E n torno a trescientos vecinos de San Miguel de Salinas, 500 según los convocantes, cortaron ayer durante una hora la carretera CV-95 para exigir que el trazado de la nueva autovía a la costa entre Orihuela y Torrevieja no atraviese el término municipal. La marcha, que comenzó sobre las 18.30 horas, estaba encabezada por los componentes del colectivo de vecinos afectados por el paso de la infraestructura, liderados por Antonio Díaz, además de miembros de todos los grupos que conforman la Corporación: PP, PSOE, Izquierda Unida y las dos formaciones independientes, además de miembros de las asociaciones vecinales de San Miguel. El Ayuntamiento en pleno, con el alcalde Ángel Sáez al frente, en este caso era convocante de la protesta junto a los afectados.

Los vecinos exigen que la Conselleria de Infraestructuras, que es la que debe decidir y adjudicar el trazado, apueste por la denominada alternativa 1 de la autovía, que hace discurrir esta calzada de gran capacidad desde Orihuela a Vistabella hasta Los Montesinos para enlazar con actual autopista de Ploder-Ausur a hasta Torrevieja y la costa. La apuesta de la Administración autonómica es la que atraviesa directamente el término municipal, denominada opción 3. El gobierno municipal, liderado por el Partido Popular, asegura que este hecho se debe a que Ausur no desea desprenderse del peaje que actualmente explota en lo que sería el último tramo del trazado 1. El primer edil achaca además al Ministerio de Fomento del Gobierno socialista, que vela por el cumplimiento de la concesión otorgada a principios de década a Ausur para explotar esa autopista, de no permitir que se asuma un acuerdo con la administración autonómica.

La oposición al PP, que ayer se sumó a la manifestación, recuerda al primer edil que ha permitido que el propio Plan General contemple la franja de terrenos que debe ocupar la autovía que ahora se rechaza. Es la segunda manifestación con corte de carretera que se produce por esta reivindicación. El pasado de 18 de febrero los vecinos de San Miguel, también acompañados de colectivos de Jacarilla y Bigastro cortaron la CV-95 en el alto de Vistabella. En ambas ocasiones la Guardia Civil estableció un dispositivo de desvío que permitió que este vial, saturado con más de 15.000 vehículos diarios, no registrara retenciones. Al margen de estas protestas, de las que se preparan nuevas convocatorias, distintos colectivos preparan recursos contenciosos contra una adjudicación que ha abierto el plazo para presentar ofertas de empresas sin haber realizado la declaración de impacto de los trazados.