La UA colabora con Argentina en ensayos clínicos del cannabis

La institución académica trabaja en la incorporación de tecnologías para cultivar la planta con seguridad para fines terapéuticos

La UA colabora con Argentina en ensayos clínicos del cannabis

La UA colabora con Argentina en ensayos clínicos del cannabis / Alex Domínguez

A. Fajardo

A. Fajardo

Inteligencia artificial (IA) para cultivar el cannabis con la mayor seguridad y calidad para emplearlo con fines terapéuticos. Científicos de la Universidad de Alicante (UA) colaboran con Argentina en tecnologías habilitadoras digitales en la producción y uso de la planta.

La iniciativa parte del grupo de investigación de la UA Tecnoysalud y una de sus líneas de trabajo es la investigación sobre aplicaciones tecnológicas a procesos agrícolas, entre los que se encuentra la producción de cannabis para el que la UA dispone de una licencia de la agencia española del medicamento.

Dirigida a empresas y a estudiantes que quieran dedicarse a este ámbito, el Parque Científico de la UA acogió ayer la formación «Industria y Agronomía Digital del Cannabis» con una conferencia titulada «Aplicación del Cannabis en Ensayos Clínicos: experiencia integral en un hospital con tecnología y digitalización». 

La iniciativa es una apuesta de la institución académica por liderar la formación en un sector emergente que combina innovación tecnológica, sostenibilidad y aplicaciones industriales y medicinales.

Durante la misma se dieron a conocer los ensayos clínicos del Hospital Público Andrés Ísola de Puerto Madryn (Argentina), donde se han implementado tratamientos basados en cannabis para la deshabituación de benzodiacepinas. Este modelo abarca desde el cultivo en instalaciones certificadas hasta la formulación personalizada de medicamentos, uniendo esfuerzos en agronomía, farmacia y salud.

Caso de éxito

La doctora Flavia Aragón, experta en Medicina endocannabica para adultos, relató cómo ha evolucionado el uso de esta «droga» con fines terapéuticos en Argentina, «donde hasta el año 2017 no existía un reglamento sobre el consumo medicinal de la marihuana, era una droga prohibida», aseguró. 

Fue gracias a unas madres cultivadoras que hacían preparados clandestinos para sus hijos con enfermedades neurológicas cuando se logró que se permitiera en este país el uso del cannabis medicinal y sus derivados para la epilepsia refractaria (en la que no se ha conseguido un control prolongado de las crisis generalmente durante un año tras el fallo de dos fármacos antiepilépticos adecuadamente escogidos y empleados). 

De izquierda a derecha, Juan Manuel García Chamizo, Manuel Platero Horcajadas y Francisco Javier Herrández Pastor, investigadores del proyecto.

De izquierda a derecha, Juan Manuel García Chamizo, Manuel Platero Horcajadas y Francisco Javier Herrández Pastor, investigadores del proyecto. / ALEX DOMINGUEZ

La especialista aseguró también que a través de una encuesta anónima realizada en el municipio de Madryn constataron que la población trataban con el cannabis, el dolor crónico, insomnio y la epilepsia por cuestiones oncológicas, como usos más frecuentes. 

Asimismo, Flavia Aragón explicó los avances que se han conseguido en cuanto a su uso porque en Argentina ya disponen de una ley que incorpora que «cualquier médico que esté formado pueda asistir y prescribir cannabis medicinal a través de una receta para que el paciente pueda ir a una farmacia habilitada por el ministerio. Algo que hasta ahora no era posible».

El curso, organizado por el Instituto Universitario de Estudios Sociales de América Latina (IUESAL) de la UA, abarca una amplia gama de temas relacionados con el cannabis, desde sus aplicaciones industriales y medicinales hasta las tecnologías que garantizan la trazabilidad y calidad de los productos. 

Con un enfoque interdisciplinar, la formación cuenta con la colaboración del Centro de Investigación e Innovación Agroalimentaria y Agroambiental (CIAGRO) de la Universidad Miguel Hernández de Elche y el Tecnológico de Antioquía (Colombia).

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