Expertos en Derecho abogan por reforzar la protección digital para los productos con denominación de origen

La Universidad de Alicante analiza en un congreso los nuevos retos de la agricultura y la artesanía para evitar falsificaciones que causan pérdidas millonarias

Un momento de la inauguración de las jornadas en el Parque Científico de la Universidad de Alicante,

Un momento de la inauguración de las jornadas en el Parque Científico de la Universidad de Alicante, / HECTOR FUENTES

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Proteger los productos agrícolas con denominación de origen en el mercado digital con la misma eficacia que ya se hace con la propiedad intelectual. Ésta es una de las conclusiones de un congreso que se está celebrando esta semana en la Universidad de Alicante para analizar los nuevos retos de los productos derivados de la innovación vegetal y los signos distintivos de calidad. Los expertos han subrayado la necesidad de reforzar la seguridad jurídica para garantizar la protección contra las falsificaciones de unos productos que mueven cifras millonarias Unas jornadas en las que se han inscrito más de un centenar de personas y organizadas por el departamento de Derecho Mercantil y Derecho Procesal de la Universidad de Alicante dentro de las actividades desarrolladas al amparo del proyecto concedido para grupos de investigación de excelencia (Prometeo) dirigido por las catedráticas Esperanza Gallego, directora del congreso, y Nuria Fernández.

La primera parte de estas jornadas se ha centrado en las nuevas variedades vegetales y la evolución del régimen jurídico para éstas en aspectos como derechos de propiedad intelectual que favorecen la investigación y el desarrollo de los alimentos y las plantas. La catedrática Nuria Fernández explicó que "el sector agroalimentario es una pieza clave para hacer frente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en aras a conseguir alimentos más saludables y sostenible en pleno cambio climático. La fuerte presión en la búsqueda de novedades que mejoren la competitividad ha impulsado la investigación e innovación en el campo de las variedades", motivo por el que abogó por sistemas de protección adecuados. La importante inversión en investigación y en I+D que se realiza por estas empresas requiere que éstas tengan la misma protección que el que tienen las patentes.

EUIPO

Según el último estudio de la Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), sin el sistema de protección de las variedades vegetales, la producción de cultivos herbáceos en la Unión Europea sería un 6,4% inferior, la producción de frutas sería un 2,6% inferior, la producción de hortalizas un 4,7% inferior y, por último, la producción de plantas ornamentales sería un 15,1% inferior. Judicialmente, el principal problema en los litigios que se están presentando se centran en dirimir si se encuentran ante una innovación que sea patentable o no. En este sentido, Nuria Fernández destacó que, sin la producción de cultivos protegidos por el sistema de variedades, la posición comercial de la Unión Europea y de la Comunidad Valenciana empeoraría y los consumidores se enfrentarían a precios de los alimentos más elevados. "La contribución adicional al PIB generada por los cultivos protegidos asciende a 13.000 millones de euros y es el sector que más empleo general en la agricultura de la Unión Europea", dijo. 

Denominaciones de origen

El segundo día se centrará en los productos con denominación de origen y las indicaciones geográficas, cuyo tratamiento normativo, doctrinal y jurisprudencial adolece de falta de desarrollo y de adaptación a los problemas que presenta el mercado digital, explicó Fernández. "En la Comunidad Valenciana, los productos protegidos por denominaciones de origen son muy numerosos, y muy apreciados, entre los que se encuentran los aceites, la chufa, los cítricos valencianos, el arroz, los turrones, vinos, cavas y mistelas. Por lo que una adecuada protección en el mercado digital se muestra indispensable para que no se produzca un aprovechamiento de la reputación de estos productos, y para que los productores puedan recuperar las inversiones realizadas en mantener productos de alta calidad", señaló. En el caso de las indicaciones geográficas, permitirían las protección a productos de artesanía e industriales a través de una normativa que está tramitándose en estos momentos en el Parlamento Europeo. Un ejemplo de un producto susceptible de protección a través de este sistema sería el de las alfombras de Crevillent.

Para Nuria Fernández, "mediante esta vía se logrará una protección de un saber hacer, una tradición no solo gastronómica como hasta ahora, sino también cultural, que será un impulso para el turismo de las regiones y para la generación de empleo de calidad".