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Tres investigadoras destacan en la UA la capacidad de las mujeres para liderar equipos científicos

El vicerrectorado de Igualdad premia una tesis sobre el impacto del turismo en las identidades de género en la sociedad franquista a partir de los años cincuenta

Un momento de la mesa redonda celebrada este miércoles en la Universidad de Alicante.

Un momento de la mesa redonda celebrada este miércoles en la Universidad de Alicante. / Información

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Desde la Medicina a las nuevas tecnologías. Investigadoras científicas han destacado en la Universidad de Alicante la capacidad de las mujeres para liderar equipos científicos en cualquier materia. Estos temas han sido dos de las cuestiones planteadas este miércoles en el encuentro “Ciencia en femenino en la Universidad de Alicante”, organizada con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemoró el pasado 11 de febrero.

En la mesa redonda, han intervenido la jefa del grupo de investigación de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d'Hebron, María José Buzón, la catedrática de Tecnología Educativa de la UA y directora de la Cátedra UNESCO de Educación, Investigación e Inclusión Digital, Rosabel Roig Vila, así como Mireia Sempere, profesora del Departamento de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial de la UA. Las tres han expuesto sus trayectorias laborales y personales ante alumnas y alumnos del IES María Blasco de Sant Vicent del Raspeig.

La rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro, ha moderado el diálogo entre estas relevantes investigadoras, acompañada por María Jesús Pastor, vicerrectora de Transferencia, Innovación y Divulgación Científica de la UA. La rectora ha insistido en “la importancia de poner en valor a las mujeres científicas en todas las áreas del conocimiento y animar a todas las chicas jóvenes, especialmente en los estudios de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en las que estamos bajo mínimos”.

Durante el encuentro, las tres investigadoras han destacado la capacidad de las mujeres para dedicarse a todas las áreas científicas, mostrando como referencia sus trayectorias profesionales y personales en tres ámbitos de investigación distintos: Biología Molecular y Biomedicina, Ingeniería Informática y Ciencias de la Educación.

En este sentido, María José Buzón ha explicado su recorrido vital y profesional. “Nunca me he sentido discriminada por ser mujer”, ha explicado la científica, quien ha resaltado que además “en los últimos años se ha avanzado mucho” en cuanto a la presencia de la mujer en su área de investigación, “aunque todavía hay pocas jefas de equipo”.

“Nos lo tenemos que creer, muchas veces el techo de cristal nos lo ponemos nosotras”, ha lamentado Buzón, quien considera que “el liderazgo femenino ha demostrado mucho éxito en el buen funcionamiento de los equipos” y por esto ha apostado por “asumir esos liderazgos porque las mujeres tenemos mucho que aportar por la manera en la que tenemos de dirigir equipos”.

De izquierda a derecha, Maria Jesús Pastor, María J. Buzón, Amparo Navarro, Mireia Sempere y Rosabel Roig.

De izquierda a derecha, Maria Jesús Pastor, María J. Buzón, Amparo Navarro, Mireia Sempere y Rosabel Roig. / Información

También ha indicado que el trabajo científico es “muy sacrificado porque requiere mucha dedicación, esfuerzo y perseverancia, aunque también es muy gratificante porque estás haciendo algo que ayuda a la sociedad”.

Por su parte, Rosabel Roig Vila ha destacado la importancia de la investigación en Ciencias de la Investigación “que es olvidada muchas veces” y ha querido “romper estereotipos y mostrar un ejemplo de lo que se puede hacer en investigación educativa: investigación, desarrollo e innovación, transformación digital, entre otros, sobre todo por la importante función social que tiene”.

Informática

 La decisión de estudiar Ingeniería Informática y de desarrollar su carrera académica e investigadora ha centrado la intervención de Mireia Sempere, quien “nunca” ha tenido “ningún trato diferencial ni influencia negativa”, pese a optar por una de las ingenierías que tiene menor presencia femenina.

A este respecto, Sempere ha considerado que “hay muchos estereotipos negativos que afectan a la visión que tienen las chicas sobre la Ingeniería Informática y también falta de referentes”. Por eso, ha resaltado que “iniciativas como ‘Ciencia en Femenino’ son muy positivas para desmontar estos prejuicios y mostrar a mujeres referentes” por dedicarse a campos en los que la presencia masculina es mayor.

Esta iniciativa es organizada anualmente por el Vicerrectorado de Transferencia, Innovación y Divulgación Científica de la UA con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)-Ministerio de Ciencia e Innovación, a través de UA Divulga, la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I) de la Universidad de Alicante.

Premio Josefina Pascual Devesa

Durante el encuentro, Natalia Garis Puerto ha recibido el Premio Josefina Pascual Devesa, dotado de 1.000 euros, por su tesis “Género, nación y turismo durante la segunda mitad del siglo XX en la provincia de Alicante” de manos de la vicerrectora Igualdad, Inclusión y Responsabilidad Social, Eva Espinar.

Natalia Garis Puerto muestra el galardón por su tesis sobre el impacto del turismo en el franquismo.

Natalia Garis Puerto muestra el galardón por su tesis sobre el impacto del turismo en el franquismo. / Información

La tesis investiga el impacto que produjo el turismo en las identidades de género y de nación, en el periodo comprendido desde 1950 hasta 1995 en la zona costera alicantina por el aumento de la llegada de visitantes, lo que causó numerosas transformaciones sociales, económicas y culturales.

La tesis concluye que “el turismo consiguió abrir una serie de fisuras en la sociedad franquista y la dictadura se vio obligada a aceptar y difundir el uso del bikini, en consonancia con el objetivo de conseguir la aceptación internacional”. Además, en cuanto al trabajo turístico, la tesis señala que para “muchas mujeres comportó una mayor independencia económica y, en ocasiones, una sensación de libertad que no encontraban en sus localidades de procedencia”.

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