La Universidad de Alicante da con la solución para almacenar grandes cantidades de una de las fuentes de energía más limpias

Desarrollan nanoválvulas de grafeno capaces de almacenar grandes cantidades de metano a presión atmosférica

Investigadores de la UA muestraN el nanomaterial. JOSE NAVARRO

Investigadores de la UA muestraN el nanomaterial. JOSE NAVARRO

A. Fajardo

A. Fajardo

La Universidad de Alicante (UA) ha dado, junto con otras instituciones académicas, con la solución para almacenar grandes cantidades de una de las fuentes de energía más limpias que existen.

Un grupo de investigadores de las universidades japonesas de Shinshu, de Nagasaki y la de Chiba, de la Universidad de Alicante y de las empresas G2MTech y Morgan Advanced Materials, han conseguido desarrollar nanoválvulas de grafeno para almacenar metano a presión atmosférica y temperatura ambiente. El hallazgo ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista Nature Energy

El almacenamiento de este gas natural plantea un importante desafío ambiental. En este sentido, las actuales tecnologías basadas en gas a presión o gas licuado presentan inconvenientes en términos de seguridad, conservación de energía, coste económico y complejidad, tal y como ha informado la UA.

Simulación obtenida a partir de imágenes de microscopía: las nanoventanas están cerradas a 25 °C y al calentar a 200 °C se abren para dejar entrar al metano.

Simulación obtenida a partir de imágenes de microscopía: las nanoventanas están cerradas a 25 °C y al calentar a 200 °C se abren para dejar entrar al metano. / INFORMACIÓN

La solución

“Para solucionar esta problemática, en este trabajo se han diseñado nanoventanas finas de grafeno depositadas sobre la boca de entrada de los poros de un material de carbón activado de alta superficie”, explica el catedrático de Química Inorgánica de la UA y uno de los autores del artículo, Joaquín Silvestre. 

Estas nanoventanas tienen la peculiaridad de que incrementan su movilidad con la temperatura, de tal manera que se pueden abrir o cerrar a demanda mediante ciclos térmicos. “Esto permite abrirlas a 200 °C, cargar el sistema de cavidades con metano y, posteriormente, enfriarlo y dejarlo almacenado a temperatura ambiente hasta su uso”, detalla Silvestre.  

El catedrático de la UA, Joaquín Silvestre

El catedrático de la UA, Joaquín Silvestre / INFORMACIÓN

Aprovechando el elevado potencial de adsorción de metano en las cavidades del material de carbón, “esta aproximación permite almacenar cantidades cercanas a 190 v/v (porcentaje volumen por volumen) bajo condiciones más suaves de presión y temperatura, y sin que exista riesgo de fuga de metano en el tanque de almacenamiento”, advierte el experto de la UA en el diseño de materiales porosos para aplicaciones energéticas y medioambientales. 

Alta demanda

El gas natural, compuesto principalmente de metano, se transporta a nivel mundial, bien a través de gaseoductos donde el gas es transportado a altas presiones o, en el caso de grandes distancias, en forma de líquido (metano licuado a -162 °C) utilizando buques metaneros. 

“El hecho de que el metano sea la segunda fuente de energía más limpia después del hidrógeno está provocando que su demanda se esté incrementando constantemente, y obliga a desarrollar tecnologías de almacenamiento más seguras y eficientes”, apunta el catedrático de la UA.

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