L os propietarios de locales comerciales y viviendas del edificio situado en la calle Canónigo Torres en el que se registró el desprendimiento de una de sus cornisas el pasado miércoles, comenzaron ayer a ocupar de nuevo el inmueble tras la emisión de un decreto por parte del Ayuntamiento que anulaba el desalojo que se dictó el jueves, según dio a conocer el edil de Urbanismo, Fernando Gómez.

Mientras tanto, ayer se iniciaron los trabajos para retirar las cornisas decorativas de piedra artificial de tres de las plantas del edificio siniestrado dado que la de la cuarta planta fue la que se desplomó al vacío y aplastó dos coches aparcados en la calle. No hubo que lamentar daños personales.

El edil de Urbanismo señaló ayer que el desprendimiento fortuito de la cornisa se produjo como consecuencia de la oxidación de los anclajes y de que estos voladizos son huecos debido a su forma circular.

El responsable municipal explicó también que se ha exigido a los propietarios del inmueble que reparen las zonas del edificio apuntalados en caso de que sea necesario. Varias zonas del inmueble, que tiene una antigüedad de veinte años, están apuntaladas desde hace varios años. Sobre este particular, el grupo municipal de Los Verdes (LV); culpó ayer al alcalde y al concejal de Urbanismo de la caída de parte de la cornisa del citado edificio por permitir que permaneciera «en situación de ruina durante más de cuatro años sin obligar a los propietarios a ejecutar las obras pertinentes».

En un comunicado emitido ayer, LV denuncia la política de «favoritismo y de clientelismo» que se viene realizando a través del Área de Urbanismo que dirige, Fernando Gómez, y anteriormente el propio alcalde que mantuvo en «exclusiva» durante 4 años las competencias urbanísticas «gestionando este departamento con absoluta arbitrariedad». LV denuncia que el alcalde «permite que los amiguetes de siempre se beneficien de hacer la vista gorda en expedientes de disciplina urbanística, como ha pasado con las obras ilegales del edificio de la familia del también concejal Pascual Ortíz Roche».

Para LV, el alcalde y el concejal de Urbanismo han «consentido» que el edificio siniestrado, situado en pleno centro de la ciudad, en una zona muy transitada y con gran número de comercios y establecimientos públicos, «permaneciera cuatro largos años con todas las balconadas apuntaladas y con peligro de derrumbe de parte de su fachada, haciendo la vista gorda ante una situación de ruina inminente pese a tener pleno conocimiento de la situación», ya que «muy cerca residen varios concejales y técnicos y es sitio de paso cuando la comitiva municipal se traslada a las comilonas que suele celebrar en un conocido restaurante».