Ángela Mateo Aznar tiene 21 años y una conciencia solidaria arraigada. Estudiante del doble grado de Educación Infantil y Primaria, trabaja los fines de semana en la Asociación ARTES Cultura y Ocio. Junto a su compañera Claudia Almela, quien la animó a integrarse en este colectivo, desarrolla diversas actividades de ocio con personas con discapacidad. Todos los sábados por la tarde, durante cuatro horas, diseñan algo con lo que se puedan divertir. Desde ir al cine, a la bolera, al teatro o a la feria, hasta pasear por el centro de la ciudad y merendar en una cafetería. «Para mí no es ir trabajar, es ir a disfrutar con ellos», asegura sonriente.

¿Por qué te has decidido a realizar esta acción solidaria con ARTES Cultura y Ocio?

En la asignatura de trastornos del desarrollo y altas capacidades, la profesora Nuria nos mandó unas prácticas de aprendizaje servicio para hacer 15 horas en una asociación. Para mí fue una experiencia muy bonita, que me llenó de satisfacción. Y al poco tiempo Claudia (mi compañera), que hizo el aprendizaje-servicio en la Escuela de Artes me comentó que le habían llamado para trabajar de monitora en el servicio de ocio de la escuela. Y justo yo en ese momento buscaba un trabajo que pudiese compaginar con los estudios. Contacté con la asociación, hice una entrevista y al poco tiempo me llamaron.

¡Menuda alegría!

El destino quería que yo trabajase allí, porque cada sábado con los chicos y chicas de ARTES, me llena el corazón, cada historia, cada uno de ellos… ¡Lo pasamos tan bien! Y es que es ocio tanto para ellos como para nosotras las monitoras. Para mí no es ir trabajar, es ir a disfrutar con ellos. Y ahora que llevamos un tiempecillo trabajando y ya los conoces a todos muy bien, los comprendes mucho mejor. Sabes el porqué de sus comportamientos y es todo mucho más fácil. Solo se necesita un poco de tiempo.

Preparándose como maestra

¿Cómo crees que influye en tu formación como futura maestra la actividad que realizas en la asociación?

Como futura maestra, hay muchísimas ventajas. Fundamentalmente, me sirve para adquirir conocimientos sobre las personas con discapacidad. Pero, también, a aprender a organizar y gestionar actividades, ya que hacemos planning mensual de actividades, registro de actividades y de asistencia. Asimismo, me forma en cómo gestionar la comunicación y el trato con las familias y en profundizar sobre el ocio ligado al colectivo de jóvenes con discapacidad. Todo ello desarrollando un trabajo en equipo.

Angela Mateos durante una actividad con la Escuela ARTES

¿Qué te aporta como persona estar en contacto con personas con discapacidad?

Lo que me aporta como persona es algo que yo nunca pensaba que me iba a ocurrir. Es muy satisfactorio ver a estas personas lo bien que se lo pasan, lo que disfrutan, tanto con nosotras las monitoras como con sus compañeros. La alegría que tienen, el poder entenderlas y comprender sus sentimientos, que a muchos de ellos les cuesta expresar, pero en sus caras les veo la felicidad. Y a mí, verlos disfrutar, felices, socializando, me llena. Y también ver a las familias que están tan contentas con la labor que realizamos, que confían en nosotras para mí eso es super importante.

Debe ser gratificante

Sí. Ir por la calle y que la gente te agradezca y te admire por tu trabajo. Cada sábado al terminar de trabajar me voy muy contenta a mi casa, de pensar en lo que han disfrutado y lo felices que se han ido a sus casas, que están deseando que llegue el siguiente sábado para poder estar otra vez con nosotras y hacer las actividades. Recomiendo mucho el voluntariado, es algo necesario que la mayoría de las personas deberían hacer, aunque no se dediquen a la educación. Te aporta mucho en tu vida.

Docente para la inclusión

¿A qué te gustaría dedicarte cuando finalices la carrera?

Cuando acabe la carrera me gustaría trabajar en un colegio donde haya inclusión, multiculturalidad. Donde se fomente una cultura de respeto, ayuda y sensibilidad, donde se respeten todos los compañeros. Me gustaría que se aceptara y se normalizaran las diferencias, porque todos somos diversos, aunque no tengamos una discapacidad o trastorno. Sobre todo, la etapa que más me gusta es la de infantil.

¿Cómo valoran en tu entorno ese compromiso social que desarrollas?

Desde el principio mi familia está muy contenta y agradecida de donde estoy trabajando. Yo les cuento mis experiencias y lo bien que estoy y si yo estoy feliz, ellos más.

¿Por qué decidiste estudiar Magisterio?

Siempre he soñado con ser maestra, pura vocación, pero conforme van pasando los años me voy dando cuenta de la importancia y la gran profesión que es ser maestra. En un futuro me veo impartiendo clase en un aula, sobre todo de infantil, con todos esos niños, cada uno de ellos muy diverso. Y espero poder ser la maestra que yo siempre he soñado y atender muy a bien a cada uno de mis alumnos. Me queda mucho por aprender, pero sé que lo conseguiré. Para mí es un sueño.

Angela Mateos, en el centro, durante una actividad con la Escuela ARTES

¿Por qué optaste por estudiarla en el CEU?

Elegí el CEU, primeramente, sin conocer nada de esta universidad porque al venir de un grado superior de FP nos convalidan muchas asignaturas. Y de hacer un doble grado en 5 años se nos queda en 3 años y medio, y la verdad, es una gran oportunidad. Además, dentro de la universidad me he dado cuenta de la implicación de cada uno de los profesores en las asignaturas, las prácticas que durante el curso hacemos en los colegios, aprendizaje servicio que para mí ha sido un gran descubrimiento. La ayuda de los grandes profesionales que hay en el profesorado. No solo nos ayudan, sino que tenemos un trato con ellos que en la pública es algo impensable.

¿Cómo valoras tu paso por ahora por la universidad, tanto a nivel de formación académica como en otros ámbitos?

Está siendo una experiencia muy enriquecedora. A nivel de formación académica veo que cada día avanzo muchísimo más, la manera de expresarme, los conocimientos que estoy obteniendo. Estoy muy agradecida.