. Hasta ahora las pruebas se habían hecho en laboratorio, pero han contado con una aplicación en un suelo real donde se ha acreditado que es un material óptimo.

En la provincia de Alicante se generan una de media de 125.000 toneladas de polvo de mármol al año, fundamentalmente en la comarca del Medio Vinalopó, una zona en la que se encuentran las principales canteras de esta provincia. Un gran volumen a pesar de que en la actualidad las canteras están teniendo un rendimiento un 50% inferior a lo que tenían en los días de gran producción. Estos residuos han sido todo un quebradero de cabeza para los responsables de las canteras y fuente de vertidos ilegales en lugares donde había hueco para deshacerse de él con impunidad. Desde la Asociación Mármol de Alicante, José Manuel Muñoz señaló durante el acto de presentación de las conclusiones del estudio que desde el colectivo se ha trabajado en dar salida a este material mediante la restauración de terrenos, especialmente en explotaciones mineras ya clausuradas y que antaño habían funcionado clandestinamente. Aunque cada empresa se ha venido deshaciendo de estos restos, procedentes del corte de la piedra.

El investigador principal de este proyecto José Luis Pastor aseguró que el proyecto nació en el grupo ingeniería del terreno de la Universidad de Alicante, el departamento de ingeniería civil, "venimos estudiando desde hace años la mejora de suelos para carreteras con diversos materiales. Vimos que la marmolina tenía potencial para su empleo, por la composición que tiene, y entonces unimos las dos facetas, usar un residuo con una mejora de suelos". El proyecto Resimaco cuenta con fondos europeos está financiado por la Agencia Valenciana de Investigación, AITEX y la Generalitat Valenciana y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Pinoso y la Asociación Mármol de Alicante.

El investigador principal del proyecto, el profesor José Luis Pastor, durante la presentación de las conclusiones.

El investigador principal del proyecto, el profesor José Luis Pastor, durante la presentación de las conclusiones. / HECTOR FUENTES

Las pruebas se han realizado con mezclas tanto con cal como con cemento, para finalmente poder concluir que la marmolina es un buen material en sí mismo cuya cuya naturaleza es buena y no requiere mezclarse con esos otros elementos. "Lo único es que tiene una granometría muy fina, de tamaño muy pequeño. Comprobamos que cumple los requisitos que se le piden al material para unas capas como son las del núcleo del terraplén. Hemos hecho ese tramo sólo con ese material, no sólo es que tenga mejores resultados mejores, es que se ahorra el tiempo de mezclado con otros materiales en la maquinaria", explicó Pastor a este diario. El coste por ejemplo del gasoil encarece el proceso, con lo que usarlo sin mezclar te evita un trabajo, un dinero y un impacto que es bastante bueno para esas capas de terraplén, explicó

Traslado costoso

Uno de los principales problemas que plantea son los costes de traslado de este material, lo que hace que sea rentable en distancias de 90 o 100 kilómetros. Un hecho que limitaría a la provincia el uso de este material. "Hay que tener en cuenta que hay otras provincias productoras de rocas ornamentales, como Almería, así como otras comunidades como Galicia. Para que sea competitivo económicamente debe estar no muy lejos de la obra donde se genera", explicó Pastor que incidió en que en España "se generan en muchos puntos y en muchas provincias". Además aseguró que cada vez es más difícil abrir canteras nuevas debido al impacto ambiental que generan, lo que a su vez causa que haya menos materiales. "Al final tenemos que recurrir a otros materiales y qué mejor que los que ya tenemos", explicó.

Las conclusiones de este trabajo fueron presentados este viernes en el salón de actos de la Escuela Politécnica, con la participación del investigador principal, José Luis Pastor Navarro; así como los profesores Roberto Tomás Jover, Miguel Cano, Adrián Riquelme; el técnico de laboratorio David Cano; y el máster en Ingeniería Geológica Erick Gutiérrez. En esta presentación estuvieron José Manuel Berenguer y Daniel Sepulcre, de las empresas  Eiffage Infraestructuras y  Neoresins, respectivamente, que explicaron la experiencia en sus mercantiles de procesos de reciclaje de residuos de la industrial del mármol. Por su parte, Paula García, representante de AITEX, avaló el bajo impacto de huella de carbono que supone el proyecto. También estuvo presente el geólogo y ex rector de la Universidad Salvador Ordoñez quien durante el debate planteó la duda de si lo mejor no sería reducir de origen los residuos generados, perfeccionando las labores del corte de la roca.